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La "Roja" Sub 17 cayó ante Corea del Sur y ahora deberá esperar resultados

MUNDIAL. Chile estuvo a un gol de la clasificación directa, pero no pudo ante los asiáticos y vuelve el fantasma de la calculadora para avanzar a octavos de final.
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A la "Roja" Sub 17 le bastaba un empate ante Corea del Sur para sellar su clasificación a los octavos de final del Mundial de Brasil. Sin embargo, la escuadra de Cristian Leiva hizo un muy mal partido y cayó por 2-1, hipotecando sus chances y debiendo esperar resultados.

La "Roja" tuvo un arranque de pesadilla: Al minuto de juego, Paik Sang-Hoon remató desde la entrada del área y un rebote descolocó a Julio Fierro para el primero.

Chile no se encontraba dentro del campo. Gonzalo Tapia estaba desconectado, Alexander Oroz desaparecido y Vicente Pizarro se veía sobrepasado en la mitad de terreno.

Tan mal estaba el elenco nacional, que Corea del Sur aprovechó esto. A los 30' y tras la revisión del VAR, Hong Sung-Wook marcó de cabeza tras un tiro de esquina y seguía desdibujando a los criollos.

Eso sí, en el minuto 40, Oroz agarró un balón en la entrada del área y con un zurdazo cruzado puso el descuento. Así se fueron al entretiempo.

En el complemento, Corea del Sur se refugió en su área y Chile comenzó a llegar. Tapia desperdició un par de oportunidades y luego el encuentro se tornó opaco y sin intensidad por parte de ninguna de las dos escuadras.

Con esto, Chile queda tercero del Grupo C con 3 puntos y su posible clasificación como mejor tercero dependerá de otros resultados, los cuales se sabrán este domingo. Francia es líder con 9 unidades y los asiáticos su escolta, con 3, mientras que Haití cierra la zona con 0 positivos.

3 puntos tiene Chile en el Grupo C. Francia lidera con 9 unidades. Segundo es Corea y tercero la "Roja".

Matías Petersen

Reformas institucionales para Chile: las regiones

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Lo que estamos viviendo en Chile se ha venido incubando hace años. La ciudadanía manifiesta una sensación de malestar y descontento profundo. Si bien la desigualdad económica es parte del problema, hay también desigualdades sociales, territoriales y políticas. Además, los chilenos se sienten vulnerables ante una serie de riesgos vitales que pueden transformar sus vidas: una enfermedad o la pérdida del trabajo. Finalmente, los ciudadanos perciben una asimetría respecto de los castigos que deben enfrentar quienes atentan contra las reglas del juego: cuando un ciudadano medio rompe las reglas enfrenta toda la fuerza de la ley; cuando lo hace un empresario, se le "castiga" con clases de ética. En suma, consignas como "no más abusos" revelan una demanda ciudadana por igual trato y dignidad.

Se ha afirmado, con razón, que la salida a la crisis debe ser institucional. Pero, pareciera que nuestra institucionalidad lleva años sin poder canalizar lo que hoy vemos en las calles. Así, nos enfrentamos a una paradoja: articular una salida a nuestra crisis social pasa, en gran medida, por la institucionalidad política; pero dicha institucionalidad se encuentra en crisis.

¿Cómo salir de esta situación? Sería apresurado e ingenuo intentar reformas políticas profundas en el corto plazo. Por lo mismo, es clave dar una señal clara con una política social que se haga cargo de la demanda por dignidad. Al mismo tiempo, urge buscar mecanismos que, en el mediano plazo, logren encauzar las inquietudes de las personas. Por de pronto, sería pertinente evaluar hasta qué punto el nuevo sistema electoral ayudó a mejorar la representación del Congreso. No obstante, es fundamental mirar más allá; hay que contemplar también la institucionalidad territorial. ¿Hasta qué punto el actual sistema político representa correctamente las diferencias regionales del malestar? En este sentido, la descentralización representa una oportunidad. En la medida que nos tomemos en serio esta discusión, será posible apuntar hacia un diseño institucional que entregue una mayor representación territorial al sistema político a través de los gobernadores electos.

El país enfrenta una situación compleja; sin embargo, una institucionalidad más descentralizada pareciera ser el norte hacia un sistema que a largo plazo sea capaz de identificar y reaccionar a la multiplicidad de problemas que enfrentan los chilenos.

"¿Hasta qué punto el actual sistema político representa correctamente las diferencias regionales del malestar?".

*CMatías Petersen es director de Investigación de IdeaPaís y director del Magíster en Estudios Políticos U. de los Andes.

"El desafío es enfrentar estas cosas dentro de la Ley"

CRISIS. Julio María Sanguinetti, ex Presidente uruguayo, habló sobre Chile.
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El expresidente uruguayo Julio María Sanguinetti aseguró que la crisis social en Chile no derivará en una revolución, al tiempo que achaca lo ocurrido en nuestro país a lo que llama "los dolores del crecimiento" de una clase media que viene de un pasado de "gran desigualdad".

"No estamos en camino de una revolución, estamos en camino de reclamos y de los dolores de crecimiento. En Chile se ha generado una clase media pero arrastra un pasado de gran desigualdad y eso a veces aflora en la impaciencia de la gente que quiere mejorar aún más", dijo el exmandatario, de 83 años, a la agencia Efe.

Piñera y bachelet

Sanguinetti, gobernante de Uruguay entre 1985 y 1990, y de 1995 a 2000), dijo que a Sebastián Piñera se le encendió inesperadamente "una chispa" por el alza del precio del Metro de Santiago, que después fue anulada, y se produjo "toda una revuelta, en la cual luego que está en la calle aparece el violento, el fundamentalista, el pequeño grupo organizado".

Recordó que, durante sus dos mandatos, Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018) también tuvo que afrontar "las enormes revueltas estudiantiles producto de un sistema que era muy injusto en la educación". "La demanda de educación en Chile ha sido muy fuerte en estos últimos años, y ha ido mejorando, no lo suficiente, y ahí está el desafío de la democracia, de poder enfrentar estas cosas dentro de la ley, dentro del marco del Estado de Derecho", aseveró.