Redacción

La frecuencia del parpadeo disminuye de 20 a siete repeticiones por minuto cuando las personas están frente a la pantalla de un computador o un teléfono móvil, lo que provoca resequedad en la córnea y la superficie ocular, explica el oftalmólogo Fernando Urbina.

Conocido como síndrome de fatiga visual, estas molestias pueden aparecer también por una iluminación deficiente, una posición incorrecta frente a estos aparatos y largas exposiciones a pantallas. "La regla mnemotécnica que se llama '20 20 20', indica que después de 20 minutos, hay un descanso de 20 segundos mirando a una distancia de 20 pies (6 metros)", aconsejó el especialista.

La recomendación del oftalmólogo apunta a quienes están con la modalidad de teletrabajo por la pandemia. Esto, ya que el desarrollo de las funciones en casa puede llevar a un descuido en las posiciones ergonómicas de trabajo y en la cantidad de tiempo viendo dispositivos.

"Parpadeamos unas 15 o 20 veces por minuto, pero en una computadora eso baja a cinco o siete veces por minuto, la resequedad genera los síntomas de fatiga visual", detalló Urbina.

Trabajando desde casa, otro aspecto importante es la posición en la que las personas permanecen realizando sus tareas. El especialista en ergonomía, académico y presidente del Comité de Ética de la Universidad de Antofagasta, Guido Solari, explicó que al trabajar con el computador desde la casa, hay que evitar permanecer tres horas sentado frente a él.

"Hay que trabajar 45 minutos, luego caminar un poco, y unos 15 minutos después, cuando las articulaciones cambian de posición y los músculos se oxigenan lo suficiente, volvemos a trabajar", indicó Solari.

Estar sentados es una posición nociva por la carga que representa para la columna, dijo, lo que debe ser cuidado aún más en quienes tienen patologías en esa zona.

El Plan "Vamos Juntos", iniciativa de BHP a través de sus operaciones Escondida y Spence, comenzó a implementar acciones de apoyo en diversos campamentos de Antofagasta para ayudar a las familias durante la contingencia por COVID-19.

Desde el 27 de abril y en coordinación con el Serviu, BHP comenzó la distribución de 30.000 mt3 de agua potable a distintos campamentos de la ciudad, como el macro campamento La Chimba (Luz Divina VI y VII y Sol Naciente), Roca Roja y los sectores 1 y 2 de La Negra.

La distribución beneficia a mil familias de los cinco campamentos y es liderada por el Serviu, quien tiene la georreferenciación de los hogares que requieren de este recurso, el que es transportado a través de camiones aljibes controlados por un supervisor en terreno perteneciente a la misma institución.

La entrega se realiza en coordinación con los dirigentes y encargados de pasaje de los campamentos, y cada familia recibe 1.000 litros de agua aproximadamente. Los grupos que cuentan con más integrantes y dependiendo de la capacidad de sus depósitos de agua, pueden recibir hasta 1.700 litros.

Sanitización

Además de la distribución de agua potable, desde el lunes 18 de mayo la empresa a través de una compañía privada y en coordinación con el Serviu, realiza la sanitización de viviendas y espacios públicos de los campamentos "Los Chilenos de Villa el Sol y Eulogio Gordo (sector norte de Antofagasta), para frenar la propagación de contagios.

La limpieza se realiza una vez por semana y tiene por objetivo brindar mayor seguridad a las familias, desinfectando principalmente hogares y casas aledañas donde habitan personas que han sido confirmadas como casos positivos de COVID-19.

Necesidad

Cristóbal Marshall, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Escondida BHP, dijo que "Antofagasta es unas de las regiones con mayor aumento de campamentos a nivel nacional y una de las necesidades más latentes para enfrentar esta crisis sanitaria es el agua. Por eso es que junto al Serviu desarrollamos un plan de abastecimiento que entregará un total de 30.000 mt3 de agua a través de camiones aljibes para cinco campamentos".

Rosa Quispe, del barrio transitorio Luz Divina VI y VII, sostuvo que "para nosotros como familia es de gran ayuda porque no tenemos agua potable, es un beneficio grande porque por el coronavirus debemos hacer limpieza de forma más frecuente, igual que el lavado de manos y cuidar la casa. Hay otras familias que tienen seis o siete niños, estamos muy agradecidos a nombre de todo el campamento. En esta pandemia todos necesitamos agua".