Albacora y espada
Pescar albacoras es toda una proeza. Cuando su pesca es selectiva, se la pesca al palo; la albacora (Xiphias gladius) resiste el arpón. Acaso por su grandeza se ha enfrentado al humano desde milenios.
Los "artistas" de El Médano o Izcuña no olvidaron a la albacora entre la diversidad especies de su panteón, detallando sus mandíbulas espadiformes y sus colas en medialuna. Además, en los cementerios de Caleta Huelén se han encontrado tumbas con estas espadas ofrendadas, otros con esqueletos completos de delfines o hasta ocho cabezas de marsopas.
Hace unos años una albacora de 400 kilos se resistió casi seis horas a unos pescadores de Tocopilla. Rodolfo Contreras (Museo de Taltal), recoge la historia de la familia Santibáñez en Las Tórtolas, 1987, sobre la caza de una albacora. Es apenas un ejemplo de esta relación:
"Un cuarto para las diez de la mañana la laceamos y le dimos cordel y comenzamos a trabajar la albacora, las once, la una, las dos de la tarde y la seguíamos trabajando, dándole y recogiendo cordel. Llegaron las cuatro de la tarde, las cinco y la albacora como si nada, seguía dando la pelea, era tan grande que el arponazo no le hizo nada… De repente salta y le pegó al lado del motor, atrás, haciendo un forado enorme que en poco rato el motor se tapó de agua y estábamos como a 3 horas de la costa y comenzamos a achicar, sin parar… Desde el día anterior que la laceamos hasta media tarde del otro día, la albacora nos había arrastrado hasta la altura de Chañaral, unos 100 kms al sur de Las Tórtolas, donde la había arponeado".
En la mar estos relatos abundan -un animal marino no identificado destruye la goleta de Miguel Gallo en que el sacerdote Rafael Valdivieso volvía a Copiapó. Aún hoy la albacora concentra el heroísmo de la pesca. Está provista de un arma por naturaleza, espada proyectada que alcanza 1 metro de largo. Es ágil y rápida, raya el agua con sus aletas cuando está en sus faenas.
Nota: Texto tomado de "Cuerpo del convite", de Benjamín Ballester y Alex San Francisco, arqueólogos.
Benjamín Ballester / Alex San Francisco, Arqueólogos