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Diez años trabajando por un Chile inclusivo

María Ximena Rivas
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En febrero de 2010 fue promulgada la Ley 20.422 y se creó el Servicio Nacional de la Discapacidad, Senadis. Durante esta década, nos hemos planteado enormes desafíos: promover la igualdad de oportunidades, inclusión social efectiva, participación y accesibilidad de las personas con discapacidad.

Estamos convencidos que visibilizar y posicionar la inclusión en nuestro país es fundamental para mejorar la calidad de vida de las 2 millones 800 mil personas con discapacidad, quienes son el centro de nuestro quehacer. Esto implica promover un cambio cultural respecto a la discapacidad, hacia una mirada positiva y desde un enfoque de derechos. Si bien todo cambio cultural toma tiempo, en estos años hemos avanzado en políticas públicas que benefician a las personas con discapacidad y sus familias.

En primera infancia, desde el 2012 desarrollamos un Programa de Atención Temprana. Este año estamos introduciendo mejoras para una intervención en tres dimensiones: educación, salud y desarrollo social. También hemos logrado avances en educación superior, contribuyendo a disminuir las barreras que enfrentan los jóvenes con discapacidad.

En materia legislativa, destaca la Ley de Inclusión Laboral, que establece una cuota de contratación para personas con discapacidad, y el Decreto 50 de Minvu, que incorpora obligaciones de accesibilidad universal. El desafío es lograr que la normativa vigente se cumpla en forma efectiva.

El 2019 iniciamos un nuevo programa de residencias para adultos con discapacidad, y avanzamos en la formulación de un programa para fomentar redes vecinales y locales de apoyo a personas con alta dependencia y sus cuidadores. Por primera vez desde el Estado estamos visibilizando esta realidad.

Para orientar el diseño de políticas y programas, es fundamental identificar quiénes son y dónde están las personas con discapacidad, para lo cual estamos implementando un Plan Nacional que garantice un acceso eficiente y eficaz al proceso de certificación. Asimismo, avanzar en nuevos beneficios para quienes estén certificados, como la liberación del tope de prestaciones en kinesiología y fonoaudiología, lo que se replicará en terapia ocupacional, que por primera vez se codifica en Fonasa.

Sabemos que no es suficiente, pero estamos comprometidos con promover el desarrollo integral de las personas con discapacidad en todos los ámbitos y etapas de su vida.

Ipsos: sube temor al desempleo y cae el pesimismo por el futuro del país

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La empresa Ipsos encuestó a 20 mil personas en 28 países para el estudio "Preocupaciones del mundo". Respecto a la misma medición publicada en diciembre, los temas que más les preocupan a chilenos son la desigualdad y pobreza (55%), corrupción (41%), educación (38%), que se mantienen casi iguales. La novedad aparece con la preocupación por el desempleo, en cuarto lugar y que subió seis puntos. Otra preocupación que experimentó una fuerte variación es la relativa a "crimen y violencia", que bajó ocho puntos en el mismo periodo y se mantiene en la quinta posición, mientras que quienes creen que "el país va por mal camino" bajaron de 82% a 76%.

Proyectan Imacec de 1% en enero y expectativa para el 2021 sufre recorte

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Los agentes de mercado consultado por el Banco Central en su Encuesta de Expectativas Económicas estiman que el Imacec de enero será de 1%. Con ello, la economía chilena llegaría a 1,2% en 2020, manteniendo la proyección de la anterior encuesta, aunque para el año 2021 solo calcula un crecimiento de 2,2%, mientras que lo estimado en la encuesta del mes pasado llegaba a 2,5%. En cuanto al Índice de Precios del Consumidor (IPC), los agentes pronosticaron que sería de 0,2% en febrero y de 0,4% en marzo. De acuerdo a ese cálculo, a diciembre de 2020 la inflación se situará en 3,2%, y la Tasa de Política Monetaria se mantendrá en 1,75% por al menos 17 meses.

ENTREVISTA. Rodrigo yáñez, canciller (s), y el impacto del coronavirus en las exportaciones:

"Las cerezas están en contenedores refrigerados y todavía pueden aguantar"

ECONOMÍA. El Gobierno hoy se reunirá con los empresarios para saber si redirigirán sus envíos al gigante asiático.
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Las relaciones diplomáticas entre Chile y China son de larga data, en 2020 cumplen 50 años y el gigante asiático es el principal destino de las exportaciones chilenas, concentrando el 32% de los envíos a mediados del año pasado.

