Como viene siendo cada verano, cientos de carpistas acuden hasta las playas de Llacolén y el sector del Huáscar a acampar. Si bien esta permanencia no está prohibida durante el día, sí lo es la pernoctación en estos lugares al no existir condiciones mínimas para ello.

Así lo han denunciado vecinos de los edificios frente a esas playas, quienes dicen que en algunos casos se quedan durante toda la semana con celebraciones hasta altas horas de la noche y dejando grandes cantidades de basura.

Según explicó una vecina, "este sector no está diseñado para recibir a familias para veranear, por más de un fin de semana, y se quedan durante semanas. No tienen baños, agua, luz, nada, si te fijas son como minicampamemtos, no hay contenedores de basura suficientes y se llena todo de moscas. Traen palos y escombros para quemar todas las noches y debemos dormir y despertar con ese olor".

Fines de semana

Pese a este drama, algunos vecinos residentes del área destacan que la presencia de carpitas ha disminuido mucho en comparación con otros años.

"Hasta hace un par de años atrás esta zona se llenaba y era muy difícil sacarlos, incluso con marinos o carabineros, pues regresaban y volvían a armar sus carpas. Pero ahora ya hay mucho menos, aunque siguen causando problemas", dijo otra vecina.

Por su parte, una familia de carpistas dijo que la mayoría botan la basura en contenedores, que dejan todo limpio, diciendo que los vecinos del sector solo los acusan porque les arruinan la vista.

"Antes no había ningún problema por acampar en esta zona, pero llegaron las inmobiliarias, levantaron los edificios y claro, quienes viven allí no quieren ver que carpas entorpezcan su vista. No le hacemos daño a nadie, la mayoría de los problemas sanitarios que acusan son inventados. Pero bueno, cada año hacen lo mismo", explicó Alvaro Pastén, quien acampa con su familia.

Autoridades

Desde la Municipalidad ya habían anunciado un plan para evitar que se levanten nuevos asentamientos durante el verano en estas dos playas.

Ya la semana pasada el capitán de puerto Julián Aguirre, dijo que "estamos trabajando en un asunto que es una costumbre del norte de Chile, que no es legal de instalarse en carpas prácticamente por todo el periodo estival y en el mes de marzo vuelven a sus hogares. En este caso es complejo porque hay edificios y casas, es un sector habitacional que tiene al frente una playa que es el sector de Llacolén, donde ha habido un aumento de carpas con resultado de basura y bajas normas higiénicas que transgreden el sano convivir, por lo tanto trabajamos en mecanismos para erradicar esas malas prácticas".