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México y Argentina, ¿nuevo eje progresista en América Latina?

POLÍTICA. Analistas dan cuenta que Manuel López Obrador y Alberto Fernández presentan "una coincidencia en el estilo de liderazgo populista".
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Eduard Ribas

Una semana después de ganar las elecciones de Argentina, Alberto Fernández viaja a México para una reunión este lunes de carácter privado con el presidente Andrés Manuel López Obrador, certificando así el interés por formar un eje progresista inédito que uniría a los dos extremos de América Latina.

"Ambos quieren mandar un mensaje de afinidad ideológica, ya que ganaron sus elecciones abanderando la causa de la muerte del neoliberalismo y les interesa construir una alianza regional", dijo a Efe el coordinador del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Khemvirg Puente.

De momento no se conocen muchos detalles de la reunión, si bien la Presidencia confirmó a Efe que tendrá lugar este lunes y será de carácter "privado". Es decir, sin la ceremonia habitual con la que se reciben mandatarios que ya asumieron oficialmente el cargo.

Según Puente, tanto López Obrador, que preside México desde el 1 de diciembre, como Fernández, que asumirá el poder en Argentina el 10 de diciembre, presentan "una coincidencia en el estilo de liderazgo populista".

Con el cambio político, Argentina se convertirá en la potencia política y económica regional de mayor cercanía ideológica con el Gobierno de López Obrador, pues ambos se autodefinen como izquierdistas aunque marcan distancias con el socialismo del siglo XXI abanderado por Venezuela.

"Se abre una oportunidad para México por descarte, ya que ni Bolivia, ni Cuba ni Venezuela son aliados posibles por su carácter autoritario", opinó para Efe Gustavo López Montiel, especialista en economía y relaciones internacionales del Tecnológico de Monterrey.

Además, ninguno de los dos países aplica políticas cerradas al libre mercado, y Argentina necesita hacer frente al préstamo de 56.300 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI) que recibió para enfrentar sus dificultades económicas.

En este contexto de dificultades, no es de extrañar que Fernández visite a la segunda economía de América Latina, por detrás de Brasil, cuyo presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, desprecia el peronismo argentino.

El profesor del Tecnológico de Monterrey advirtió que la alianza entre México y Argentina puede ser "peligrosa" para López Obrador.

Y es que la próxima vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, quien ya gobernó el país entre 2007 y 2015, afronta acusaciones de corrupción, mientras que para el presidente de México es prioritario el combate contra la corrupción.

MÉXICO y AMÉRICA LATINA

Aunque López Obrador ha desdeñado la política exterior y no tiene previsto llevar a cabo ningún viaje al extranjero por ahora, no cabe duda de que su Gobierno se está fijando más en América Latina que sus predecesores, cuya agenda se centraba básicamente en la relación con Estados Unidos.

En los últimos meses, el mandatario mexicano ha recibido en Palacio Nacional a los mandatarios de El Salvador, Nayib Bukele; de Honduras, Juan Orlando Hernández; de Guatemala, Jimmy Morales; de Cuba, Miguel Díaz-Canel; de Costa Rica, Carlos Alvarado; y de Panamá, Laurentino Cortizo.

Asimismo, felicitó por teléfono a Fernández por su victoria en Argentina y a Evo Morales por ganar las elecciones de Bolivia, a pesar de la polémica en torno al recuento de votos en el país suramericano.

"López Obrador quiere voltear a ver a América Latina porque no puede tener una comunicación fácil con Estados Unidos, que fue la agenda prioritaria de (sus antecesores) Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón, Vicente Fox y los anteriores", sostuvo Puente.

Sin embargo, los expertos coincidieron en que esta cercanía es más bien simbólica por los lazos culturales e históricos entre países latinoamericanos, y descartaron que López Obrador pretenda ejercer un liderazgo en la región.

López Montiel opinó que el presidente mexicano se mantendrá invariable en su visión de que "la mejor política exterior es la interior" y delegando al canciller mexicano, Marcelo Ebrard, la presencia en las cumbres internacionales.

Perú acelera su inversión pública para crecer al 3 %

ECONOMÍA. Gobierno dice "condiciones internacionales se están deteriorando".
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Con un entorno internacional complicado Perú está jugando una de sus últimas cartas, la inversión pública, para acelerar su ejecución y conseguir que el producto interno bruto (PIB) crezca 3 % en el 2019, afirmó la ministra de Economía peruana, María Antonieta Alva, en una entrevista publicada este domingo.

La titular de Economía reconoció que "definitivamente, las condiciones internacionales se están deteriorando, eso no juega a favor", en declaraciones al diario El Comercio.

Alva indicó que lo que Perú tiene como "margen de maniobra" es la inversión pública.

"Entonces, ahora estamos tratando de dar celeridad a la ejecución de la inversión pública", precisó.

Recordó que el Gobierno del Presidente Martín Vizcarra ha dado un decreto de urgencia para que gobiernos regionales puedan reasignar el presupuesto.

Y que también están considerando recuperar el Bono de Incentivo para la Inversión, que representa un presupuesto adicional a los gobiernos regionales que cumplan sus metas de ejecución.

La celeridad de la inversión pública debe impactar en el primer trimestre del 2020, en el que la expectativa de crecimiento del PIB sube a 4 %, según explicó la ministra peruana.

"Estamos trabajando en una propuesta que creo que tendremos lista en un par de semanas, aproximadamente 12 medidas para dar celeridad a la ejecución del Plan Nacional de Infraestructura en términos de gestión de interferencias, licencias, declaración de interés de proyectos para que la parte de los terrenos llegue más rápido", afirmó.

Alva declaró que el 2020 va a ser un año "de comenzar a ordenar la casa para tener una entrega ordenada del 2021", en que culminará la gestión de Vizcarra y se celebrarán las elecciones presidenciales.

La titular de Economía expresó, al ser consultada sobre el modelo económico en el país, que "el gran problema del Perú es que todavía la gente no vale lo mismo", al reconocer las desigualdades sociales que han generado protestas en otras naciones de la región.

Con respecto al cuestionado proyecto minero Tía María, de la empresa Southern Perú Copper, filial del Grupo México, Alva repitió que la propuesta del Gobierno es el diálogo, dado que las poblaciones aledañas, dedicadas a la agricultura, rechazan su ejecución y llevan adelante un paro.

"No es rentable para nadie que las inversiones se estén interrumpiendo. Por eso creo que sí, el Gobierno considera que tienen que darse las condiciones para iniciar la operación", dijo.

El sábado, el jefe de Estado afirmó que "si bien hay una decisión del Consejo (Nacional de Minería, a favor de la licencia de construcción), mientras no haya condiciones sociales no se podrá hacer la ejecución del proyecto Tía María, eso queda absolutamente claro".