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Hora de decisiones urgentes y oportunas

"Es imperioso que el Gobierno Regional adopte medidas urgentes, en nuestra defensa; el F.N.D.R. tiene fondos suficientes para hacer esos exámenes, inclusive el año pasado hubo baja postulación de proyectos". Jorge Molina, Abogado y académico Universidad de Antofagasta
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Todo siniestro produce angustia, desolación, desamparo y víctimas, por lo general son eventos de corta duración y en los que siempre se debe obedecer a quien dirija el salvamento, incendio o rescate. A diferencia de esos eventos, la pandemia por COVID-19 es un proceso de dificultosa y larga duración e impredecible su término y número de víctimas; aumenta esa incertidumbre el hecho que aún no exista vacuna ni medicamento certificado para remediarla.

Por ello en este proceso pandémico, el Gobierno está llamado a dirigir y adoptar las medidas necesarias para enfrentarlo, pero lo debe hacer no en cuanto coalición política que ganó la elección presidencial, sino como responsable de conducir el Estado, pues está en peligro la Nación toda.

Lo que no significa que pueda ejercer sus facultades a su arbitrio y discreción, sin límite ni control; y sobre todo sin escuchar a la comunidad científica, expertos, demás fuerzas políticas y movimientos sociales, que expresan la voz de la ciudadanía.

Por tanto, todos estamos llamados a opinar en este proceso, desde el rol y posición que cada uno tiene, con el fin de aportar lo mejor de sí, para ayudar a una pronta y eficaz solución.

Por la prensa es evidente que hay conflictos serios en cómo enfrentar la pandemia, en especial la disputa entre gobierno y alcaldes, incluidos los de su propia coalición, con el ministro de Salud, quien no escatima esfuerzos en abrir nuevos conflictos en cada una de sus vocerías.

Se sabe que los infectados por COVID- 19 aumentarán en mayo y junio, lo que refuerza la preocupación por el alza de contagiados en nuestra Región, en particular en Antofagasta y Mejillones.

Nuestra ciudad tiene barreras naturales, desierto, mar y cordillera de la costa que nos aísla del resto del territorio, por eso los primeros contagios vinieron de fuera de la Región.

Debe reconocerse que oportunamente no se adoptaron medidas de control efectivo, como cerrar aeropuertos, puertos y terminales de buses, o establecer controles sanitarios para evitar focos de contagio; tampoco a los trabajadores conmutados, aquellos que trabajan acá pero viven en otra Región, no se les exigió a sus empresas que los llevaran directamente a sus faenas, sin pasar por nuestras ciudades. Esas medidas y otras no se implementaron, por eso junto con reconocerlo hay que adoptar nuevas y mejores medidas de protección.

La cuarentena decretada para Antofagasta y Mejillones, solicitada desde hace tiempo, es necesaria aunque tardía, pues la idea de supuesta normalidad incidió en la afluencia masiva a mall, centros comerciales y playas sin medidas de protección. En todo caso se siguen tomando medidas reactivas y no preventivas masivas.

Como en el mundo no hay respuesta única, aprendamos de experiencias exitosas, como la energía y rapidez con que actuó Nueva Zelanda, quienes tienen un bajo número de contagiados y fallecidos; o la franqueza y transparencia de información de la canciller Ángela Merkel de Alemania.

Entre esas experiencias destaca el pueblo de Vó, Véneto, Italia, que testeó a todos sus habitantes, y aisló a todos los positivos, con o sin síntomas, y tiene la más baja tasa de contagio y fallecidos de toda Italia; esta experiencia puede y debe seguirse en Antofagasta, es urgente superar la reacción y adoptar medidas preventivas probadas.

Debemos ser humildes y reconocer los éxitos de otros, sólo sabiendo el exacto universo de contagiados se pueden adoptar políticas públicas y privadas de aislamiento y control efectivo de los contagiados, que aseguren éxito y real protección a la ciudadanía.

La Ley 19.175 Art. 16 j) dice que serán funciones generales de los Gobiernos Regionales: "Adoptar las medidas necesarias para enfrentar situaciones de emergencia o catástrofe, en conformidad a la ley, y desarrollar programas de prevención y protección ante situaciones de desastre, sin perjuicio de las atribuciones de las autoridades nacionales competentes"

Fue decretado Estado de Excepción Constitucional por Catástrofe, por lo que el Gobierno Regional puede exigir y hacer una campaña masiva de exámenes, aunque el Gobierno se oponga pues decidió centralizar el manejo de datos, recursos, y toma de decisiones sólo desde Santiago.

Es imperioso que el Gobierno Regional asuma un rol activo en prevenir los efectos de la pandemia; el FNDR tiene fondos para financiar estas medidas, inclusive el año pasado hubo baja postulación de proyectos.

Se sabe que el Intendente Regional representa al Presidente de la República y por tanto le debe lealtad y obediencia en sus decisiones; pero el Consejo Regional lo elegimos y tiene nuestra representatividad para alzar la voz y velar por nuestra protección, exigiendo tener un desarrollo armónico y equitativo, que asegure la vida y salud de quienes vivimos en la Región de Antofagasta.

Este conflicto entre Gobierno Regional y Dirección de Presupuesto no es nuevo, pero ahora hay mérito humano y sanitario para hacer prevalecer nuestra opción de hacer exámenes preventivos masivos, pues está en juego la vida nuestra y la de los nuestros.

A raíz de conflictos sociales, económicos y políticos las fuerzas políticas con representación parlamentaria acordaron realizar un Plebiscito para aprobar o rechazar la elaboración de una nueva Constitución, por tanto Chile dispuso que este tipo de conflictos se resolvieran en ese plebiscito, postergado para octubre próximo.

En democracia el plebiscito es la mejor opción para definir qué tipo de sociedad, Estado y Gobierno queremos, en especial para pretender una República democrática y descentralizada, que otorgue mayores atribuciones y competencias a los Gobiernos Regionales.

Mientras tanto, el Consejo Regional tiene la voz de la Región.