Silencio, polvo y olvido
Es doloroso comprobar lo que sucede con nuestros difuntos. Acostumbrado a ver los cementerios poblados de deudos, cargando flores, jarros y una escala, me llamó la atención la notoria ausencia que se registró en Cementerio General, el pasado "Día de todos los Santos".
Talvez, el feriado largo permitió "distribuir" a los deudos entre esos días libres. Pero aún así, pareciera que hay un desinterés por los que se fueron. Salvo en la gente de avanzada edad, que tiene arraigada la costumbre de visitar los cementerios, adornar sus tumbas, lavar las lápidas y hacer de dicho acto, como si el difunto estuviera "allí". Esta vez, pude ver sepulturas recientes, en doloroso abandono… Ni una mísera flor, siquiera.
Reconozco que son otros los tiempos que vivimos. Que los intereses y objetivos de esta nueva sociedad son otros. Y que en esta "nueva mirada del mundo", no están considerados "los que ya no están". Más aún, hoy -ante hechos acaecidos- los jóvenes aportan un "fue" que refleja otro aserto propio de los tiempos actuales: "lo pasado, pisado". Quiere decir que "no hay ni silencio ni polvo"… Solo "olvido".
Un ejemplo distinto lo ofrecen los cementerios de la pampa. Los pampinos tienen el corazón bien puesto. No hay distancia que impida a los deudos llegar hasta esas lejanas oficinas, llevando flores de latón, de papel o simplemente, flores naturales. No les importa el sol ni el viento. Ni la sed ni nada. Unos pintan, otros riegan… los pequeños juegan, inocentes. Los deudos se reúnen, se reconocen y se saludan emocionados. Hacen recuerdos, comparten las novedades y hasta llevan música para animar el momento. Una forma de ver la muerte como un "alejamiento" transitorio, porque los difuntos viven en la memoria de cada cual… Aquí hay "silencio y polvo", pero no "olvido".
Y la despedida llena el ambiente de dudas e incertidumbres. Por eso, los abrazos son sinceros, llenos de afecto, de calor… Los pampinos que visitan los cementerios -entrados ya en edad- se preguntan… ¿Nos iremos a ver el próximo año?
Jaime N. Alvarado García, profesor normalista, periodista, escritor