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Aumentan consultas y licencias médicas por salud mental durante la crisis social

COMPIN. A partir del 18 de octubre los trabajadores han presentado cuadros de ansiedad y estrés.
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Daniel Contreras Palma

Marcela Guerrero se reincorporó hace algunos días a su trabajo tras una semana con licencia médica. Su diagnóstico: trastorno de ansiedad y estrés.

Un aumento del 22% a nivel nacional en las licencias médicas por salud mental durante las últimas semanas advirtió el Ministerio de Salud, como consecuencia del estallido social que se vive hace más de dos meses en nuestro país.

Los episodios de violencia a los que se han visto expuestas muchas personas, la incertidumbre diaria de no saber qué pasará con su fuente laboral, por ejemplo, sin duda ha generado un mayor estrés entre los habitantes de la región.

"Para quienes trabajamos en el sector centro, las constantes manifestaciones, saqueos y hechos de violencia nos han afectado mucho en el tema emocional. Hay una sensación permanente de inseguridad a la que estamos expuestos. Incluso, hubo un momento en que ya no quería venir a trabajar por el estrés que me significaba, así que opté por buscar ayuda psicológica", explicó la dependiente.

Tendencia

Según cifras obtenidas a través de la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (Compin), a nivel regional durante octubre el número de licencias médicas por patologías mentales aumentó un 15% respecto al mes anterior, emitiéndose un total de 2.444 documentos en ese periodo.

Sobre esta tendencia en materia de salud mental, la psicóloga clínica Ana María Crisoston, manifestó que un factor relevante que explicaría este incremento es la extensión de la crisis social, lo que a su juicio ha generado "mayor movilización emocional", sobre todo en la población adulta.

"Lo normal es que se produzcan cuadros de tipo ansioso, que son los más comunes. Sin embargo, debido a la extensión de la crisis social, esto ha producido varios problemas a nivel psicosomático. Tenemos trastornos de angustia, trastornos del ánimo. Esto ha movilizado también en especial a la población adulta mayor, porque obviamente ellos vivieron tiempos y circunstancias totalmente distintas a las de ahora, pero les evoca esos tiempos complejos que muchos experimentaron y por ende tienen algunos rasgos de tipo paranoia que es importante tomar en cuenta", aclaró la profesional.

Trabajadores

La especialista advierte que los cuadros de estrés y ansiedad también se han visto intensificados en aquellas personas que trabajan en zonas de alta concentración de manifestaciones y violencia, como es el caso de quienes trabajan en el centro de la ciudad.

"Esto también tenemos que ligarlo a la personas que trabajan en el comercio, en especial en la zona centro, que es la parte de la ciudad que se ha visto más vulnerada en este caso por las manifestaciones. Por ende, la gente está presentando muchos trastornos ansiosos, por lo que hemos estado trabajando con distintas empresas y sus equipos de trabajo para poder contener emocionalmente a las personas y que puedan seguir realizando sus labores de manera normal", enfatizó la psicóloga Ana María Crisoston.

La profesional agrega que "justamente esto ha producido el boom de atenciones que hemos tenido en el último tiempo, tanto nivel público como particular, principalmente de personas que presentan síntomas depresivos pero que en realidad están ligados en este caso a la angustia del momento y la ansiedad que les produce, por ejemplo, no saber cómo proceder en un eventual episodio de violencia que te puedas encontrar en la calle. Para nosotros como especialistas ha sido muy preocupante la explosiva demanda de atenciones que se produjo desde el 18 de octubre en adelante".

"Lo normal es que se produzcan cuadros de tipo ansioso, que son los más comunes. Sin embargo, debido a la extensión de la crisis, esto ha producido varios problemas a nivel psicosomático".

Ana María Crisoston,, sicóloga clínica

Estudiantes secundarios crean dispositivo para cargar celulares mientras se pedalea

PROYECTO. "Energy Bike" es un aparato que se puede conectar a cualquier bicicleta y generar energía limpia.
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Bajo la premisa que las necesidades son una oportunidad para emprender, cuatro estudiantes de enseñanza media del Liceo Industrial Eulogio Gondo Moneo desarrollaron un dispositivo que permite cargar un teléfono móvil utilizando una bicicleta como fuente de energía limpia.

Se trata del proyecto bautizado bajo el nombre "Energy Bike", ideado por los alumnos de la especialidad Mecánica Industrial Jorge Vivanco, Daniel Vega, Franco Lobos y Javier Carvacho, todos de 18 años, y quienes recientemente fueron premiados por su iniciativa en el marco de la segunda versión Efecto Eureka 2019, programa impulsado por Fundación Mi Norte, que busca despertar tempranamente en los estudiantes la motivación por desarrollar proyectos innovadores tendientes a solucionar problemas que afectan a la sociedad.

"La idea original era crear un celular antirrobo, pero nos dimos cuenta que era imposible. A partir de ahí decidimos darle una vuelta a nuestro proyecto y llegamos a la conclusión que otro problema que tienen los celulares, es que se descargan con frecuencia. Luego, el siguiente paso fue buscar nuestro público objetivo y ahí pensamos en la gente que anda en bicicleta y se les descarga el celular. Así fue como nació Energy Bike", resume Jorge Vivanco, uno de los creadores de la iniciativa.

Funcionamiento

Según explican sus diseñadores, el dispositivo (que se encuentra en su etapa de prueba) funciona a través de un dínamo (generador eléctrico) instalado en las ruedas de una bicicleta y que se alimenta de energía mientras se pedalea.

Junto con se generador de energía limpia, "Energy Bike" también se caracteriza su operatividad, ya que es transportable, liviano, se puede instalar en cualquier bicicleta y solo requiere de un cable USB para ser conectado a un móvil o a una batería externa.

"Nuestro objetivo por ahora es seguir desarrollando la idea para luego ver la posibilidad de comercializarlo en Chile y después apuntar a países donde el uso de la bicicleta es más común. También tenemos la intención de hablar con alguna marca de bicicletas para ver si les interesa nuestro dispositivo", enfatizó el estudiante.

Sus creadores calculan que el aparato tiene un costo de producción de entre 10 y 15 mil pesos, ya que no requiere de muchos elementos para su fabricación.