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HCUA: un aporte en salud para el Norte

"Hicimos un gran esfuerzo económico en la remodelación del primer piso del edificio para brindar las condiciones óptimas". Luis Alberto Loyola, Rector Universidad de Antofagasta
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Cuando decidimos emprender el proyecto de concretar un Hospital Clínico desde la Universidad de Antofagasta para toda la zona norte del país, nuestra misión se tradujo en formar profesionales en el área de la salud que la región y el país necesita, así como dar la posibilidad de entregar atención médica a la comunidad con altos estándares de calidad y a bajo costo.

El camino no ha sido fácil y hemos logrado subsanar los errores iniciales, transformándolos en fuente de aprendizaje para mejorar el proyecto Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta (HCUA) y así cumplir con la responsabilidad que tenemos como Institución Estatal hacia el desarrollo de la región y el país.

Durante el año 2019, logramos entregar atención ambulatoria y de especialidades a alrededor de 9 mil pacientes, pertenecientes a Fonasa y particular. Hemos fortalecido las prácticas profesionales de los estudiantes del área de la salud.

Por otra parte, implementamos las especialidades médicas de obstetricia y ginecología, y radiología e imagenología, sumándose a pediatría. Esto siempre con la convicción de responder a nuestro propósito de formar capital humano avanzado, además de aportar al déficit de especialistas que la región y el país requiere.

Con seguridad podemos decir que seguimos avanzando, y hoy el HCUA entrega 16 tipos de atenciones médicas y 5 servicios clínicos, entre los que destacan la toma de muestras de laboratorio y la Unidad de Rehabilitación Física. Este 2020 comenzó con la implementación y marcha blanca del Policlínico de Urgencia para atenciones de mediana complejidad, un anhelo que con mucho esfuerzo pudimos concretar.

Recientemente hemos recibido desde la Dirección del Servicio de Salud de Antofagasta, la Resolución Exenta N°4090 de fecha 24 de diciembre de 2019, la cual inicia el procedimiento de invalidación de la Resolución Exenta N° 589, de fecha 19 de febrero de 2018, que aprobó el texto refundido del contrato de comodato entre el Servicio de Salud Antofagasta y la Universidad de Antofagasta por no ajustarse dicho servicio al DFL N° 36 de 1980 del Ministerio de Salud. El cual adiciona un nuevo desafío al proyecto, y que estoy seguro superaremos en conjunto con la comunidad regional.

Nuestra Institución respondió al Servicio de Salud, entregando todos los antecedentes que dejen sin efecto esta solicitud y nos permitan seguir avanzando .

Cabe destacar que todo este esfuerzo para la operatividad del HCUA, no sería posible sin el compromiso de quienes trabajan día a día por fortalecer el proyecto. Pese a esto, es necesario aunar las voluntades por parte de todos los actores que convergen en esta iniciativa. Por ello hago un llamado a las autoridades de gobierno y políticas, dirigentes de la sociedad civil y a la ciudadanía en general, a interiorizarse y apoyar este sueño de contar con un Hospital Clínico Universitario de alto nivel que beneficiará a la Región de Antofagasta y toda la zona norte del nuestro país.

Ni un peso más a TVN

"Ahora el Gobierno se ofrece como aval de que esta empresa pagará sus deudas, no obstante el dato de que arrastra pérdidas". Pablo Manterola Domínguez, Facultad de Ciencias Jurídicas UCN
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El pasado jueves 16, el directorio de TVN informó que el Gobierno se ha comprometido a servir de aval para la deuda de $ 50.000 MM que mantiene la emisora estatal. Se trata de un episodio más de una serie que ya acumula varias temporadas, al menos desde 2014. La crisis financiera del canal ha significado periódicos aumentos de capital, en buena medida provistos por el Estado (es decir, por todos los chilenos). El último tuvo lugar en 2018, por 65 millones de dólares. En pesos y calculando con un dólar de principios de 2018, este monto equivale al presupuesto nacional del año 2019 para el Servicio Nacional del Adulto Mayor, o el equivalente a la suma del presupuesto de la Superintendencia de Medio Ambiente y la Subsecretaría de Medio Ambiente; es algo superior al de la Agencia de Calidad de la Educación. Ahora el Gobierno se ofrece como aval de que esta empresa pagará sus deudas, no obstante el dato de que arrastra millonarias pérdidas desde hace varios años y que cada vez obtiene menos ingresos.

