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Detienen ensayos clínicos de una vacuna para el ViH

SALUD. La decisión se tomó porque las evidencias indican que no era efectiva para prevenir la transmisión del virus.
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Los ensayos clínicos que se realizaban de una vacuna contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) han sido interrumpidos, debido a que las evidencias recogidas indican que no era efectiva para prevenir la transmisión del virus.

El Programa de Naciones Unidas del VIH/sida (ONUSIDA) indicó que esta decisión le fue comunicada por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

Según se detalló, en los ensayos no se encontraron indicios de que la vacuna no fuese segura, pero en cambio el análisis de los datos señalaba que no se estaban obteniendo los resultados buscados.

El estudio se estaba realizando en catorce lugares de Sudáfrica con la participación de 5.400 personas entre los 18 y 35 años que no tenían el VIH y que estaban siendo seguidas durante un periodo de 18 meses.

Los participantes recibieron seis inyecciones a lo largo de igual número de meses, con algunos que recibían la verdadera vacuna y otros un placebo.

Según la entidad de la ONU, se realizó un estudio del 60% de los participantes que habían estado en el ensayo por más de 18 meses y los resultados dieron con que 129 de los vacunados estaban infectados, mientras que en el caso de los que recibieron el placebo eran 123.

"Nos decepcionan estos resultados, pero se ha aprendido mucho que puede servir en futuros ensayos", indicó la responsable de ONUSIDA,, Winnie Byanyima.

Otros ensayos igualmente con vacunas se están realizado en distintas partes del mundo, entre ellos uno en el que participan personas transgénero y hombres que tienen sexo con otros hombres en América y en Europa. Asimismo se está probando una vacuna en mujeres de África subsahariana.

A pesar que durante estos ensayos se pone mucho énfasis en la prevención del contagio, alrededor del 4 % de mujeres participantes se infectan, lo que es considerado demasiado alto.

Ciencia

Estudio científico abre la posibilidad de detectar el cáncer antes que aparezca

SALUD. Ayer se dieron a conocer los resultados del proyecto Pan - Cancer que analizó a 2.600 personas que sufrían 38 tumores diferentes.
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Uno de los peores diagnósticos que una persona puede recibir es que tiene cáncer. Aunque gracias a los avances médicos la palabra ya no es sinónimo de muerte, necesariamente; sólo un 50% es curable tras varios tratamientos que incluyen la extirpación del tumor, sesiones de radio y quimioterapia.

A ello se suma la incidencia de la enfermedad: una de cada tres personas que lea esta nota lo sufrirá a lo largo de su vida. Y si hay que ser honesto, todos tienen algún familiar, amigo, colega o conocido con cáncer.

De allí la importancia de los resultados publicados por la revista "Nature" que compiló 22 artículos que dan cuenta del trabajo coordinado por el Consorcio Pan-Cáncer para el Análisis de Genomas Completos (PCAWG, en inglés).

Éste ha analizado el genoma completo de más de 2.600 personas que sufrían 38 tipos de tumores diferentes, lo que lo convierte en el retrato más detallado que se ha obtenido nunca de cómo y por qué surge cada tipo de tumor a nivel molecular y muestra el camino hacia nuevos tratamientos y métodos de diagnóstico. En palabras simples: se podría estar a la puerta de la detección del cáncer antes que aparezca.

El gran análisis

Las dimensiones y la complejidad del proyecto son difíciles de imaginar. Una persona es un conjunto de 30 billones de células, y cada vez que una de ellas se divide para generar una hija, debe copiarse el genoma completo, compuesto por 3.000 millones de letras perfectamente ordenadas y emparejadas (la A con la T y la C con la G), y que es su libro de instrucciones para la vida.

En ese proceso se cometen errores de copia casuales, que no son otras que las mutaciones. Es así como un humano puede acumular millones de éstas, pues la inmensa mayoría son inofensivas, pero una fracción ínfima son las que pueden desencadenar el cáncer. Identificar unas y otras es fundamental para entender mejor la enfermedad y diseñar nuevos tratamientos contra ella.

El cáncer es finito

La principal conclusión del estudio es que el genoma del cáncer es finito y se puede conocer. Por primera vez en la historia ha sido posible identificar todos los cambios genéticos que producen un tumor concreto, e incluso, ordenarlos cronológicamente para conocer su biografía.

Es así como se ha distinguido al menos una mutación causal para el 95% de casos analizados. De media, el cáncer necesita cinco mutaciones causales para aparecer, aunque varía mucho según el tipo de tumor. Cada una de ellas "puede ser una posible diana para el desarrollo de nuevos fármacos", resaltó Peter Campbell, miembro del comité directivo del proyecto, ayer tras dar a conocer los resultados.

"Lo más interesante de este proyecto es que nos permite empezar a identificar patrones recurrentes entre toda esta enorme complejidad", explicó

La acumulación de esas pocas mutaciones causales permite al cáncer crecer y evolucionar más rápido que las células sanas y es un proceso que puede tardar casi toda una vida. Aunque depende del tipo de tumor, el estudio muestra que algunas aparecen años o décadas antes de que se diagnostique la dolencia. Hay casos en los que la primera sucede durante la niñez, relató Campbell.

Por otra parte, y si bien los resultados del trabajo no van a mejorar el tratamiento del cáncer a corto plazo, el conocimiento que aportan es fundamental para la medicina de precisión, en la que los enfermos de cáncer pueden recibir uno u otro tratamiento en función de su perfil genético, argumentan los responsables del proyecto.

Poder identificar una o varias mutaciones causales de cáncer años o décadas antes de que se diagnostique el tumor abre un amplio margen de mejora, comentó Peter Van Loo, investigador del Instituto Francis Crick y coautor de uno de los estudios del consorcio, publicados en "Nature" y otras revistas científicas.

1.300 cienfíticos de 37 países han estado trabajando en el billón de letras de ADN para conocer el genoma.

38 tipos de tumores diferentes correspondientes a 2.600 personas fueron analizados en el proyecto.