"Chancho Cero" o el elogio a la mediocridad universitaria
En "Chancho Cero: el otro libro", el dibujante, guionista y cocreador de 31 Minutos Pedro Peirano actualizó las claves para sobrevivir al delirio constante de los "estudios superiores".
El primer "Chancho Cero" era un cómic que entre el año 2000 y 2003 apareció en la contratapa de la Zona de Contacto, de El Mercurio. La tira la protagonizaban un grupo de universitarios que nunca entraban a clases y vivían en los pastos del campus tomando vino y la vida era "tan corriente de conciencia. (...) Cuando lo dibujaba tenía fresca la memoria de la universidad, ahora ni me acuerdo cómo inventaba esos chistes. (...) De hecho, en la primera historia pensé que se comían al chancho protagonista", dice el también creador de 31 Minutos recordando su obra.
En 2002 la tira cómica apareció por primera vez como libro. En 2015 fue reeditado "Chancho Cero: el libro", por Hueders, volumen que reúne las primeras cuatro historias de la saga. "Chancho Cero: el otro libro" va del quinto al octavo episodio. Hice como que Chile estaba perfecto ahora. Era un chiste, pero estaba subyacente el problema de la desigualdad", cuenta Peirano sobre la viñeta impresa en febrero de este año. Por ejemplo, "hay un diputado que les tira plata a los estudiantes y ellos están haciendo una manifestación para dar gracias: 'No necesitamos nada'. Este país sigue siendo exactamente igual a como lo dibujé hace unos años atrás".
Existencialismo
Peirano también es reconocido por ser uno de los creadores de los programas "Plan Z" y "Factor humano", ambos transmitidos por el extinto canal Rock & Pop. Cuando el periodista comenzó a armar la historia de los estudiantes "no sabía que iba a aparecer un chancho, de repente estaba dibujando y apareció y empecé a hacerlo", pero "nadie sabía que yo dibujaba y eso que yo juraba que todo el mundo sabía".
"Partí haciendo un cómic para niños en Las Últimas Noticias", recordó el autor. Después "(Gonzalo) Maza, que era el editor de la Zona de Contacto, me pidió una tira cómica medio inteligente, típico personaje que reflexiona sobre la vida. Traté de hacerlo, pero no me resultó. Y me acordé de cómo fue para mí la universidad, el asambleísmo: eran muchas voces, no una sola y no había ni un huevón inteligente diciendo algo, eran puros mediocres tratando de tener dignidad".
"Le ofrecí todo lo contrario: ¿Por qué no hacemos un cómic, que ni siquiera es una tira cómica, sino que continúa en una eterna aventura al borde de la viñeta? Todos tienen derecho a opinar acá. Y no hay ni uno inteligente, ni un Snoopy, ni un Charlie Brown", dice Peirano.
"Chancho Cero: el otro libro" parte con los clásicos trabajos de verano y Peirano es enfático al responder, con tono ofendido, que "¡jamás!" participó. "Armé esa historia con puros prejuicios. Creo que eran una porquería humana, pero nunca fui TAN porquería", razón por la que "pregunté a amigos que habían ido a trabajos de verano y decían que todo quedaba a la mitad. Por eso (en la tira) les pasan medio cartel, media mediagua. Era un mundo demasiado choro como para no hacer un capítulo".
Así avanza Chancho Cero, pasando revista a otros hitos inolvidables en la vida universitaria, como cuando la compañera matea se enamora, deja de tomar apuntes y a todo el curso le va mal: "Puede ser muy machista el cómic, pero el único personaje decente es una mujer", recalca el autor respecto de Malenita.
"Mis compañeros de la universidad siempre han pensado que Chancho Cero es una especie de documental, entonces no lo encuentran tan gracioso, porque era lo que nos pasaba, estudiar periodismo en la Chile era como estudiar nada, no como ahora, que tienen ramos con nombres, han avanzado. Nosotros pasábamos en los patios, los profesores nos preguntaban si queríamos entrar a clases, imagínate la monstruosidad", se ríe el escritor.
"Me pasó mucho que la gente pensaba que había un tipo que dibujaba Chancho Cero y que era espía de su carrera", agrega Peirano, quien en los agradecimientos del volumen afirma "este libro es un último adiós a la vida universitaria, y por eso lo dedico a todos mis compañeros de desventuras 'académicas'".
peirano
Por Valeria Barahona
Pedro Peirano puso a sus "monos" en la contingencia: al presidente del centro de alumnos, Moco Soto; a la matea Malenita, al disperso Chaleco, al tonificado Tomá y a un chancho que solo coopera con decidores "¡oink!". Todos, regados con ingentes dosis de "Vino Bacán". "Está muy actual esto de vivir un poco el mundo universitario que es ¿cómo convertimos un éxito en un fracaso? Porque no podemos ganar, no se sabe qué hacer con ganar, tenemos que ser eternas víctimas de algo", reflexiona el escritor y dibujante en el prólogo de "Chancho Cero: el otro libro" (Hueders), cuyo lema es "bienvenidos a La Pintehesa, ¡La Pintana y La Dehesa unidas en igualdad!".