Fallece el empresario y director de Fundación Mi Norte, Roberto Cifuentes
INNOVADOR. El empresario antofagastino partió prematuramente, pero deja un importante legado y ejemplo de emprendimiento y visión social. Sus innovaciones hoy están presentes en mineras de todo el mundo.
Roberto Cifuentes Riffo, CEO de GProcess y Nanoprocess, era un empresario atípico. Para sus conocidos era una mezcla entre genialidad, generosidad y humildad.
Sus innovaciones y compromiso social dejaron un tremendo legado en variados frentes: empresario Endeavor, director de Fundación Mi Norte, director de Cicitem, socio de la Asociación de Industriales de Antofagasta, creador de la Fundación de Empresarios Cristianos de la Región de Antofagasta y líder de proyectos sociales, por ejemplo, un comedor abierto para niños vulnerables.
Por las mañanas se le podía encontrar experimentando nuevos productos con cobre o investigando junto a sus colaboradores en su taller y laboratorio del barrio industrial de Antofagasta, y por las tardes, junto a su socio Hugo Torres, no era raro verlo orando por un enfermo en el hospital, dando una charla en la universidad, aconsejando a un microempresario, visitando a jóvenes en problemas o aconsejando a matrimonios y familias.
Por su vocación científica, social y espiritual, Roberto era muy apreciado en la ciudad, y se le señalaba como uno de los emprendedores e innovadores más destacados de la zona norte del país, pero por sobre todo una buena persona, padre, hijo y esposo. Estaba casado con Lisette Gómez Schulz y era padre de seis hijos.
Hace unos años y adelantándose a los tiempos, creó GProcess junto a su socio Hugo Torres, colocando en el mercado el aditivo refinador de grano DXG-F7®, el cual está presente en más de 20 plantas mineras en Chile y el mundo, consolidándose como un excelente refinador debido a su gran efectividad en la mejora de la calidad catódica de los cátodos electro-obtenidos.
Posteriormente, fundaron Nanoprocess e impulsaron la comunidad cristiana KingDowLife, del cual también fue ungido como Pastor y encargado de ayudar a potenciar micro empresas cristianas de valor compartido, con un gran sentido social.
Nanotecnología
Junto a su vocación comunitaria y espiritual, también se le reconoce como uno de los propulsores en Chile de la nanotecnología con Nanoprocess y desde Antofagasta fue unos de los primeros en Sudamérica en producir nanopartículas de cobre, de entre 20 y 200 nanómetros en suspensión acuosa, con una pureza de 99,99%. Su pasión era innovar en minería, crear productos que hoy están en las empresas cupríferas más importantes del mundo, y darle nuevos usos al cobre, con foco en salud, pinturas y en productos que ayudasen en tiempos de crisis y contención sanitaria.
Sus innovaciones fueron premiadas por Endeavor, Banco de Chile, la Asociación de Industriales de Antofagasta y otras entidades más, tanto a nivel nacional como internacional.
Pese a esos logros, Roberto siempre mantuvo la humildad y generosidad, sin olvidar sus raíces calameñas. En una de sus últimas apariciones públicas, casi casi un año, durante una charla ante un grupo de estudiantes, gremios y empresarios, le preguntaron de dónde provenía su talento, capacidad científica y don de innovar. Roberto sonrió y contestó: "todo lo que hago, lo que creo en mis talleres y laboratorios junto a mi equipo, es inspiración de Dios. Díganme que soy canuto, que soy evangélico, que estoy loco, pero no me importa".
Roberto Cifuentes partió este pasado 8 de abril de 2020 en Antofagasta, producto de una enfermedad contra la que luchó por más de un año.