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AIA conecta a innovadores y emprendedores

"Es tarea de los actores claves del mundo público y privado darles la notoriedad y el apoyo que se merecen". Fernando Cortez Guerra, Gerente general, Asociación de Industriales de Antofagasta
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El tratamiento de las aguas residuales de proceso industrial utilizando lombrices, y un sistema monitoreo interno 3D para acueductos mineros de largas extensiones. Se trata de BIDA y Magic Eye, los proyectos con los que BioFiltro y Work Mining, respectivamente, ganaron el concurso Lanza tu Innovación 2019, el cual organizamos como Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA) preseleccionando 31 ideas, de las que diez fueron exhibidas en el Pitch Catalizador de Innovaciones de Exponor 2019. Ambos equipos, además de dar a conocer con enorme éxito sus soluciones a una extensa red estratégica, se hicieron merecedores de una beca para una pasantía de seis meses -tres virtuales y tres presenciales- en el Centro de Negocios de Nuremberg, Alemania. Hoy, tienen sus agendas copadas.

Lo anterior resume el espíritu y compromiso con el que venimos trabajando para entregar oportunidades concretas para hacer realidad los sueños de innovadores y emprendedores que podrían impactar de manera irreversible en la productividad de grandes compañías y el desarrollo económico de nuestra región. Un simulador de realidad virtual para evitar accidentes y robots autónomos para la mantención de plantas solares son otros proyectos dignos de mención.

Y los trabajadores también innovan, porque con el mismo entusiasmo de escuchar y visibilizar, es que también en Exponor presentamos junto a Minera Escondida/BHP el primer concurso de Mejoramiento Continuo, una iniciativa basada en la metodología japonesa de los "Círculos de Calidad", unidades laborales constituidas por grupos de no más de 8 trabajadores que buscan soluciones a problemáticas cotidianas de la operación minera, desarrollando mejoras e interesantes innovaciones en materias de Seguridad, Productividad y Comunicación Organizacional, entre otras, lo cual se enmarca dentro de lo que hoy se conoce como intraemprendimiento. En el concurso participaron círculos de trabajadores de Minera Zaldívar, Minera Spence, Broadspectrum, y Viggo, demostrando que la participación de los trabajadores en el proceso innovador de la empresa es una tendencia que llega para quedarse.

Actualmente Minera Escondida mantiene alrededor de 240 círculos de calidad, con una participación activa de 1.300 trabajadores, de los que el 12% son mujeres. 70% de las iniciativas han abordado seguridad, mientras que el 33% tiene que ver con productividad, y el 7% con inclusión y diversidad.

Ejemplos de ideas y prototipos desde grandes compañías, empresas proveedoras, emprendimientos y desde los mismos trabajadores abundan, y es tarea de los actores claves del mundo público y privado darles la notoriedad y el apoyo que se merecen, para que a las buenas ideas no se las lleve el viento. El futuro es hoy.

Avenida Brasil, elementos de un conflicto

"La gobernanza debe caracterizarse por ser inclusiva y con objetivos claros de desarrollo... Apuntando al bien común de todos". Marco Rodríguez Pizarro, Presidente Comité de Adelanto y Desarrollo Avenida Brasil
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El reciente fallo de la Corte Suprema nuevamente instala el debate sobre la renovación y posterior suspensión de la patente de alcoholes al local nocturno Black, toda vez que no contaba con la recepción definitiva por parte de la Dirección de Obras de la Municipalidad de Antofagasta. Es decir, el discurso por el cual se sostuvo su aprobación ya no tiene fundamento legal y administrativo, tensionando aún más la crisis de legitimidad del Concejo Municipal.

Por este motivo, y frente a la necesidad de cohesionar y fundamentar nuestro legítimo derecho a movilizarnos, es que solicitamos al municipio mediante la Ley de Transparencia, copia de los antecedentes vinculados a este local comercial, donde logramos constatar que, desde octubre de 2018, que el Departamento de Inspección de Obras señalaba mediante citación al Juzgado de Policía Local, que la remodelación de la propiedad no contaba con permiso municipal, incumpliendo la normativa de la Ley General de Urbanismo y Construcciones. Complementariamente a ello, solicitamos oportunamente al municipio, un requerimiento de fiscalización que dio como resultado la suspensión de la patente de alcoholes del local nocturno Black.

