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Debate por fondos en las AFP

Se trata de una discusión derechamente política, como lo son estos tiempos. Pero la política debe comprometerse con la realidad, porque lo otro es populismo. Los recursos, malamente, no son infinitos. Si alguien supone lo contrario, necesita un golpe de realidad. Pero ya entramos en una puja que difícilmente tendrá retorno. Aquí se abrió una caja de Pandora.
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Una enorme discusión abrió la solicitud de la profesora María Angélica Ojeda, quien pidió retirar sus fondos previsionales, administrados por una AFP. El asunto, inéditamente, fue despachado en consulta desde la Corte de Apelaciones de Antofagasta, hasta el Tribunal Constitucional.

El asunto es extremadamente atractivo desde lo jurídico, toda vez que parece una colisión evidente entre dos derechos. El de propiedad, consagrado en la Constitución y la Ley que regula las AFP.

Debe decirse que los fondos administrados por las AFP, son de propiedad del ahorrante, eso nadie lo discute, pero evidentemente están construidos con un fin específico: construir la pensión para la vejez.

Esto no es una cuenta de ahorro que el usuario pueda disponer ante una emergencia, o para cumplir sus deseos contingentes. Porque debe decirse que si así fuera, es decir, si cada ahorrante decidiera disponer libremente de sus fondos, las posibilidades de malgastar los recursos serían altísimas.

Y aquello es -cómo no- una decisión política, una de las tantas arquitecturas que modelan la sociedad. No se trata, entonces, de la "verdad", se trata, en este caso y en cualquier otro ordenado por la ley, de lo que se estima que es mejor para el bien común.

Casos como el de la profesora son dramáticos y seguramente hay muchos más, pero esto no significa que debamos legislar en función de casos específicos.

Hay que tener muy claro un asunto: perfectamente, al cabo de unos años, podemos terminar con miles de personas reclamando sus fondos y consecuencialmente con el Estado, es decir, todos nosotros a través de impuestos, debiendo asumir los gastos que significarán más pensiones.

Habrá que reconocer, entonces, que esta es una discusión política, con impacto desde y en lo económico, pero política y como tal, no pueden soslayarse ni sus efectos ni motivaciones.

Las AFP pueden mejorar, claro que sí, las pensiones son bajas, claro que sí, pero aquello no es producto de la mala voluntad de unos pocos, no es el resultado de un complot, sino la consecuencia de la realidad laboral del país. Lo demás es pura ilusión.

Falso dilema: ¿Minería o Diversificación?

"La experiencia de desarrollo minero de la Región en los últimos 30 años es un caso valioso para sacar buenas conclusiones". Fernando Cortez Guerra, Gerente General Asociación de Industriales de Antofagasta
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Enfrentados a la pregunta de cuál es uno de los principales desafíos futuros y estratégicos de la Región de Antofagasta, es tradicional que los opinantes subrayen en su respuesta a "la diversificación productiva", agregando y enfatizando que Antofagasta "debe dejar de ser una región monoproductora y extractivista". En la gran mayoría de los casos, no se refieren ni tangencialmente al cómo debería lograrse tal diversificación. En esta mirada, minería (especialización) y diversificación aparecen como opciones contrapuestas, por lo que el dilema estratégico sería ¿minería o diversificación?

No tengo recuerdo de haber escuchado a alguien o alguna institución, alguna vez, que plantee que el desafío estratégico de nuestra región es mantenerse o consolidarse como mono o mineroproductora. El objetivo de la diversificación es obvio.

Es más, cuesta imaginarse que alguna región del mundo, incluso aquellas más diversificadas económicamente, no se planteen fortalecer su aparato productivo incorporando o desarrollando nuevos sectores o subsectores a su economía.

