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Circo Fox está hace más de un mes sin poder salir de Calama

COMUNIDAD. El decreto de Estado de Emergencia los tiene imposibilitados de trasladarse a otras ciudades.
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Pese a que han sufrido algunos inconvenientes, la familia del Circo Fox es optimista y eso que llevan más de un mes en Calama. Fue aquí donde su gira se vio interrumpida, ya que se decretó Estado de Emergencia por Coronavirus y por precaución, bajaron su carpa, pero se quedaron en la capital loína.

"Engañaríamos si dijéramos que la estamos pasando mal, porque el calameño ha sido demasiado solidario con todos nosotros. Nos han ayudado mucho y no sabemos cómo devolver todas estas muestras de cariño a diario que hemos recibido. Quién lo diría, aquí nos quedamos a vivir toda esta emergencia ocasionada por el coronavirus", indicó Jaison Gálvez, representante del Circo Fox.

Son 20 personas, entre niños y adultos, que están en este momento en la exfinca San Juan, en sus carros de arrastre viviendo esta pandemia. Protegiéndose del frío, no saliendo en toque de queda y tomando todos los resguardos para no contagiarse de coronavirus.

Ellos estaban en gira por la región de Antofagasta, cuando se encontraron con el decreto y por decisión propia, quisieron no seguir avanzando a otras regiones.

"Por el momento es un riesgo trasladarse hacia otras ciudades, por eso tomamos la decisión de quedarnos aquí, quietos y esperando que esto avance de forma positiva. Además valoramos que en Calama aún no hay muchos casos de contagio y como tenemos niños con adultos mayores, por el momento es el mejor lugar para estar.

Solidaridad

La gente a solidarizado con ellos, llevando cajas familiares, agua, entre otros artículos de primera necesidad. Cabe mencionar, que como todo circo, sus ingresos son por espectáculo y en Chile las actividades masivas están prohibidas, producto de la aglomeración de personas.

"Lo que más nos afecta en este momento, es no estar desarrollando funciones, ya que de eso vivimos. Pero somos optimistas y no podemos quedarnos de brazos cruzados, ya que de algo debemos vivir. Estamos saliendo a las calles a vender lo que nosotros sabemos hacer, manzanas confitadas, churros, palomitas, cosas de circo y esperando que esto pase pronto. Así que la gente si nos quiere ayudar, que nos compren lo que nosotros podemos ofrecer", añadió Gálvez.

Embarazadas relatan sus experiencias en medio de la pandemia

CUARENTENA. Mujeres reconocen que la situación que se vive produce un estrés adicional al parto.
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Constanza Caldera Pfeiffer

Para la psicóloga Cynthia Arévalo (32) los últimos seis meses han sido intensos. Supo que estaba embarazada en septiembre del año pasado, y un mes después se inició el estallido social. Algo que la mantuvo muy nerviosa, pues donde vivía se concentraban gran parte de las manifestaciones. Y cuando la situación comenzaba a normalizarse, se confirmaron los primeros casos de COVID-19 en el país.

Esta situación la ha tenido inquieta y ansiosa. Incluso comenta que no alcanzó a comprarle ropa a su bebé, que nace en junio próximo. Por suerte ha estado con teletrabajo, pero reconoce que ha sido difícil, pues tiene a una hija de 2 años.

"En general mi embarazo ha sido súper complejo en todo sentido. He tenido bajas de ánimo porque esto ha afectado en el proceso. El hecho de estar en cuarentena, no poder salir. Ni siquiera he podido irle a comprar cosas al bebé. Tuvimos que reinventarnos, comprarlas por internet. Lo bueno, que como ya tengo una hija tenía algunas guardadas de ella", indicó.

Arévalo agrega que los chequeos también han sido difíciles de realizar, pues dada la situación que se vive los médicos están atendiendo por turno y es posible que no le toque con su especialista de cabecera.

Asimismo, desconoce cuál será el protocolo que deberán adoptar para el día de su parto y quienes podrán ingresar ese día. Algo que le informarán la próxima semana.

