A partir de las 13 horas de hoy la Universidad de Antofagasta (UA) suspenderá todas sus actividades docentes para prevenir el contagio del Covid-19 entre alumnado y profesores.
Durante el tiempo que dure la suspensión (en principio hasta el 27 de marzo) se funcionará bajo modalidad "teletrabajo", es decir, todas las consultas del estudiantado en relación a sus clases o su situación académica, serán atendidas por los docentes desde sus hogares vía web.
Teletrabajo, en síntesis, significa que una persona realizará sus actividades habituales remotamente, desde su hogar o cualquier otro sitio que no sea una oficina donde tenga contacto con otros. Por eso dicha alternativa se ha transformado en una apuesta para evitar la propagación del virus.
Prevención
Este método permite realizar una tarea sin necesidad de permanecer en un sitio físico cumpliendo un horario laboral.
En Antofagasta otra de las empresas que incorporó esta metodología, también a causa del Covid-19, es el FCAB.
"En estas situaciones de emergencia, debemos ser capaces de reaccionar rápido ante cambios de las condiciones externas. Cada una de las medidas definidas apunta a mitigar y prevenir el contagio masivo", dijo al respecto Katharina Jenny, gerenta general de la compañía.
La ejecutiva explicó que la medida favorece la no asistencia diaria a las oficinas y minimiza las reuniones grupales.
Efectividad
Jaime Riquelme, docente de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, explicó los cambios que esta modalidad traería a la cultura laboral del país, la cual previo al coronavirus, ya se venía implementando en algunas áreas privadas.
"En Chile estamos muy acostumbrados a trabajar viendo al compañero al lado. Nuestra sociedad tiene bajos niveles de confianza en nuestras personas, entonces asumir que alguien va a trabajar desde su casa o de algún otro lugar donde no sea observado, es difícil para el chileno promedio", cuenta.
No obstante, el experto destaca que ante la situación que vive el país, la alternativa del teletrabajo se hace una opción más que viable, siendo esta la oportunidad para que empresas la incorporen en sus sistemas productivos.
"Las empresas se ven obligadas a hacerlo por la actual situación, pero quizás podrían aprovechar de instalarse experiencias y protocolos de trabajo a distancia y una vez que pase esta emergencia, dejarlas instaladas, porque si hay cargos que se desenvolvieron adecuadamente a distancia, para qué volverlos después presencial", interroga.
Pro y contra
Raúl Berríos, doctor en Sicología y académico de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago (Usach), explicó los post y contra del teletrabajo.
"Las ventajas y desventajas hay que analizarlas en virtud de la crisis sanitaria que estamos viviendo. Si hablamos de las desventajas para una empresa, es evidente que nadie trabaja igual desde su casa que en su entorno habitual, menos si no está habituado a ello. Es evidente que habrá una merma en la producción y en el cumplimiento de las tareas", esgrime.
En cuanto a las ventajas, Berríos dice que "en términos productivos, puede que no haya una ventaja en el corto plazo, pero sí en el mediano. Es decir, si las empresas deciden implementar teletrabajo hoy es mucho más probable que se adapten y sean funcionales ahora, que cuando el virus ya esté instalado y una masa importante de la población esté infectada, lo que traería consecuencias a esa empresa por el ausentismo".
Ricardo Calderón es supervisor de faenas mineras y presidente de la Federación de Supervisores del Cobre.
Al respecto, cuenta que existen muchas áreas de producción que necesitan la presencia directa de los trabajadores, por lo que no se trata de una opción para todos.
"En el rubro minero es compleja su implementación porque en general las dotaciones son muy ajustadas, es decir no sobran personas y se requiere a la persona directamente en el trabajo. Ahora, por supuesto que en estas situaciones de emergencia, habrá que tomar medidas, porque está en riesgo la vida del trabajador y su familia".
Jaime, Riquelme,, docente
FEN, U. de Chile
"Estamos muy acostumbrados a trabajar viendo al compañero al lado. Nuestra sociedad tiene bajos niveles de confianza en nuestras personas".
Raúl, Berríos,, académico, de la Usach
"Las áreas más sencillas de implementar teletrabajo son las de servicios, es decir todos aquellos que entregan un intangible a los clientes".