"En el combate contra el narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado, usaremos todas las herramientas".
Sebastián Piñera — Presidente de la República
"Esta caída de los ingresos explica lo que está ocurriendo con las ventas de supermercados".
Antonio Sánchez
Pdte. Cámara de Comercio
Carlos, mi tocayo, vive desde hace dos años en la calle. Dice que hacerlo fue como borrarse de sí mismo y dejarse caer. Y que ahora no sabe cómo recuperarse, cómo pararse. La droga, la pasta, lo amarra, lo ata, le pesa como un ancla.
El recién publicado Informe Mundial sobre Drogas 2019 indica que el número de personas que consumen drogas ha aumentado 30% respecto de 2009 y que la prevención, el tratamiento, las respuestas en materia de salud pública, son insuficientes.
Este déficit es un serio obstáculo para lograr los Objetivos de desarrollo sostenible y cumplir el compromiso de no dejar a nadie atrás.
Las escasas respuestas son en su mayoría ineficaces, poco accesibles; no se basan en evidencia científica, ni son respetuosas con las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.
En Chile, los datos del Senda, indican que, en 2016, 692 mil personas presentaron consumo problemático de alcohol y otras drogas.
De ellas, sólo el 10% recibió algún tipo de respuesta terapéutica, ya sea pública o privada. Ese porcentaje es alto dentro del contexto latinoamericano, pero escaso si nos comparamos con países OCDE, y no se condice con los desafíos planteados por el programa Elige Vivir sin Drogas y el Acuerdo Nacional por la Infancia, entre otras iniciativas gubernamentales.
En cuatro regiones del país aún no existe ninguna oferta para personas en situación de calle, como Carlos, ni para las privadas de libertad; en 8 no hay ninguna respuesta para quienes están en libertad vigilada y la falta de camas para desintoxicación en la mayoría de las regiones es un hecho de la causa.
Y lo peor de todo es que desde 2015, el presupuesto de Senda ha ido bajando de manera sostenida.
Lo más grave es el descenso de los recursos destinados a tratamientos: se han asignado 2 mil millones menos estos últimos 5 años. Parafraseando a Carlos, es como si estuviéramos dejando caer a los que, por una cuestión tanto ética como práctica, tendríamos que estar empeñados en ayudar a levantarse.
Carlos Vohringer
Director técnico nacional de Apoyo Terapéutico del Hogar de Cristo
En el Cine Colón de Antofagasta es exhibida la película de desnudos artísticos titulada "La Gioconda", la que se califica de extraordinaria.
Se trata de una adaptación cinematográfica de la obra del célebre poeta Gabriel D'Annunzio.
La empresa advierte de que no es una obra conveniente para señoritas.
Pese a que se constituyó un comité pro terminación del Teatro Municipal, destinado a conseguir fondos para continuar las obras, éstas aún no son retomadas en el edificio que se construye frente a la Plaza Colón de Antofagasta. Los trabajos fueron detenidos hace un año, después de que el contratista Nicoletti huyera del país.
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, se mostró partidario de descongelar las relaciones bilaterales con países "hermanos" como Ecuador y Venezuela, y así, derrotar juntos el terrorismo de las guerrillas de izquierdas. Además, dio a conocer su deseo de firmar acuerdos militares con el resto de países iberoamericanos
La consulta nacional on-line acerca del uso de teléfonos celulares en los recreos y en las salas de clases, con el fin de conocer la opinión de profesores, directores y apoderados sobre el tema, reveló que el 88% de quienes respondieron indicaron que se debe prohibir el uso de aparatos móviles en los estudiantes de enseñanza básica, mientras que un 71% estimó que debería aplicarse la misma medida para los alumnos de educación media.
De acuerdo con el informe dado a conocer por el Ministerio de Educación, 97.846 personas contestaron el cuestionario, el que también abarcaba preguntas sobre la influencia del celular en la actitudes sociales del alumnado y sobre la importancia de los celulares en el ciberacoso. La ministra de Educación, Marcela Cubillos, precisó que si bien los resultados de la encuesta son claros, el Gobierno no puede prohibir el uso de esos aparatos.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, en Chile hay 29 millones de celulares. Algunos estudios indican que siete de cada diez niños tienen un móvil propio antes de los nueve años. Se entiende que para las familias es un motivo de seguridad que los niños lleven el teléfono al colegio, ya que les permite coordinar la ida y regreso, pero también los expertos estiman que hay que analizar los efectos de que los estudiantes se hagan dependientes de ese aparato, que en ocasiones no aprovechen los recreos para socializar con sus compañeros o que se distraigan en clases y que se afecte la concentración, ya que se considera que el 70% de ellos admite que lo usa en la sala, según un estudio de la Universidad de los Andes.
Los autores de la investigación dicen que el celular no cumple con ninguna función educativa, pues se lo emplea principalmente para escuchar música, jugar e intercambiar mensajes por WhatsApp mientras están en clases. Pero vale la pena destacar el caso del Liceo Jorge Alessandri de Calama, donde la prohibición de uso en las horas lectivas ha dado resultados positivos, según las autoridades. Porque es obvio que esta tecnología ha traído efectos indeseados, como los citados, lo que es derechamente malo cuando se trata de niños en pleno desarrollo.