Desde 1937 y hasta 1941, en la Biblioteca Nacional, Andrés Sabella lee afanosamente, documentándose acerca de los problemas sociales del norte salitrero.

Sus apreciaciones a partir de la lectura de episodios como los trágicos sucesos de La Coruña (junio, 1925); Oficina San Gregorio (febrero 7, 1921); la masacre de obreros en la Plaza Colón de Antofagasta (febrero 6, 1906), etc., son el soporte para sus poemas que "cantan al Hombre y a las cosas del Norte", en su libro La sangre y sus estatuas, de 1940.

Esta obra, al correr de los años, se ha juzgado como un "borrador lírico" o esbozo de varios capítulos de Norte Grande y, en efecto, es indudable que los poemas mejor logrados y algunas prosas poéticas de sus 56 páginas, tienen directa relación con su novela. Cabe anotar que en 1937, en el diario El Siglo, se publicaron las páginas que con título "Cosas de la sangre: Palomear rotos", aparece como Capítulo 37 de la "primera parte", edición de 1944.

Sabella decidió tempranamente la realización de una novela de tema pampino. Y así se lo expresó a su alumna (y después profesora) Alina Ostria González:

"La pampa viajó conmigo y fue una permanente evocación en la ciudad grande (Santiago). … a medida que comenzaba a conocer escritores, crecía en mí la conciencia de ser yo quien debía presentar, ese "otro mundo" del que sabía hablar tanto y del que ellos tenían vagas nociones de lectores.

Luis Durand me insinuaba que tomara el tema. Yo sabía que no tenía, entonces, ninguna condición para tal empresa; y me fui preparando, secretamente para ella: leyendo sobre su historia, conversando con nortinos viejos, escribiendo pequeños recuerdos… Viajé tres veces al desierto para tomar notas, hacer entrevistas, ambientar mi futura narración…"

A título de curiosidad: Norte Grande fue concluida el 9 de diciembre, 1942. Según sus recuerdos, lo último escrito, solo horas antes de entregar la obra al editor, fue "El ojo se llena de horizonte" que aparece como el Capítulo I.

Osvaldo Maya C., profesor, miembro de la Academia Chilena de la Lengua