Con horarios reducidos, un fuerte descenso de sus ventas y medidas de seguridad para evitar contagios por COVID-19, continúan operando los locatarios del centro de Antofagasta que temen que la situación sea financieramente insostenible durante los próximos meses.
La situación del comercio en el centro de la ciudad es particular, ya que el sector fue golpeado con la contingencia social del país y cuando todavía no lograban recuperarse de aquello, aparece el coronavirus.
Paola Tebes, gerenta de la cadena Calzados Paola, que funciona en el casco histórico de Antofagasta, manifestó que el impacto de la emergencia sanitaria ha sido en la disminución de público, factor que arrastra consecuencias financieras.
"Las ventas han caído un 70%. Reducimos el horario de trabajo de 9 a 17 horas, por seguridad del personal y también porque en las tardes vemos poca gente", sostuvo la gerenta.
Medidas
El flujo de público que aún registra el centro de la ciudad, agregó, se concentra en las mañanas hasta las 14 horas, pero en su mayoría son personas que acuden a los bancos o supermercados.
Calzados Paola cuenta con cuatro locales en los que trabajan 40 personas. "Hasta el momento he planificado anticipo de vacaciones tratando de hacer todo lo posible para no despedir gente, porque son trabajadores que llevan tiempo con nosotros y tienen familias", explicó Tebes.
En todo el comercio existe consenso en que si el actual escenario se extiende más allá de mayo, será un momento muy complejo para estos negocios.
"Estamos tomando todas las medidas, pero dos meses con este mismo panorama, la cosa cambia. Al menos en Antofagasta la tasa de contagios no ha explotado como en el sur y esperamos que eso se mantenga", apuntó la gerenta.
Otra tienda que continúa funcionando a pesar del mal momento para el comercio es Casa Castilla.
Su dueño, Gonzalo Santolaya, afirmó que hace dos semanas redujo el horario de atención de 9.30 a 14.30 horas en su local, donde trabajan 15 personas.
"Todo esto es muy complejo, porque de qué manera se puede compatibilizar la situación sanitaria con la económica. El pequeño comercio que necesita recaudar ingresos diarios para cubrir sus gastos", indicó Santolaya.
Respecto a qué productos están adquiriendo las personas durante la emergencia, dijo que las necesidades se enfocan principalmente en alimentación, útiles para el hogar y medicamentos.
"Hay rubros del comercio que tienen consumo cero y si eso lo miras desde octubre a la fecha, el perjuicio para la actividad económica local en los últimos seis meses ha sido muy duro", aseguró.
Para Santolaya, como no hay certeza de cuándo la emergencia sanitaria estará controlada, los más perjudicados serán los negocios más pequeños, que no podrán soportar las bajas ventas de manera sostenida.
"Si esto se mantiene o se incrementa, como ha pasado en otras comunas o países, los efectos serán los peores, que los negocios quiebren, despidan gente para achicarse. En las actuales condiciones son pocos los que pasarán esto. Los que tienen ahorros aguantarán, pero en el camino quedarán varios", advirtió.
Despidos
Pamela Oliden, secretaria del sindicato de casino Enjoy, detalló que a nivel nacional, la cadena desvinculó trabajadores y en el caso de Antofagasta, esa cifra superó las cien personas.
"Se desvinculó a la gente que se les vencía su contrato, y a quienes llevaban poco tiempo en la empresa, todos por la causal 161 del Código del Trabajo, que es necesidad de la empresa", manifestó la dirigente.
Y añadió que la compañía se mantiene en contacto con todos sus sindicatos en el país, para informales lo que va sucediendo. La suspensión del trabajo se tomó el 18 de marzo para proteger la seguridad del personal y también para asegurar el sueldo de los próximos meses, dijo Oliden.
Lo primero en cerrar en Enjoy fue el área de juegos y luego la hotelería, debido a que todavía contaba con pasajeros en sus instalaciones.
El sector hotelero es otra actividad que está sintiendo el impacto de la crisis sanitaria.
Desde el Hotel Terrado afirmaron que continúan operando, aunque con los niveles de ocupación más bajos de su historia y cercanos a cero.
La decisión de cerrar temporalmente es una medida que dependerá de las jefaturas, algo que todavía no estaría contemplado.
El Hotel Holiday cerró hace más de una semana y volverá a abrir sus puertas el 12 de abril, aunque dependerá de la situación general. En el caso del Hotel Tatio, funcionará hasta el 20 de abril cuando cerrará sus puertas de manera definitiva, tras no poder superar el impacto del estallido social y ahora el COVID-19.
"Las ventas han caído 70%. Reducimos el horario de trabajo desde las 9 hasta las 17 horas, por seguridad del personal y también porque en las tardes vemos poca gente".
Paola Tebes, Gerenta Calzados Paola
"Hay rubros del comercio que tienen consumo cero y si eso lo miras desde octubre a la fecha, el perjuicio para la actividad económica en los últimos seis meses ha sido muy duro".
Gonzalo Santolaya, Casa Castilla