Alejandro Ahumada R.
En el patio interior de la subcomisaría hay tantos escombros y restos de piedras que es casi imposible caminar por el lugar sin caer.
Restos de adoquines se confunden con vidrios, cadenas, metales, carros de supermercados y hasta improvisados escudos que fueron arrojados durante las horas más críticas del largo asedio al cuartel policial.
La cuarta jornada de ataques a la Subcomisaría Norte de la Plaza de Bicentenario, comenzó cerca de las 16 horas de la tarde del martes cuando el primer grupo de manifestantes -principalmente jóvenes- se congregó en las inmediaciones de la Avenida Bonilla.
Desde allí dirigieron sus ataques -principalmente mediante piedras y algunas molotov- las que se fueron incrementando en número conforme avanzaba la jornada.
Ingreso a la Plaza
Cerca de las 10 de la noche lograron llegar a las inmediaciones del recinto policial y romper parte de la única reja que separa al cuartel de la Plaza Bicentenario.
Según el reporte de carabineros, durante las casi 11 horas de enfrentamientos, resultaron 19 efectivos lesionados de distinta consideración, 4 vehículos policiales siniestrados y diversos daños a las instalaciones interiores, como el casino y bodegas. A esto se suman dos civiles heridos de gravedad, quienes terminaron hospitalizados.
"Por segundo día nos llovieron piedras, botellas con material inflamable e incluso balines que usaban con armas neumáticas. Lo más crítico fue cuando botaron la reja y quedaron a menos de 20 metros", señaló el capitán Pedro Durán, subcomisario del recinto.
Y es que el ingreso a la Plaza Bicentenario posibilitó el asedio del recinto policial durante mayor cantidad de horas. Entrada la noche, carabineros, afirmó que también hubo ataques con armas de fuego las que dañaron un vehículo fiscal ubicado en el frontis del recinto.
"Lo único que nos quedó es resguardarnos e intentar disuadir las agresiones en la medida de nuestros recursos. Gracias a la colaboración de bomberos contamos con mangueras y pitones que nos permiten sofocar las bombas que caen, pero a veces es tal la cantidad de piedras, que hacen muy riesgoso intentar apagar esos pequeños incendios", relata Durán.
"Tenemos planes de emergencia y evacuación, pero hay que entender que lo primero es evitar todo esto. No podemos permitir que nos quemen un cuartel, que nos sigan lesionando a algún carabinero. El único objetivo que vemos, la información que nos llega por distintas fuentes, es que el único triunfo de ellos es lograr quemar este cuartel policial", señala Durán.
Los cerca de 120 efectivos que se encontraban en el recinto al momento de los disturbios lograron dispersar a los manifestantes pasada la medianoche.
En el operativo fueron detenidos dos jóvenes por porte de bombas molotov, los que fueron pasaron a control de detención ayer en la mañana.
Heridos
En el pasaje Bonilla los restos del enfrentamiento están por todas partes.
Vecinos del lugar afirman que durante los disturbios los efectivos policiales también hicieron uso de armas de fuego.
Según los registros de la red de urgencia del Servicio de Salud de Antofagasta, durante las manifestaciones del martes se atendió a 64 pacientes heridos con diversas lesiones y hubo dos que resultaron hospitalizados: una persona por impacto de bala en la pierna y la otra por impacto de perdigones en su mandíbula.
El registro del INDH además indicó que hubo una tercera persona herida por proyectil, pero que fue atendida en el servicio de urgencia y derivada posteriormente a su domicilio.
"Carabineros puso esas barreras justo a la entrada del pasaje y eso creó un verdadero callejón para acá. Los niños corrían por acá. Vimos policías que disparaban y la gente arrancaba por cualquier parte. Era un caos", sostuvo una vecina del lugar.
Otros daños
El saqueo a la oficina del Registro Civil y la destrucción de uno de los principales accesos a la plaza, permitió, esta vez, el tránsito de manifestantes por todo el sector. Ello solo ayudó a facilitar las acciones de violencia contra carabineros.
El vandalismo también se trasladó hacia el gimnasio infantil que la CMDS poseía en el sector y que permitía entregar atención kinesiológica y nutricional a 80 niños con problemas de obesidad y sobrepeso.
"Teníamos máquinas, implementos deportivos que sacamos cuando empezó todo este movimiento. Dejamos algunas cosas. Habíamos dejado mensajes en las ventanas para que cuidaran, porque este era un lugar para los niños. Pero no sirvió. Quemaron los escritorios, mucha documentación y rompieron los vidrios y baños, no respetaron nada", comentó Verónica Rivera, kinesióloga encargada del recinto.
Junto con condenar el ataque, la directora (s) del Cesfam Juan Pablo II (institución responsable del Gimnasio Infantil), Cristina Honores, comentó que las terapias se continuarán realizando durante la jornada de la mañana en el mismo Centro de Salud Familiar Juan Pablo II, mientras que en las tardes se efectuará el trabajo en la sede social de la Villa Antonio Rendic.
La acción vandálica además afectó al recinto que los guardias de la Plaza Bicententario utilizaban como lugar de control, sala de estar y camarines.
El pequeño recinto que se ubica bajo el escenario, fue quemado y vandalizado en su totalidad. Durante la mañana, personal municipal reparaba el cierre del recinto.
"Este lugar lo usaban los trabajadores para resguardarse y dejar sus pertenencias. No tiene sentido romper esto", sostuvo uno de los guardias del sector.
"Nos llovieron piedras, botellas con material inflamable e incluso balines. Lo más crítico fue cuando botaron la reja y quedaron a menos de 20 metros".
Pedro Durán,, capitán Subcomisaría Norte
"Habíamos dejado mensajes en las ventanas, que este era un lugar para niños. Pero no sirvió. Quemaron los escritorios, rompieron los baños. No respetaron nada".
Verónica Rivera,, kinesióloga
19 carabineros heridos con lesiones de diversa consideración fue el saldo tras el ataque, los que se suman a los 29 lesionados del enfrentamiento del pasado jueves 21 de noviembre.
4 vehículos fiscales siniestrados resultaron tras el cuarto ataque que recibe la subcomisaría Norte desde que comenzaron las manifestaciones sociales en la región.
64 pacientes heridos atendió la red de urgencias del sistema público de salud. Dos civiles resultaron hospitalizados por impactos de bala y perdigones, respectivamente.