Por lo anterior, resulta más o menos evidente que lo interesante de este tema no es proponer repetitivamente "hay que diversificar la economía". Esta temática se torna realmente desafiante y atractiva cuando pasamos de la problemática a la solucionática; es decir, ¿qué debemos hacer para diversificar la economía? ¿cómo incorporamos nuevos sectores productivos y competitivos a nuestro aparato productivo? ¿cómo se pasa de un modelo de producción especializada a un modelo con mayor grado de diversificación? ¿debemos elegir entre minería y diversificación?

La experiencia de desarrollo minero de la Región de Antofagasta en los últimos 30 años es un caso valioso para sacar buenas conclusiones frente a este desafío estratégico.

Por un lado, el crecimiento de la industria minera ha demostrado tener una gran capacidad para desarrollar directamente nuevos y estratégicos sectores productivos; por ejemplo, energía, servicios portuarios, desalación de agua de mar, proveedores industriales y de servicios especializados. Por otro, este proceso ha demostrado la necesidad de una estrategia pública y privada capaz de liderar, coordinar y reportar el avance en esta clusterización. Esta experiencia demuestra que minería o diversificación es un falso dilema.

Los avances en la estrategia minerodiversificadora mantienen aún un alto grado de dependencia de la industria motriz y no consolidan diferenciación tecnológica e integración a nuevos mercados, salvo excepciones. En estas direcciones, bajo un liderazgo robusto de clusterización, debemos seguir avanzando.

Remodelación del Parque Brasil

"La carencia de sombreaderos es una exclusión inexcusable". Carlos Tarragó, Presidente de Corporación Proa
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En una anterior columna, me referí a esta obra, reconociendo positivamente la iniciativa de remozar integralmente el más importante pulmón verde que tiene la ciudad, ya que hacía décadas que dicho espacio público no había recibido una inversión importante. Lamentablemente, el actual diseño, redujo la superficie de área verde con que contaba el antiguo parque. Al respecto, hasta el momento me extraña no haber escuchado los airados reclamos que se hicieron sentir, ante la eventual disminución del área verde, que habría provocado la construcción de estacionamientos subterráneos en parque ¿Dónde están esas voces?

Volviendo al actual proyecto, en el cual gran parte del pavimento del parque es de cemento, calificándolo de duro, respecto de su diseño, opiné que se apreciaba atractivo y moderno.

También manifestaba mi preocupación porque, en los sectores ya habilitados, no se apreciaban sombreaderos. La verdad es que existen, pero estos son la nada misma, respecto de la superficie que abarca el parque. lo que constituye una aberración inexcusable y peligrosa.

En efecto, a pesar de que el nuevo proyecto contempla más aposentadurías que el anterior, en estas, la inmensa mayoría carece de vegetación o de un aparato o dispositivo que le otorgue sombra protectora a quienes las ocupen. Me imagino que, en un día caluroso, serán pocos los que se aventuren a sentarse a pleno sol en el parque. Al respecto, en la Plaza Colón, un anteproyecto de arquitectura donado por Proa a la Municipalidad, se proyectaron sombreaderos en base a una estructura metálica que soportan y guían frondosas y coloridas buganvilias, que ofrecen gratas y necesarias sombras protectoras, que facilitan el descanso y esparcimiento. El Paseo de Mar, es otro buen ejemplo para considerar. Desde el punto de vista arquitectónico, los especialistas opinan que un espacio público debe tener, como mínimo, tres elementos básicos: vegetación, sombra y agua para ser acogedor para los paseantes. El nuevo Parque Brasil tiene algo de vegetación, nimios espacios con sombra y agua.

Uno no se explica cómo, en la etapa de diseño de la obra, alguien con un conocimiento mínimo de las características de la zona, no reparó que ésta debía disponer de espacios con protección mínima de los rayos ultravioleta del sol para las personas, considerando que Antofagasta es la ciudad que concentra la mayor incidencia de cáncer de piel en el país. Esta observación no es un tema baladí, sin duda que no lo es, dado los problemas que puede llegar a generar. Consecuentemente con lo anterior, se hace indispensable revisar el actual diseño del parque y dotarlo de los necesarios sombreaderos que en la actualidad escasean. Aún se está tiempo de reparar el error.