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Chadwick y la pena natural

"En caso de que el Senado vote a favor Chadwick queda inhabilitado para desempeñar cargos públicos por 5 años".
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La acusación constitucional contra Andrés Chadwick avanza y el abogado Luis Hermosilla, defensor del exministro del Interior señaló en el hemiciclo que en el fondo lo que se pretende es que Chadwick sea un "Chivo expiatorio".

El letrado no deja de tener razón, aunque tan ilustrativo como aquello, sería también la figura de un Cabeza de Turco, término que surgió durante las Cruzadas cuando los cristianos cortaban la cabeza de un turco la ensartaban en una lanza y los soldados le acusaban de todos los males.

Porque en el caso del ex ministro Chadwick, es como si se quisiera colgar su cabeza - si acaso ya no está en los carteles que se ven en las protestas- como grotesco trofeo del arte vandálico, en el centro de la recién bautizada Plaza de la "Dignidad" en Santiago de Chile.

En caso de que el Senado vote a favor de la acusación, Chadwick sufriría el castigo de quedar inhabilitado para desempeñar cargos públicos durante un lapso de cinco años.

Valga recordar que en una anterior acusación constitucional a una ministra su defensor señaló que es "equivalente a una pena de muerte en un tema penal", la hiperbólica analogía no deja ser apropiada, salvo por una cosa nadie se muere cinco años y después resucita, para hacerlo no es necesario llamarse Lázaro, sino más bien Yasna Provoste.

Pero ocurre con Chadwick, que como renunció a su cargo, una pena accesoria de cinco años de imposibilidad de acceder a cargos públicos, resultaría, entonces, un tanto innecesaria, en su caso operaria el concepto jurídico de pena natural o poena naturalis es decir, según Eugenio Zaffaroni y otros "al mal grave que el agente sufre en la comisión del injusto o con motivo de éste", en palabras simples es cuando un hombre al atacar a otro resulta muerto o herido, lo que se conoce como "castigo divino".

En el caso de Chadwick, vendría siendo haber lapidado su capital político de ser un hombre de Estado cuya destreza política era reconocida por amplios sectores.

Pero lo que buscan los acusadores es un castigo ejemplificador, que puede reflejar ya sea la poca confianza que tienen en sí mismos o el fundado temor que el próximo gobierno será también de la derecha y Chadwick tenga claras opciones de volver a ser ministro o de nuevo parlamentario.

Héctor Martínez Díaz

Periodista

10 años | 6 de diciembre de 2009

Proponen introducir la betarraga azucarera

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Enrique Balmaceda y Pedro Aguirre Cerda, presentan un proyecto a la Cámara de Diputados que consulta 3 millones 300 mil pesos para introducir en el país el cultivo de la betarraga azucarera y establecer una industria en Chiloé.

También se informa de reclamos de vecinos de calle Latorre por ruidos.


Cuatro muertos por


accidente aéreo

Cuatro efectivos de la Fuerza Aérea de Chile perecieron tras estrellarse el avión que piloteaban en la ladera sur del cerro "El Tolón", ubicado en las cercanías de San Fernando.

El avión B-26 pertenecía a la base de Cerro Moreno y los pilotos estaban destinados a esta ciudad, cumpliendo su entrenamiento.


Lionel Messi ganó su


primer Balón de Oro

El delantero argentino del FC Barcelona Lionel Messi recibió su primer Balón de Oro entregado por la revista France Football que le acredita como mejor futbolista del planeta, en un acto retransmitido por la televisión francesa que la Pulga aprovechó para reiterar sus agradecimientos a sus compañeros de equipo.

Rol del Estado en la seguridad

Es indudable que lo público deberá revisar la forma en la que aborda la seguridad. Esta debe ser más inteligente, predictiva y no más represiva o violando los DD.HH. Carabineros, Fiscalía y la Justicia deben comenzar un análisis de sus métodos y capacidades. Los graves hechos de violencia, tanto contra la propiedad, como las personas, obligan a cambiar los procedimientos.
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Distintas catástrofes han puesto en entredicho el poder y capacidad de control del Estado. El terremoto y tsunami de 2010, por ejemplo, tuvo una de sus partes más amargas en los saqueos que afectaron a Concepción, horas después de ocurrido el movimiento telúrico.

Ahora hemos tenido un nuevo ejemplo con el estallido social. Incendios, robos, saqueos y destrucción de propiedades, especialmente vinculadas al comercio, fueron la triste tónica de estos días, hechos que opacaron las demandas originales.

¿Quién debió proteger e impedir aquello? El Estado, que tiene el monopolio de la fuerza y cuyo principal objetivo es mantener el orden y paz social.

Eso se rompió, evidentemente por la cantidad de incidentes que afectaron a las principales ciudades del país. Resulta casi imposible controlar estos desbordes de violencia, totalmente inusitados en la historia nacional reciente.

Walmart, la gigante norteamericana y locatarios de ciudades como Antofagasta y Valparaíso, presentaron recursos contra el Estado, por el rol no cumplido en este ámbito, lo que deberá dirimir la Justicia.

Será tiempo para iniciar un debate para fortalecer a las policías, la inteligencia y reafirmar que hay ilícitos que se han normalizado y no pueden ser aceptados.

Marchas sin autorización, ataques a Carabineros, batallas en las ciudades, destrucción de mobiliario público. No son pocos quienes normalizan o justifican tales hechos, o los aprecian como algo necesario para crear ciertas condiciones favorables. Eso es un error grave y una violenta forma de operar que nada tiene nada que ver con la legítima posibilidad de manifestarse, lo cual debe seguir garantizado, pero siempre cautelando el orden, seguridad y respeto por toda la sociedad; no solo por los que protestan.

En definitiva, el Estado debe atender su fallo y entonces entrar en una severa introspección respecto de sus métodos. Se necesita otra forma de ejercer este rol, lo que implica que no todo puede ser mera represión con un tipo específico de delitos. Es necesario dar un salto. El país no quiere más víctimas de perdigones, inmuebles asaltados o vivir con temor.