Gioneta de Nocera, italiana residente en Nápoles, ha tenido en 19 años de matrimonio 62 hijos en la siguiente forma: en nueve años tuvo once partos de a tres niños cada uno; luego tuvo tres partos de a cuatro niños y en una ocasión tuvo cinco varones y una hembra. Diez años más tarde tuvo uno cada año.

Entregan local de la

Universidad del Norte

Su renuncia indeclinable presentó ayer el rector interino de la Universidad del Norte, Alfonso Salas Valdés, la que fue aceptada por el Consejo superior. En su reemplazo se nombró al vicerrector Miguel Campo Rodríguez. Luego de esto, los docentes y alumnos que se tomaron el local, entregaron las dependencias.

CEP pronostica segunda vuelta entre Piñera y Frei

Los resultados de la CEP posicionan a los candidatos presidenciales Sebastián Piñera y Eduardo Frei como los favoritos para la elección de diciembre. El sondeo, que era esperado con ansias en el mundo político, otorgan al candidato de la Alianza por Chile el 36% de la intención de voto, 10 puntos más que al oficialista.

Durante tres semanas los chilenos hemos estado expuestos casi de manera constante a una enorme cantidad de estímulos que tienen el potencial de provocar trastornos importantes en nosotros.

Escenas de violencia, desórdenes, odio e intolerancia transmitidas por televisión y redes sociales o bien presenciadas directamente por las personas en la calle o en sus propios barrios, se están transformando en una pesada carga que ha cambiado drásticamente nuestras rutinas y nuestra vida.

Colegios sin clases, jornadas de trabajo que concluyen abruptamente por temor a incidentes, cacelorazos, el sonido de un helicóptero retumbando en nuestras cabezas, son cosas nuevas para la mayoría de nosotros, y nos exponen a problemas que mucho vale la pena considerar.

Distintos expertos han concordado en que el ambiente social crispado que estamos viviendo hace ya 24 días no es inocuo.

Angustia, sensación de incertidumbre, miedo son sentimientos naturales en momentos como los actuales, y eso debe ser conocido y manejado a tiempo para evitar males mayores.

¿Pero qué hacer? responder aquello es complejo, pues tales estímulos afectan de manera distinta a cada persona. Sin embargo, hay medidas oportunas para todos los casos.

Una de ellas es generar espacios de conversación en los hogares, donde cada persona pueda contar lo que le pasa y contrastar esas sensaciones con las del resto. En el fondo, no aislarse, sino al contrario, hacer de esto una experiencia reflexiva y solidaria.

Reanudar ciertas actividades de interés, por ejemplo, en otros horarios o lugares, es también una medida que está al alcance y que ayuda a sobrellevar mejor un periodo tan intenso y angustiante.

Y con los niños, la preocupación sin duda debe ser mayor. Ellos tienden a hacer interpretaciones literales de lo que reciben, y por ende, habrá que saber filtrar ciertos contenidos, aunque nunca negarles que algo extraordinario, y no necesariamente malo, está ocurriendo en el país.

Si antes de las movilizaciones preocuparse de la salud mental era una necesidad urgente, hacerlo ahora es sencillamente un asunto impostergable.

Sin duda que, al margen de lo que aparece con mayor frecuencia como demandas ciudadanas frente a los males sociales, una de las cuestiones que el país debe resolver es el tema constitucional. Con independencia de la discusión sobre la legitimidad de la actual Constitución o su rigidez para hacer imposible muchos de los cambios a que gran parte de la gente aspira (lo que ameritaría un análisis con mas detalle), no tengo ninguna duda que, por primera vez en los dos últimos siglos se ha generado una mayoritaria convicción nacional de que es necesario un cambio constitucional. Por cierto que es un asunto de la mayor complejidad: se trata de consignar como se ejerce el poder; quienes lo detentan, cuales son sus atribuciones y limitaciones, los mecanismos de contrapeso entre ellos y , de la mayor importancia, los derechos ciudadanos, así sean individuales o colectivos. No debemos olvidar que el constitucionalismo arranca históricamente como instrumento de defensa del individuo frente al Estado.

Partiendo de la base que la Constitución es la ley suprema, no existe norma superior a la cual someterse para aprobarla. Emana directamente del soberano, es decir, del pueblo, lo que significa que cada persona habilitada para sufragar, la exprese, votando. El gran tema es la pregunta siguiente: ¿como se hace ? Porque si no se pone atención en este punto, mañana bien podría objetarse de ilegítima, tal como ocurre con la actual. El punto radica entonces en encontrar el mecanismo que revista la mayor legitimidad.

En este punto rescato el proyecto de Reforma Constitucional presentado el año 2017 por la Presidenta Bachelet y que alcanzó a avanzar en los denominados Cabildos ciudadanos que reunieron según las informaciones que menciona el mensaje a alrededor de 200.000 personas hasta el término del respectivo gobierno. El proyecto establece que "el Congreso Nacional, con el voto conforme de las dos terceras partes de los diputados y senadores en ejercicio, podrá convocar a una Convención constitucional para la elaboración de una nueva Constitución". Aprobado lo anterior, mediante una ley orgánica constitucional, se regulará la convocatoria a la Convención, su composición, el sistema de elección de sus integrantes, su funcionamiento, los mecanismo de participación ciudadana y otros; posteriormente, el texto aprobado se someterá a plebiscito, señalándose en el texto del proyecto en comento que el voto será obligatorio.

Quiero finalmente detenerme en este punto. La forma para configurar la composición de la Convención y la posterior ratificación plebiscitaria no puede ser otra sino el sufragio universal. No olvidar que la regla primera de la democracia es, precisamente, un ciudadano un voto.

Rubén Gajardo Chacón

Decano de la Facultad de ciencias jurídicas de la Universidad de Antofagasta