A 50 días de iniciado el estallido social en el país, la intensidad de las movilizaciones pareciera ir en descenso, lo que se refleja en un menor número de marchas y manifestaciones.
Quizás la única excepción fue la intervención "Un violador en tu camino", realizada el fin de semana en la Plaza Sotomayor, y que contó una alta presencia de mujeres, quienes presentaron su trabajo sin que se registraran incidentes.
Un "receso" en el movimiento que para expertos y actores sociales responde a una nueva etapa del conflicto, donde el descontento y las demandas se mantienen, pero son demostradas de otra manera.
Los analistas también creen que después de semanas de intensas movilizaciones, es el momento de debatir las modificaciones que el país espera, lo que generará un cambio en la agenda del país.
La académica de la Escuela de Periodismo de la UCN, Francis Espinoza, observa una evolución positiva del movimiento, pues ha disminuido el nivel de violencia y vandalismo, pese a que estos últimos -aclara- no pueden asociarse con los reclamos de la mayoría.
"Siento que el periodo de catarsis pasó y esto se fue transformando desde las marchas pacíficas a manifestaciones culturales en las calles. Ahora existe una necesidad de ir informando a la ciudadanía de aspectos cívicos, pues hay bastantes charlas sobre política o Constitución", declaró.
Espinoza sí cree que las manifestaciones podrían tener un nuevo peak en marzo, pues al ser la mayoría liderada por jóvenes, tienden a mermar en periodos de receso.
Respuestas
El sociólogo César Trabucco, cree que la baja en la intensidad de las protestas responde a que las personas observan que se han concretado acciones para dar respuestas a las demandas sociales.
"Han habido acciones, no las suficientes todavía, pero que van en el sentido correcto. Por ejemplo, el incremento del sueldo mínimo y la reforma de las pensiones. Entonces, me da la impresión que el movimiento percibe que se están entregando respuestas", indicó.
Trabucco agrega que esto puede deberse también a que se entendió que quienes cometen actos vandálicos, en realidad están deslegitimando las demandas de la ciudadanía.
Por eso, cree que el movimiento ha sido más cuidadoso al salir a las calles, desarrollando expresiones más acotadas. Como la intervención de las mujeres afuera del Estadio Nacional o en la Plaza Sotomayor, la cual no da espacio para que ocurran desórdenes.
El director del Instituto de Políticas Públicas de la UCN, Cristian Rodríguez, lo asocia a que las crisis sociales y políticas tienen un tiempo limitado, entre que se produce la explosión (que va acompañada de violencia), y su desarrollo.
"Esto hace que, particularmente en este caso, los sectores medios se vayan restando poco a poco de esos procesos. Y empiezan a emerger otras formas de canalizar el descontento, como la expresión de las mujeres", declaró.
Rodríguez agrega que el momento más alto del movimiento ya pasó. Y destaca que las crisis son más breves, pero los procesos son más extensos.
"Lo que hizo esta crisis y lo que provocará en adelante, es un cambio en la agenda. Y los temas que se discutirán serán otros, de ajustes particularmente al modelo social que había en Chile", agregó.
El vocero de la ONG No Más Quemas, Víctor Silva, coincide en que el movimiento está mutando y que están surgiendo otras expresiones, como condenar la violencia a las mujeres.
"Creo que el movimiento se está expresando de otras maneras. Con intervenciones más creativas, con un sentido y alcance diferentes. Pero no creo que haya disminuido, porque se observa en las personas que todavía existe cierto nivel de incertidumbre por lo que vaya a ocurrir", expresó.