Durante 2004 un grupo de inversionistas canadienses liderados por Paul Blythe, un ejecutivo canadiense con experiencia en desarrollo de proyectos en Chile, percibió el potencial del ya conocido distrito de Sierra Gorda. En ese entonces, Blythe se embarca junto a Antonio Ortúzar, abogado de la firma Baker&MacKenzie, en la misión de fundar Minera QuadraChile Ltda., subsidiaria de Quadra Mining Ltd., empresa pública que en esa época cotizaba en la Bolsa de Valores de Toronto.
Es así que ese año, Minera Quadra Chile Ltda. decide, entre una serie de opciones de compra, apostar por el proyecto de Sierra Gorda, que estuvo al alero de Outokumpu en los 90. En esa década, Outokumpu logró desarrollar un proyecto de óxidos de cobre que quedó en la fase de factibilidad, lo que lo hacía atractivo por su ubicación y bajos costos de producción. Este prospecto minero fue el punto de partida para el desarrollo del actual rajo abierto de sulfuros de cobre con contenidos de molibdeno, cuya denominación Catabela, es la unión de las dos minas históricas de este distrito "Catalina" e "Isabela".
Fue un año en que el precio del cobre estaba bastante depreciado y se despertaba el apetito por reabrir proyectos que por su ley de mineral y volúmenes reducidos fueron dejados de lado por ser considerados poco atractivos.
Al cambiar el escenario, aquellos proyectos catalogados como "menores" se transformaron en blancos interesantes para las compañías junior. El DL 600 convertía a nuestro país en un paraíso para los inversionistas, debido a la estabilidad política, social, económica y jurídica.
Hoy a 15 años de los inicios del proyecto, tiempo que he permanecido junto a él, siento un tremendo orgullo de ver como Sierra Gorda SCM ha sido reconocida por Sonami, como la mejor empresa minera del año 2019, gracias a haber logrado estabilizar una operación compleja por la baja ley del mineral, siendo pioneros en la explotación de este tipo de yacimientos.
El camino recorrido no ha sido fácil, hemos enfrentado y resuelto varios conflictos que no estaban en la mente de ninguno de sus descubridores e inversionistas, pero siempre con la convicción de que somos capaces de hacer una minería responsable, sustentable y sostenida en el tiempo.
La satisfacción de haber enfrentado con éxito una larga lista de complejidades, me invita a rendir un humilde y necesario homenaje a todo el equipo de descubridores del proyecto Sierra Gorda, un grupo de mineros que llegamos en junio del 2004, con la ilusión de todo explorador de encontrar un yacimiento que coronara los esfuerzos y vicisitudes que vivimos en esa época.
Carlos Rojas Pizarro
Gerente Asuntos Externos en Sierra Gorda SCM