El cobre representa el 76% de este mercado, mientras que las cerezas son el producto no metálico chileno más cotizado en el país asiático: el 75% de la producción fue vendido allá entre 2019 y 2020.

Sin embargo, la fruta es un producto perecible y, por ejemplo, en la Región de La Araucanía, el seremi de Agricultura Ricardo Senn mencionaba ayer que el brote de coronavirus en China significaría "la pérdida de 1.500 containers". Ante esto, el ministro (s) de Relaciones Exteriores, Rodrigo Yáñez, afirmó que "estas cerezas están en contenedores refrigerados y todavía existe espacio (temporal) para aguantar".

Hoy los principales gremios exportadores se reunirán en la Cancillería, en una nueva sesión de una mesa de diálogo público-privada que monitorea la emergencia, para analizar esta situación a través de medidas como la redirección de los envíos, además de una eventual ayuda humanitaria.

¿Cuáles son los problemas macroeconómicos que podría traer el coronavirus para las finanzas nacionales?

-Hemos visto que ha existido un impacto en el precio del cobre producto de esta crisis, y esto va a depender de qué tan larga sea y cuanto afectará al aparato productivo chino. Creemos que el Gobierno de Xi Jinping ha tomado las medidas adecuadas, por lo que esperamos que tengan efectos y que esta crisis sanitaria sea acotada en el tiempo. Los principales riesgos están en el menor precio del cobre, que representa un tercio de nuestras exportaciones a China y, también, una menor demanda que pudiese afectar a las exportaciones no cobre, como el vino, cuya demanda ha bajado. En segundo lugar, desde el punto de vista de la logística, los puertos están funcionando, aunque fluyendo de forma más lenta la distribución, liberación y apertura de los contenedores, pero la fruta y los productos están en la cadena de distribución. Esta semana hemos visto que los mercados se han ido reactivando paulatinamente, no a plenitud, pero se han ido recuperando, ya que la apertura de contenedores en puerto ha ido creciendo.

Este lunes terminaron las vacaciones por el Año Nuevo Chino y millones de personas volvieron a sus trabajos. ¿Esto favorecerá los envíos chilenos?

-Esperamos que se vaya normalizando la actividad económica además de la cadena logística, las próximas dos semanas serán muy importantes para poder determinar qué tan normal va a ser el día a día en las ciudades chinas.

Pérdida de fruta

¿Se ha podrido fruta?

-La principal exportación no cobre es la fruta y, en enero, el 90% de los US$690 millones (en total) son cerezas y la temporada está terminando. El 20% de estas cerezas están en contenedores refrigerados y todavía existe espacio (temporal) para aguantar por parte de los productores.

¿Qué ayuda se está prestando a los exportadores?

-Estamos respondiendo a los requerimientos de, por ejemplo, reemisión de certificados de Aduanas, SAG (Servicio Agrícola Ganadero), o liberar ciertas trabas sanitarias y regulatorias que pudieran existir en los mercados donde los exportadores han determinado que pueden redirigir sus envíos. Muchos de los certificados nuevamente emitidos son para redirigir la carga a otros puertos de China. Además, existe un atochamiento en ciertos terminales que ha hecho necesario destinar carga a otros lugares. Estas son decisiones de los exportadores, nosotros lo que buscamos es facilitar el proceso desde el punto de vista regulatorio para no ser un escollo más.

Esto podría también repercutir en el empleo...

-Esperamos que no lo haga. Creemos que el impacto económico del coronavirus, en el aspecto logístico, es bastante limitado, faltan todavía algunas semanas para el balance. Más nos importa el impacto que esto pueda tener en la economía de China, ya que si hay menor actividad económica va a haber menor consumo, menor producción, y eso significa menor demanda de cobre, de productos chilenos y, por tanto, incidencia en precios y en menores volúmenes exportados. Esperamos que eso no se de, el Gobierno chino también está preocupado de reactivar la economía. En la crisis del SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave) hubo un rebote en las finanzas chinas, por lo que estamos monitoreando día a día. Tampoco hay que olvidar que es una situación humanitaria delicada para un país importante para Chile y, por lo tanto, parte de la discusión es ver cómo podemos ayudar.

¿Qué medidas se podrían tomar en la reunión con los empresarios?

-En agenda tenemos levantar el estado, por cada gremio exportador, de sus productos en China y lo que está en tránsito; también ver oportunidades que los productores hayan identificado en mercados para redestinar esto, y necesidades de reemisión de certificados, junto con identificar barreras no arancelarias que puedan existir.

US$690 millones representan las cerezas enviadas por productores chilenos al mercado chino entre 2019 y 2020.