Contagiados llegan a su peak en Italia y la ONU lanza una alarma a nivel mundial
PANDEMIA. El organismo comparó el desastre con la Segunda Guerra Mundial. El país europeo, en tanto, espera que la curva logre aplanarse en mayo.
Un centenar de voluntarios y sanitarios trabajaban contra reloj ayer en el icónico parque neoyorquino de Central Park para poder abrir este martes un hospital de campaña con 68 camas y 10 ventiladores mecánicos para recibir pacientes de otros hospitales de la ciudad, que no dan abasto con la avalancha de enfermos por COVID-19. Ayer el número de infectados llegó a 75.795, más que la ciudad de Wuhan, origen de la pandemia, y los fallecidos alcanzaron los 1.550. De esta forma, Nueva York se convirtió en el epicentro mundial de la enfermedad.
Samaritan's Purse, la organización detrás de las instalaciones en Central Park, que también trabajó en Mosul (Irak) durante la ofensiva contra el grupo Estado Islámico, desplegó hospitales de campo tras desastres naturales en Ecuador, Mozambique y Bahamas, y también estuvo presente en Liberia y la República democrática del Congo combatiendo contra el ébola.
"Muchos de nosotros aquí tienen experiencia con el ébola en África. Y aunque es similar, no es exactamente lo mismo, pero estamos bastante cómodos en este ambiente y conocemos los riesgos", comenta a Efe junto a las carpas blancas del hospital el jefe del equipo de enfermeros, Tim Mosher. El facultativo explica que el centro cuenta con 68 camas, de las cuales 10 tienen respirador para atender a los casos más graves. "Tenemos un total de 70 trabajadores aquí entre enfermeros, médicos y personal logístico y esperamos poder recibir hoy (ayer) algunos pacientes, mientras terminamos todos los detalles del hospital", asegura Mosher.
Estados Unidos alcanzó los 185.270 casos y 3.780 muertos.
Otras iniciativas
Este hospital de emergencia es solo una de las últimas iniciativas para intentar multiplicar el número de camas en Nueva York, donde las autoridades han pedido a los hospitales que aumenten en un 50 % su espacio para acomodar a los pacientes afectados por el coronavirus.
La Armada estadounidense envió el buque hospital Comfort, que tiene mil camas disponibles, aunque hasta el momento solo 750 están operativas para derivar pacientes que no tengan COVID-19 y que los hospitales puedan centrarse en atender a los afectados por la pandemia. El barco arribó al muelle 90 de Manhattan y ayer comenzó a recibir pacientes.
El centro de convenciones Javits, junto al flamante barrio de Hudson Yards, ha sido otro de los puntos elegidos por las autoridades para levantar otro hospital de campaña, en colaboración con el Ejército y con la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA , por sus siglas en inglés). Podrá llegar a albergar a 2.500 infectados.
Morgues móviles
El responsable regional de FEMA, Thomas Von Essen, explicó que también están trabajando con la ciudad para ayudar con la ingente cantidad de fallecidos por covid-19, porque, según él mismo dijo, "vamos a tener un terrible número de gente que no lo superará".
Tan solo en las últimas 24 horas, el número de muertos en la ciudad por la pandemia se elevó en 332 personas. El Ejército envió camiones frigorífico para albergar los cadáveres que ya no caben en las morgues de los hospitales, especialmente en el distrito de Queens, el más castigado, pero también en Brooklyn y el bajo Manhattan.
Las autoridades locales esperan que FEMA pueda enviar 85 camiones de estas características, con el objetivo de doblar la capacidad de la ciudad de albergar cadáveres, y que actualmente es de 3.500, mientras Nueva York continúa viviendo con el pulso aletargado a la espera de que la tormenta amaine y mientras el gobernador Andrew Cuomo reconoce que "subestimamos a este virus. Es más poderoso y más peligroso de lo que esperábamos".
Mientras Italia anunció ayer que llegó al peak de contagios y China reportó cinco fallecimientos por coronavirus, pero la pandemia avanza en otras regiones y sus daños colaterales son tales que la ONU pide el 10% del PIB mundial para combatir sus efectos.
El secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, hizo un llamado a afrontar el impacto socioeconómico de la pandemia del coronavirus con una "respuesta multilateral a gran escala" que represente al menos el 10 % del PIB mundial.
En una comparecencia telemática desde la sede central de Naciones Unidas, Guterres presentó su informe "Responsabilidad compartida, solidaridad global: respondiendo al impacto socioeconómico del COVID-19", que aglutina todos los pronósticos y evaluaciones que los organismos de Naciones Unidas e internacionales han realizado en los últimos días sobre la actual crisis del coronavirus.
El líder de la ONU recordó la magnitud de la pandemia, que afecta en estos momentos a más de 850.000 personas en el mundo y que se ha cobrado la vida de más de 42.000, y pidió un plan de solidaridad que salve vidas, dé acceso universal a las vacunas, inyecte liquidez en el sistema y frene la hemorragia del desempleo, en una crisis que comparó a la de la Segunda Guerra Mundial.
Guterres apeló sobre todo a ayudar a los países en desarrollo que no pueden ayudarse por sí mismos.
En contraste, el presidente del Instituto Superior de Sanidad de Italia (ISS), Silvio Brusaferro, aseguró que se alcanzó el peak en la curva de los contagios y que se mantendrá la tendencia durante algunos días para después empezar a bajar.
Durante una rueda de prensa sobre la situación epidemiológica en Italia, Brusaferro dijo, no obstante, que solo bajará "si se mantienen la atención" y "las medidas" y que "por ahora es difícil imaginar un reinicio de las actividades en poco tiempo".
Los contagios en Italia cesarán en torno a la segunda o tercera semana de mayo, según las conclusiones preliminares de un estudio del Instituto Einaudi de Economía y Finanzas (Eief), un centro universitario de investigación en Roma.
Los muertos en Italia asociados al coronavirus alcanzaron los 12.428, después de registrarse 837 en las últimas 24 horas. Los contagios son en total 105.792.