Con un arma de juguete, joven secuestró un bus y fue abatido en Brasil
RÍO DE JANEIRO. Llevaba además bidón con gasolina. Cuatro horas de horror.
Brasil se conmocionó ayer luego de que un hombre de 20 años secuestrara un autobús en el puente Niteroi, de Río de Janeiro. El secuestrador fue muerto por el disparo de un francotirador y los 37 rehenes resultaron ilesos.
A las 5.26 hora local, el día aún no despuntaba cuando un autobús de la empresa Galo Branco fue secuestrado por un joven que se tapaba el rostro con un pañuelo.
Después de casi cuatro tensas horas -en las que fueron liberados seis pasajeros-, el secuestro terminó cuando un francotirador de elite apostado sobre un camión de bomberos acabó con la vida del secuestrador, William Augusto da Silva, aprovechando que había salido un instante del vehículo.
El gobernador de Río, Wilson Witzel, quien ha sido criticado por el uso de la contundencia policial para combatir la criminalidad, dijo que habló "con familiares de él (secuestrador) y uno de ellos me pidió perdón, pidió perdón a los rehenes, alguna cosa falló en su educación. Vamos a cuidar de su familia".
Poco se sabe de las motivaciones de WIlliam da Silva, quien portaba un arma de juguete, un bidón de gasolina y un puñal. Antes de morir, camino al hospital, expresó que quería "entrar a la historia". El joven, residente en São Gonçalo, tenía señales de depresión, según dijo la prensa local.