En tiempos de apuros económicos y de crecientes demandas sociales, esta decisión del Gobierno nos invita a reflexionar sobre el papel que están desempeñando varias empresas del Estado en la promoción del bien común; pero nos centraremos ahora en TVN. Una hojeada rápida a su programación permite concluir que el aporte al país es muy discutible. Naturalmente, existen contenidos que alguien podría considerar valiosos. Pero ¿vale la pena financiar "Carmen Gloria a tu servicio" o "Buenos días a todos".

El argumento que suele esgrimirse a favor de TVN es que la existencia de una señal estatal garantiza un mínimo de diversidad entre los canales. La verdad es que el control de un medio de comunicación por la autoridad política no suele ser garantía de pluralismo, sino todo lo contrario.

También se argumenta que un canal estatal puede desarrollar contenidos culturales poco atractivos económicamente, pero que redundan en un beneficio para la sociedad. La verdad es que, si un programa cultural no vende publicidad, es porque las personas no lo ven; y no tiene sentido tener un programa cultural que las personas no ven. Existe, finalmente, un doble peligro: la desidia de una administración negligente, que sabe que cuenta con el Fisco como salvavidas financiero; y la corrupción, tradicional compañera de la asociación entre poder político y poder económico.

¿Qué hacer? Después de 7 años de pérdidas y con todos los datos apuntando a que la TV es cosa del pasado, no podemos aceptar que, una vez más, nos vengan con el cuento de una reformulación del canal. Si una privatización se considera políticamente imposible, hay dos alternativas. La primera es el desmantelamiento, el cierre del canal como tal, y la consiguiente venta de sus activos mediante un procedimiento transparente. La segunda es… esperar. Dejar que el canal muera. Ir reduciéndola paulatinamente, para que el desmantelamiento sea digerible más políticamente. Propongo un leit motiv (para no decir consigna): "Ni un peso más a TVN".

Violencia y extravío en la sociedad

Inquietan los problemas que arrastra el gobierno y una oposición un tanto mezquina, pero más el deterioro de las relaciones humanas. Son pocos los que destruyen, pero muchos más los que aplauden y justifican la destrucción de mobiliario público, el ataque a empresas o las funas. Ese es uno de los peores síntomas del Chile actual.
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La violencia observada estos días tuvo síntomas previos en redes sociales, hace ya varios años. Chile enfrenta niveles de odiosidad, faltas de respeto y desapegos a la ley que son más que preocupantes, porque parecen estructurales y es lo que en el fondo hace más difícil la convivencia y la posibilidad de solución.

El drama de Chile se funde entre las incompetencias de un Estado que no puede garantizar seguridad y tampoco da plena respuesta a la necesidad de un nuevo pacto; las pequeñeces de una oposición que juega n búsqueda de la popularidad, pero principalmente por una parte de la sociedad que mueve los límites de una manera que resulta mala para todos.

Un ejemplo: si no se respeta a Carabineros -institución que ciertamente debe ser reformada- las posibilidades de recuperar la paz y poner fin a la violencia son más difíciles. Por estos días hemos visto imágenes insólitas e inaceptables, con policías atacados, sin posibilidad de defenderse de delincuentes. En cualquier parte del mundo la respuesta sería otra, mucho más dura, y la sociedad avalaría aquello.

Pero hoy la policía no puede hacer su trabajo, porque el gobierno es timorato e incluso la Justicia ha actuado de una forma inverosímil, intentando restarle garantías, enviando señales que tienen que ver más con lo político, que con el derecho, a sabiendas que se ha deteriorado la paz social.

No se trata de pasar por sobre los Derechos Humanos, sino de, garantizando aquello, proteger a la mayoría de unos pocos que solo buscan el caos y la destrucción.

Los chilenos hemos extraviado el encuentro, en estos ejemplos y antes en la posibilidad de enfrentar nuestras creencias, de darle valor a la educación, al profesor, dignificar la autoridad, empatizar con el otro.

Son los síntomas de un país anómico, sin propósitos, sin sueños, con demasiado egoísmo y que requiere comenzar a trabajar en una nueva sensibilidad a riesgo de retroceder años de esfuerzo de generaciones de chilenos que han construido un país mejor que el que teníamos.

Eso siempre se consiguió con respeto y trabajo, no con caos y remarcando los desencuentros.