"Siento ansiedad, incertidumbre y temor. Falta información, pues como es algo nuevo para todos, no hay mayores antecedentes respecto a cómo será el día del parto", comentó.

Preocupaciones

Francisca Calderón (28) vive una situación similar. Esta joven tiene fecha para la primera semana de octubre, y reconoce que han sido semanas difíciles. También tiene un hijo de 2 años, y asegura sentir tanto temor de poder contagiarse con COVID-19 que ni siquiera se ha vacunado contra la influenza.

"Cuando uno está embarazada, lo único que te recomiendan es estar tranquila. En el ambiente de una pandemia, no puedes. Si bien en este estado ya sabes que debes tener algunos cuidados como vacunarte al estar dentro del grupo de riesgo, tomar algunas pastillas e ir a controles médicos. En una situación como ésta no los puedes realizar", enfatizó.

Esto, porque según comenta Calderón la principal recomendación para las embarazadas es estar en casa. A esto se suma lo difícil que es conseguir horas con los médicos, pues ellos también para resguardarse están atendiendo a un menor número de pacientes.

"Tienes el temor de contagiarte y también a tus hijo al no contar con las vacunas y que eso afecte a tu bebé, además tienes el miedo que te pueda dar COVID-19 y que no puedas terminar tu embarazo. El posparto también me preocupa, ya que el bebé se puede contagiar en la misma clínica", declara.

Juanita Jara Guillén, ha tenido una experiencia muy distinta. Esta antofagastina tiene casi 7 meses de embarazo, y vive desde septiembre del año pasado en la ciudad de Toronto, en Canadá.

Jara señala que en su caso no ha sido complejo y que la única dificultad es no poder salir al estar embarazada, además destaca que los servicios médicos estén funcionando.

"Tengo la fortuna de que acá los servicios de salud funcionan con cierta normalidad. Yo voy a mis controles mensuales con mi médico familiar y con mi médico de parto. Cuando he requerido una consulta de algún especialista adicional, se ha programado vía videoconferencia y en caso de requerir exámenes acudo a mi laboratorio de siempre", acotó.

Sobre las medidas que se toman al concurrir al centro médico o al laboratorio, Jara dice que les realizan un cuestionario previo en el hall del edificio. Y que luego, si está con guantes, les piden que los eliminen y se laven las manos con jabón desinfectante y si has respondido a todas las consultas eres atendida.

"No tengo miedo del parto, confío en las prácticas que realizan acá en términos médicos y los cuidados que tienen con los pacientes. Sí, me siento un poco ansiosa, esto debido a la pandemia. Antes salía a caminar y disfrutaba del paisaje, ahora lo debo hacer todo dentro de casa", agrega Jara, quien el 1 de mayo inicia los controles en el hospital donde tendrá a su hija.

Nueva normalidad

La periodista Carolina Lara, quien tuvo a su primera hija esta semana, comenta que al principio no se sentía enclaustrada porque desde que se inició el estallido social en octubre del año pasado prefirió no salir para no exponerse. Por lo que solo lo hacía para ir al trabajo.

"La pandemia me tocó justo en mi licencia de maternidad por lo que no era necesario salir. Solo iba al centro para mis controles médicos y de ahí directo a la casa. En la consulta del médico armaron la agenda de tal forma que no nos cruzábamos con otros pacientes, así el contacto con terceras personas era el mínimo", comentó.

Lara relata que cuando se acercó la fecha del parto, siempre estaba atenta a las noticias cuando habían nuevos casos, pues le interesaba saber si había personal médico involucrado o si había un paciente a quien diagnosticaron tarde COVID-19 y había estado en las clínicas.

"Mi mayor miedo es el regreso a la nueva normalidad como le llaman, donde termina el teletrabajo y no se contabiliza el círculo cercano de la persona que va al trabajo. Además la gente tiene el mal concepto de que pueden volver a la calle sin respetar ninguna norma sanitaria", enfatiza.

"Si bien en este estado ya sabes que debes tener algunos cuidados como vacunarte al estar dentro del grupo de riesgo e ir a controles médicos, en una situación como ésta no los puedes realizar".

Francisca Calderón