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Comunidad del Destino Común de la Humanidad

"La situación de China debe traer esperanza, coraje y confianza a todo el mundo porque el virus es controlable". "Las únicas soluciones que ha intentado el gobierno han sido por la vía de leyes que castigan la protesta".
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El Covid-19 es la emergencia sanitaria pública más grave de mayor rapidez propagativa y ámbito contagiado y más difícil de controlar acontecida en los 71 años de la República Popular China. Desde hace más de un mes y por la orden del presidente Xi Jinping, se declaró una guerra total de contención contra el Covid-19. El Gobierno central, con su fuerte capacidad de control y movilización, ha tomado medidas de prevención y control completas, rigurosas y radicales como la provincia Hubei y su capital Wuhan, donde aplicó el cierre del la ciudad. Más de 330 equipos médicos formados por más de 41 mil profesionales fueron mandados a luchar juntos. Sus tareas más importantes eran elevar las tasas de atendidos y curados y bajar las de contagiados y muertos. Hasta ahora, más de 27 mil enfermos son curados y dados de alta, superando en 10 veces la cifra de los fallecidos. Los nuevos casos disminuyen notablemente. La epidemia fuera de Hubei es controlada eficientemente. El mayor desafío actual es atender a los 47 mil contagiados, entre ellos, 9.000 graves.

Tedros, director general de la OMS y gran conocedor de la situación epidémica y el tratamiento de los enfermos en China comentó que los enormes esfuerzos y sacrificios para impedir la propagación hechos por China merecen un gran reconocimiento de la comunidad internacional. Indicó que con las medidas tomadas se evitó una pandemia mundial.

Debido a su enorme capacidad propagativa y contagiosa, el Covid-19 se escapó de la frontera. En Corea, Japón, Italia, Irán y EE.UU. aumentan los casos. Esta situación nos hace percibir que la Tierra donde viven 7.000 millones de habitantes se ha convertido en una verdadera aldea. Las amenazas non tradicionales como la crisis alimenticia, la escasez de recursos, el cambio climático, los ciber-ataques, la contaminación ambiental, las epidemias y la delincuencia trans fronteriza entre otras, se convirtieron en amenazas de toda la humanidad y nadie se salva por sí solo. Así que el Presidente Xi Jinping planteó en 2012 el concepto de construir la Comunidad del Destino Común de la Humanidad que fue introducido en la Constitución de China en 2018. El unilateralismo y el proteccionismo no son en absoluto soluciones de los crecientes problemas globales.

China subió al tren de la globalización en medio camino. Al continuar aplicando las estrategias de desarrollo de la reforma y apertura y mediante los esfuerzos de varias décadas, China se convirtió en una potencia económica cuyo PIB ha aumentado más rápido que muchos otros. El desarrollo chino promovió el de todos. En la última década, China aportó un 30% del crecimiento mundial.

La Covid-19 afectó de distinta manera el turismo, las manufacturas y el comercio exterior de muchos países. En el día de hoy, al mismo tiempo de controlar y prevenir la epidemia, China está tomando medidas puntuales para fomentar el desarrollo socioeconómico, reponer a los trabajadores para reiniciar la producción de manera ordenada a fin de amortiguar el impacto del virus a la economía y disminuir los efectos negativos al comercio internacional al mínimo.

China siempre está consciente de su responsabilidad internacional en el control y prevención del virus. Cuando Japón necesita nuestra ayuda, superamos las propias dificultades para apoyarles. China está dispuesta a estrechar la cooperación con todos los países del mundo, incluido Chile, en salud pública y relaciones económica y comercial para construir la Comunidad del Destino Común de la Humanidad.


El año de la dignidad nacional

El 18 de octubre de 2019 comenzó un importante proceso en Chile que muchos denominamos el "despertar". Desde entonces las chilenas y chilenos hemos tomado conciencia de quienes somos; nos reconocemos, reconocemos a nuestros vecinos, salimos al encuentro de los demás en las calles, en las marchas, en los cabildos; creemos que es posible un Chile más justo, con menos injusticia social, con más justicia territorial, con menos segregación, con menos pobreza y con una vida digna desde el nacimiento hasta la vejez; un Chile donde la vida social no se haga en los consultorios a las 6 de la mañana, en el mejor sistema de salud del mundo.

