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Educación para abordar el alma

"No estamos siguiendo la secuencia 'del ser, el hacer y el lograr' para el bien del país".
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Si se mira la gestión de nuestra educación, durante este primer semestre de 2019, la característica más notoria es el exceso de inconsistencias a nivel de relaciones e instalaciones de políticas y desarrollos educativos. Lo que puede parecer extraño, en rigor, no lo es tanto porque lo que se ha escrito en programas, resoluciones o acuerdos se han convertido en eslabones de mercados o en una carga para las condiciones de un trabajo pedagógico que no observa logros hacia acciones humanas orientadoras y extensivas en la confianza.

Ahora bien, una afirmación básica, es la falta de propósitos para "atinar en lo correcto", a modo de lo que dijo alguna vez el filósofo Gadamer, en una línea en que se extraña la "buena humanidad" o las "miradas experienciales" brotadas desde el "ser". Por esa razón, entonces, lo que escribió el profesor Claudio Naranjo se hace cada vez más patente: la educación -parece ser- que está generando "homo demens" porque las personas no se están formando en una agenda de autodesarrollo como parte de un quehacer honesto, cotidiano y verdadero.

El desafío por una educación, y una humanidad más justa, impacta en la medida en que no se vislumbran, muchas veces, esfuerzos y generosidades en el quehacer o intenciones e integraciones de ideas en las decisiones importantes. Al contrario, no se explica, por ejemplo, que el profesorado nacional aún no vea luces respecto de su deuda histórica; que un porcentaje de becados por la agencia Conicyt no tengan una inserción en la academia nacional; que las educadoras diferenciales no puedan acceder a un sueldo justo o que las universidades se encuentren en un acelerado proceso de "reconversión" porque las leyes no les brindan las garantías necesarias para su funcionamiento.

Matices más o menos, la interpretación es que la crisis organizacional en contexto educacional conlleva tensiones e ineficiencias en las relaciones humanas porque los focos de lo público, en tanto políticas, han estado, de manera permanente, en no mirar "al otro" o a "la otra" como responsables y creadores, con energía y con sentimientos.

El tema, entonces, de las sensibilidades nos toca a todas y todos y nos lleva a asumir, en el ámbito educativo, una serie de "aprendizajes para abordar el alma de las personas" puesto que los individuos nos sentiremos más cómodos generando colaboración, credibilidad y confianza. No estamos siguiendo la secuencia "del ser, el hacer y el lograr" para el bien del país ya que nos falta centrarnos en miradas más apreciativas de las cosas y más activadoras de experiencias educativas a nivel personal y colectivo.

Francisco Javier Villegas

Profesor de Castellano, Doctor en Didáctica

Nuestro archivo

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100 años | 27 de agosto 1919

Muchos alemanes quieren emigrar de su país

El gobierno alemán ha recibido peticiones de cerca de cinco millones de ciudadanos que solicitan permisos para emigrar al exterior, debido a la profunda crisis económica y política que afecta a esa nación, después del desastre de la guerra europea.

Se dice que la mayoría de los alemanes quiere emigrar a América del Sur.

50 años | 27 de agosto de 1969

Hospital de Tacna absorbe déficit de salud del Norte

El doctor Rubén Nué, director del hospital de Tacna, en Perú, dijo que la cifra de chilenos atendidos en ese centro es "considerable", lo que da cuenta del enorme déficit que existe en Chile respecto de la salud, donde muchas personas son atendidas en condiciones miserables, de acuerdo a lo acusado por varios usuarios.

10 años | 27 de agosto de 2009

Fidel critica el pacto entre EE.UU. y Colombia

Un día antes de que comience la cumbre de Unasur, el líder cubano, Fidel Castro, señaló que EE.UU., con el acuerdo de instalar bases militares en Colombia, busca poner a toda Latinoamérica al alcance de sus tropas, "liquidar el proceso revolucionario" del presidente venezolano, Hugo Chávez y "asegurar el control del petróleo".

Incendios de Brasil y nueva política

Es obvio que los siniestros son preocupantes, pero es muy llamativa la presión política ejercida contra el gigante sudamericano. Ahí algo está pasando. Ciertamente, puede decirse que Brasil no es el único dueño de la Amazonía, no puede hacer lo que le plazca; lo mismo que Chile con las torres del Paine o la Antártida. Son cosas que seguramente van a cambiar.
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Los graves incendios que afectan a la Amazonía, en Brasil, Bolivia y Paraguay, han causado preocupación mundial, considerando que se estima que esa selva produce el 20% del oxígeno, razón por la que se le llama el pulmón del mundo.

El daño producido por el fuego tiene distintas versiones. En Brasil se dice que son normales para la época y también en hectáreas dañadas, pero la presión internacional no ha estado tan tranquila y la presión ejercida ha rendido frutos. La administración de Jair Bolsonaro ha enviado incluso efectivos militares para terminar con los siniestros.

Es llamativa la crítica, en especial aquella de las potencias europeas, sobre Brasil. Incluso el mandatario francés, Emanuel Macron, llamó a la Amazonía como una especie de territorio del mundo, lo que causó la obvia indignación del gigante sudamericano.

Entre líneas podría leerse que apreciamos el clásico colonialismo del Viejo Continente, pero esto es algo más complejo.

Otros advierten la incomodidad con el gobierno de Bolsonaro y en esta tragedia, alguna oportunidad para desestabilizarlo.

Si en otras ocasiones se acusó a Irak de tener armas de destrucción masiva, porqué no podría imputarse a Bolsonaro, que también ha sido torpe en sus declaraciones al acusar a las ONGs de estar detrás de los incendios, de buscar otros objetivos con el avance del fuego.

Política y poder palpable en esta historia.

Pero ciertamente, puede decirse que Brasil no es el único dueño de ese territorio y por tanto, no puede hacer lo que decida un privado de esa nacionalidad o incluso ese gobierno; como que Chile tampoco puede echar abajo las torres del Paine para privilegiar un hipotético proyecto minero, o secar un campo de hielo para priorizar la agricultura u otra iniciativa.

El mundo cada vez más interconectado e interdependiente, amenazado por el calentamiento global, deberá asumir algunas cuestiones básicas que colisionan con la forma en la que hasta ahora nos hemos conducido.

Eso sí parece un hecho, aún irreal en lo legal, pero certero de cara al futuro que se nos viene.