Eugenio Sugg Gálvez
El mundo del trabajo está cambiando y en ese sentido, nuestro proyecto de Modernización Laboral tiene como principal foco conciliar el trabajo para aprovechar más tiempo con la familia, para ello nuestra propuesta busca reducción de jornada laboral con flexibilidad.
Queremos mejorar la calidad de vida de los trabajadores, siendo responsables al mismo tiempo para proteger el empleo, especialmente de las Pymes.
Nuestra iniciativa, permite pactar bloques de horarios en la entrada y salida del trabajo, compensar las horas extras con días adicionales de vacaciones y acceder a la posibilidad del teletrabajo, tener tres días libres para poder descansar, todas estas alternativas establecen un máximo promedio de 41 horas semanales.
La flexibilidad es clave en un mercado laboral que avanza, se moderniza y exige nuevas normas de adaptabilidad para los empleos del futuro y la automatización.
Algunas de estas propuestas, como bloques horarios o compensación de horas extras por vacaciones son asimilables a normas existentes en el sector público y que son ampliamente valoradas por funcionarios, por lo cual, esperamos se discuta en beneficio de nuestros trabajadores con seriedad y alturas de mira esta propuesta que en caso alguno implica una precariedad laboral, sino que, garantizando los derechos individuales y colectivos, exista la posibilidad de compatibilizar el trabajo con la familia, y para ello proponemos alternativas que permitirán modificaciones en la adaptabilidad de la jornada.
Este proyecto también busca incorporar y aumentar la participación laboral de los sectores más vulnerables y olvidados como son jóvenes, personas con discapacidad, mujeres, adultos mayores y personas privadas de libertad.
En definitiva, buscamos adecuar la legislación laboral de acuerdo a las necesidades e intereses de nuestros trabajadores, dejando atrás tener que vivir para trabajar.
Empresarios locales aprueban rebaja de jornada, pero con metas
Es posible. En la práctica ya se hace en muchas partes. Pero hay que "ponerse las pilas". La mayoría de los empresarios locales consultados por este Diario coincidieron en que una rebaja en la jornada laboral puede ser positiva para el negocio y las personas, siempre y cuando mejore la productividad y se cumplan las metas. Es la discusión del momento.
Entre 40 y 41 horas no hay una gran brecha. No obstante el debate político - legislativo parece más centrado en un testeo de fuerza que en un análisis objetivo y honesto sobre el impacto de la regulación.
Mientras el gobierno defiende su iniciativa de "modernización del mercado laboral", la oposición se alineó con la propuesta del Partido Comunista que recorta de golpe 5 horas de trabajo semanal y que este lunes se votará en la Comisión de Trabajo de la Cámara.
La ecuación parece simple. Si en 45 horas produces X, en 40 horas -en las mismas condiciones- lo más probable es que produzcas menos. Y ahí está la queja de los empresarios, que -con más o menos ímpetu- se ha hecho sentir.
Costos
La semana anterior el presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín, resumió a un medio el temor del empresariado: "No solamente por rebajar la extensión de jornada se va a producir mágicamente un aumento de productividad", dijo.
El empresario afirmó que "cuando bajan las horas trabajadas y permanecen inalterados los sueldos y salarios, por supuesto que aumenta el costo laboral. Lo estimó Andrea Repetto en un 13%, Rodrigo Valdés hablaba de un 11%, depende si se usan o no las horas extraordinarias para compensar esas menores horas y, eventualmente, si se incorpora flexibilidad podría compensarse en parte".
Para Larraín, "lo relevante es debatir cómo organizamos el trabajo en pleno cambio tecnológico y cómo logramos hacer eso teniendo dos objetivos en mente: primero, la calidad de vida de la persona trabajadora, pero sin poner esto en oposición a la productividad y competitividad de las empresas".
Su postura suena muy similar a lo planteado por el gremio empresarial de Antofagasta. Marko Razmilic, presidente de la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA), aseguró que "una reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales debe ir acompañada necesariamente de un aumento en la productividad".
Y añadió que el tema "debe ser motivo de un gran análisis y discusión, donde participen los actores más calificados en la materia, de forma tal que de ese proceso tengamos una buena ley que permita aterrizar a una jornada de 40 horas, pero que incorpore los elementos de gradualidad y productividad necesarios".
Productividad
Juan Gabriel Fernández, gerente de Asuntos Corporativos de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), destacó que hay contundente evidencia científica que vincula positivamente la felicidad con la salud mental, eficiencia y productividad.
"Por lo tanto, si la gente es más feliz vamos a estar todos mejor y la empresa va a rendir más. Por el contrario, también está muy bien documentado que cuando hay cansancio, hay mayor probabilidad de accidentes", advirtió.
Con esa evidencia, agregó que "si puedo acomodar el horario laboral y eso significa más y mejor tiempo para mi familia, voy a estar más feliz y esa flexibilidad bien pactada definitivamente debería ser positiva para efectos de mi rendimiento laboral".