Sí, Chile despertó; los chilenos y las chilenas despertamos gracias a la valentía de algunos que nos han dicho que hay cosas que normalizamos que no están bien, como los perdonazos a las grandes empresas, las clases de ética para los políticos corruptos, las colusiones de grandes empresas contra el bolsillo de las familias chilenas, el robo del cobre y del litio, el abandono de los territorios del norte, y así una serie de otras situaciones que en el día a día vamos asumiendo como normal. Luego, unos cuantos partidos políticos construyeron un acuerdo sin la participación de la ciudadanía que estaba en la calle, un acuerdo con participación social habría sido mucho más digno. Sin embargo, a los grandes temas nos sumamos sin ningún complejo; se abrió la posibilidad de una nueva Constitución, de dejar atrás los resabios de la dictadura que forjó tan dura algunas mentes y corazones.

A más de cuatro meses de esto que también llamamos "estallido social" las únicas soluciones que ha intentado el gobierno han sido por la vía de leyes que castigan la protesta, aplicando a algunos casos la ley de seguridad interior del estado, que la historia llama "ley maldita". Seguimos tal como estaban las cosas antes del 18 de octubre. Por ello no debemos bajar los brazos y debemos exigir lo que es justo, basta ya de abusos y basta ya de la burla del gobierno del presidente Sebastián Piñera. Bien sabemos en el norte lo que se siente ser olvidado entre contaminación, pobreza y enfermedad, bien sabe el norte de burlas y abusos.

Sigamos con la esperanza de que el 26 de abril Chile tendrá la opción de rescribir su futuro, de refundar nuestra patria aprobando una nueva Constitución y una Comisión Constitucional que la redacte para que ser aprobada o rechazada una vez terminada. Este norte andino y minero no se rendirá, la espera ha sido larga. Un solo Norte.

Chen Ping

Cónsul de China en Iquique

Esteban Velásquez

Diputado por la Región de Antofagasta

Malos resultados en educación

No hubo ningún colegio, entre Arica y Tarapacá, entre los mejores 200 de Chile, en las pruebas de Lenguaje y Matemáticas en la reciente PSU. Antofagasta tiene las condiciones para generar una transformación potente en materia educativa; no es posible que sigamos en la retaguardia nacional. Esto debe conmover a la sociedad local.
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La Prueba de Selección Universitaria -PSU- trajo, nuevamente, noticias inquietantes desde distintos puntos de vista. El más obvio es que el nivel de ingresos y el capital cultural determinan el resultado y otro es el deficiente desempeño de la educación regional.

La Región de Antofagasta sigue en la parte baja y no contó con ningún establecimiento, considerando las nueve comunas, entre los mejores 200 del país, en las pruebas de Lenguaje y Matemáticas.

La brecha entre colegios de Santiago y regiones es sorprendente. La última PSU reveló que entre los mejores 20 colegios privados, 16 están en la Región Metropolitana.

A esto se suman cinco de los mejores quince particulares subvencionados y doce de los quince mejores establecimientos municipales chilenos.

En realidad, la situación del Norte Grande es para meditar. Las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama, no tienen ninguna escuela entre las mejores 200 de Chile.

Si bien a nivel macro los colegios particulares pagados volvieron a obtener los mejores resultados, es claro que mucho del resultado tiene que ver con la capacidad económica, traducida en más y mejores profesores, más horas de estudio; mejor acceso a libros y tecnologías, entre otras.

Pero esas condiciones también se reproducen en varios establecimientos del Norte y por eso llama la atención que permanentemente los tengamos en lugares de retaguardia (Simce y PSU) y pocas veces en los lugares de avanzada.

La educación es el vehículo más eficiente para saltar al desarrollo, para que las personas puedan crecer, pero a la luz de los hechos, en particular a los que menos tienen, que son los que más lo necesitan, les entregamos una instrucción que es paupérrima o deficiente. La duda instalada es si eso es extensible a otras dependencias que, considerando lo cobrado, tampoco destacan con un gran nivel.

¿Y dónde están las universidades, las autoridades, la clase política y las autoridades? ¿Dónde están los sostenedores, profesores, alumnos, las familias?

Basta de mediocridad. Se requiere abordar esta crisis que pocos visibilizan, advierten y tratan de corregir.