El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, celebró ayer el inicio del diálogo entre el Gobierno de Ecuador y las organizaciones indígenas, a quienes pidió trabajar "de buena fe" para lograr una solución a la crisis que, en 10 días, ha cobrado siete vidas y cientos de heridos, razón por la cual la capital, Quito, permanece con toque de queda.

El debate entre el Ejecutivo y los manifestantes indígenas, que se inició al cierre de esta edición, será mediado por la ONU y la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, y buscará poner fin al conflicto que se inició luego de que el Ejecutivo suprimiera subsidios a los combustibles y tomara otras medidas económicas para cumplir condiciones de un crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Reunión

La reunión fue en la Unidad Educativa Salesiana "Cardenal Spellman", un colegio del sector de San Patricio, a unos 30 kilómetros al sureste de Quito.

Se sumaron la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), los Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador (Feine) y la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), que son las mayores agrupaciones en el país.

Luego de un minuto de silencio por las víctimas fatales que han dejado las protestas desde que se anunció el decreto 833 pactado con el FMI, y que se iba a incluir en la negociación, Lenín Moreno dijo; "Espero que en conjunto podamos analizar, revisar, llegar a conclusiones y que esas conclusiones sean incluidas en el nuevo decreto que sustituya al anterior, que lo mejore, lo perfeccione, que esté enfocado a estabilizar el país y a estabilizar las cuentas fiscales del país".

El mandatario agregó que buscaría llegar a acuerdos "que se transformarán en un nuevo decreto perfeccionado, que permita canalizar los recursos hacia quienes más lo necesitan".

Solución

Guterres, en tanto, había llamado "a todos los actores para que se comprometan a un diálogo inclusivo y efectivo, y trabajen de buena fe en busca de una solución pacífica a los importantes retos que enfrenta el país", dijo.

El diplomático portugués pidió a todas las partes que "reduzcan las tensiones, eviten actos de violencia y actúen con la máxima moderación".

En la tarde de ayer, mientras se esperaba el comienzo de la reunión, grupos de manifestantes se enfrentaron nuevamente a la Policía en hechos que, a lo largo de diez días, han dejado al menos siete personas fallecidas, 1.152 detenidas y 1.340 heridas, según la Defensoría del Pueblo.

1.152 personas detenidas reportó ayer la Defensoría del Pueblo de Ecuador.

1.340 heridos han dejado los diez días de manifestaciones, iniciadas el 3 de octubre.

7 personas han muerto en Ecuador desde que se iniciaron las protestas indígenas.