En base a esa evidencia, sostiene que "uno puede pensar que es razonable que la flexibilidad propuesta sea muy buena", dijo refiriéndose a la propuesta del Ejecutivo que propone llegar a una jornada de 41 horas de manera gradual y mayor espacio para pactar jornadas directamente entre el trabajador y su empleador.
Desigualdad
Mientras desde el gobierno advierten que una rebaja súbita y sin matices de la jornada a 40 horas significará la destrucción de 303 mil empleos -poco menos que toda la fuerza de trabajo regional-, en las fuerzas sindicales hay desconfianza en la propuesta del Ejecutivo.
El presidente regional de la Central Unitaria de Trabajadores Roberto Sepúlveda, dijo que "un principio fundamental en la legislación laboral debe ser la protección de los trabajadores, pero en Chile hay una relación empleador-trabajador que es absolutamente desigual. No habría problema en hablar de flexibilidad laboral si los trabajadores tuvieran el peso suficiente para sentarse a negociar de igual a igual", advirtió.
Y aseguró que el contenido del proyecto de ley del gobierno sólo significará seguir aumentando la relación desigual entre los empresarios y trabajadores, y que se prestará para nuevos abusos en contra de estos últimos.
¿Qué opinan los empresarios?
"En el pasado la rebaja fue positiva para la economía" "Me parece una medida populista"
"Hay que partir por eliminar sesgos ideológicos que puedan tener las propuestas, no debemos demonizar ninguna. La evidencia indica que la rebaja de horas en el pasado fue positiva para la economía en su conjunto, de ahí la importancia que las propuestas permitan valorizar el trabajo. La flexibilidad que propone el gobierno es positiva en la medida que las empresas no caigamos en la precarización de las condiciones laborales de los trabajadores".
"Todo es posible, en la medida que esta baja venga aparejada con un aumento de la productividad, pero para ello primero el gobierno tiene que hacer la pega, crear mayor crecimiento, reactivar la economía, generar las condiciones para que las grandes, medianas y pequeñas podamos invertir, sino todo será letra muerta".
"Hay que acordar metas de producción"
"Es posible disminuir la jornada laboral, hay muchos tiempos muertos durante ésta, por lo tanto, en la medida que se pongan de acuerdo el empleador con el equipo de trabajo y se establezcan objetivos diarios, semanales o para el mes, es perfectamente posible".
"No es necesario en 2019 que las personas estén desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde en el trabajo, ojalá a las 16 horas todos afuera, si la vida es para disfrutarla. Hay que acordar metas de producción e incentivos para los trabajadores, ese es el gran punto".
"Lamentablemente, todavía sigue vigente la fórmula de empleador-empleado del siglo pasado: yo te mando y tú obedeces. Y lo que el mundo de hoy necesita es otra cosa. Requiere otra cosa, una visión común sobre los objetivos y sobre la oferta que queremos plantear como organización al mundo. Es un desafío para ambas partes".
"Podemos bajar la jornada laboral, pero estableciendo metas de trabajo y productividad. La gente necesita mejor calidad de vida, todos necesitamos estar más tiempo con nuestras familias".
"Aun hay poca claridad respecto de lo que proponen ambos proyectos y así es difícil que nos hagamos una idea clara. Mucha pelea y poca información. Rebajar jornada laboral es posible y muchos empleadores ya lo hacemos, pese a que el rubro gastronómico es muy especial, porque no se dan tiempos muertos, cuando no hay gente nos estamos preparando para cuando lleguen".
"En Antofagasta los negocios están más complicados, las mineras han reducido mucho su consumo, muchas familias se han ido de la ciudad y el negocio es cada vez más competitivo . Si a eso le agregas una reducción de horas de trabajo, la complicación es cada vez mayor, me parece una medida populista, de un sector político que de manera irresponsable y sin estudios que lo avalen lanza esta idea".
"Se deben escuchar todas las voces" "Tenemos un problema de productividad"
"Es posible, pero hay que acompañarla de mecanismos para aumentar productividad, y hacerlo de manera gradual para evaluar el impacto, especialmente en las pymes, que representan 52,5% del total de empresas, empleando al 38,7% de los trabajadores. Legisladores y Ejecutivo deben escuchar todas las voces y lograr un punto que nos permita avanzar hacia una mejor calidad de vida, sin descuidar crecimiento".
"Las realidades entre pymes y grandes empresas son muy distintas. Las primeras son menos rígidas y es más fácil convenir ajustes en la jornada y es una realidad que ya está presente, allí la flexibilidad ya existe. Lo que tenemos es un problema de productividad en el país y sobre todo en el rubro de la construcción, en la medida que lo solucionemos podremos avanzar de mejor forma".
41 horas semanales y una jornada laboral flexible es lo que propone el gobierno como parte de su proyecto de modernización laboral.
303.000 empleos se perderían en el país si se aprobara una reducción inmediata y sin matices de la jornada laboral a 40 horas, según advirtió el gobierno.
11% aumentarían los costos de las empresas de aprobarse una rebaja de la jornada laboral a 40 horas -como propone el PC-, según los cálculos del exministro de Hacienda Rodrigo Valdés.
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