Todo lo anterior, en un contexto de movilizaciones que suma aproximadamente siete meses de actividad, las que se iniciaron en octubre del año 2018, cuando manifestamos públicamente nuestro rechazo a la instalación de un local nocturno en pleno barrio residencial de Avenida Brasil.

Los ruidos molestos, instalación de locales nocturnos en zonas residenciales y la degradación de la calidad de vida en los barrios; está relacionado a la planificación territorial, otorgamiento de patentes (sin considerar a las comunidades), y a la baja efectividad de las fiscalizaciones por parte de los organismos públicos.

Bajo este panorama, no podemos desatender las particularidades de nuestra comuna, considerando el rol que debe ocupar el Concejo Municipal como organismo articulador de las problemáticas locales, donde factores tan determinantes como el otorgamiento de patentes de alcoholes, la fiscalización en el cumplimiento de planes y programas de inversión, así como también, la fiscalización en las actuaciones y gestión alcaldicia, han estado al debe en los últimos años.

En este sentido, también es preocupante el rol que juega el municipio en este proceso, donde los flujos de información y la debida retroalimentación en aspectos relevantes para la renovación de patentes entre las distintas direcciones municipales no funcionan como esperábamos.

Si analizamos en profundidad este conflicto, podemos llegar a la conclusión que tanto la renovación y posterior suspensión de la patente de alcoholes del local nocturno Black, es una muestra fehaciente de cómo no se deben hacer las cosas en materia de gestión municipal.

En conclusión, no podemos permitir que este tipo de prácticas terminen degradando a las instituciones y afectando a las comunidades. Es importante ejercer de forma organizada nuestro derecho a la fiscalización y control de los actos públicos, toda vez que existen cuestionamientos fundados por parte de la población.

La sensación de la trampa

La sociedad está cada vez más preocupada por la corrupción, percibe que es alta y alojada -cómo no- en la estructura y aquello es nefasto para la convivencia. Delincuencia, pensiones y salud, son las principales preocupaciones de los chilenos, pero ya aparece la corrupción, con un 25% de las menciones, lo que es definitivamente malo.
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Un 25% de los encuestados por el Centro de Estudios Públicos -CEP- dio cuenta que uno de los principales problemas que debe abordarse es la corrupción. A nivel local, la impresión es la misma, considerando un sondeo realizado por este Diario entre autoridades y líderes de todo tipo. La mayoría estima que casos de este tipo han aumentado en nuestra región.

Parece evidente que hechos como los de algunos altos personeros de Carabineros y el Ejército, determinados sacerdotes de la Iglesia, más otros casos de la clase política y empresarial, han terminado por golpear la credibilidad de los chilenos en sus autoridades, instituciones e incluso sus pares.

En una mezcla que parece ser producto del alto individualismo y el desencanto por los casos descritos, la esperanza de los chilenos parece derrumbarse por efecto de estos delitos y también por algo más amplio y difícil de leer: El proceso de modernización, acompañado de la secularización y alta individuación.

Y es evidente que se trata de una mala noticia. Los países que no confían en sus ciudadanos no progresan, porque no pueden hacer redes, mientras gana la desconfianza y se instala un discurso determinado por la sensación generalizada de que no vale la pena actuar bien, correctamente, porque todos hacen trampa.

Chile parecía estar inoculado de aquello y hasta hace poco era un ejemplo en un continente cargado a los escándalos. Solo basta recordar lo sucedido en Perú los últimos años, con presidentes tras las rejas o perseguidos; en Argentina, con Cristina Fernández fuertemente cuestionada por su enriquecimiento; o Brasil, con Lula da Silva, también preso por corrupción.

Ciertamente, conocer estas historias fue un despertar violento, una especie de desengaño de los tiempos encantadores que creíamos vivir. Tampoco se trata de decir que somos los peores, pero sí de hacernos cargo de que debemos abordar la realidad.

Y esto solo será posible transparentando los procesos y exigiendo de la élite comportamientos cada vez más éticos y de alto estándar, acordes a la gravedad del problema. No nos hagamos trampas.