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Los cuatro observatorios que mirarán el cielo desde Chile y para el mundo

CIENCIA. Expertos debatirán en la nueva versión de Puerto de Ideas de Antofagasta.
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Los astrofísicos Andreas Reisenegger (CTA) y Claudio Melo (ELT), y los astrónomos Miguel Roth (GMTO) y Robert Blum (LSST) tendrán la palabra.

Estos profesionales serán parte de la próxima edición de Puerto de Ideas y darán vida a un panel en el que explorarán las posibilidades de comprensión de nuestro Universo que abrirán los cuatro nuevos observatorios que se construyen en territorio chileno.

Estos entrarán en operaciones los próximos diez años y significarán un antes y un después en esta área científica.

La cita es el domingo 14 de abril a las 16.30, en el Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia.

Cherenkov Telescope Array (CTA)

Telescopio Gigante de Magallanes (GMT) Telescopio Extremadamente Grande

En construcción en el Cerro Armazones de Antofagasta gracias a la iniciativa del Observatorio Europeo Austral (ESO), este espejo de treinta y nueve metros se convertirá en el telescopio óptico e infrarrojo cercano más grande del mundo o "el mayor ojo hacia el cielo". Su sistema de óptica adaptativa, que elimina las distorsiones causadas por nuestra atmósfera, posibilitará que el algoritmo utilizado para preparar las observaciones tome en cuenta el clima. Según el astrofísico brasileño Claudio Melo, representante de ESO en Chile, las posibilidades de estudio que generará abarcan grandes problemas de la astronomía como la búsqueda de vida en otros planetas o la creación y evolución del Universo, pasando por las primeras estrellas y galaxias, y la materia y energía oscura. "Siempre hay cosas completamente desconocidas que no sabemos que están allá afuera. ¡La única garantía es que tendremos muchas sorpresas cuando el ELT comience a operar!", apunta.

Se construye en España, en la isla de La Palma, y en nuestro país, en el Cerro Paranal de Antofagasta, y permitirá detectar rayos gamma de muy alta energía. Es decir, fotones invisibles al ojo humano que chocan con partículas del aire en nuestra atmósfera, generando una "cascada" de partículas que se mueve más rápido que la velocidad de la luz en la atmósfera. Estas últimas producen, a su vez, un brevísimo chispazo de luz azul conocido como "radiación de Cherenkov". ¿Y qué podríamos estudiar con el CTA? "Siendo tan energéticos, estos rayos gamma están asociados a algunos de los procesos u objetos más violentos del Universo, por ejemplo, a los remanentes de explosiones estelares como supernovas, los agujeros negros supermasivos en el centro de las galaxias y los pulsares, estrellas de neutrones que giran vertiginosamente", dice el astrofísico Andreas Reisenegger, quien participa como investigador en este proyecto. "Ya más especulativamente, el CTA podría proveer una señal directa de las partículas aún no identificadas que constituirían la materia oscura, o dar una primera indicación empírica acerca de cómo se unificaría la gravitación con la física cuántica", agrega.

El proyecto del GMT, el cual se levanta en el Observatorio Las Campanas, en Atacama, consiste en siete espejos pulidos de 8.4 metros de diámetro cuya estructura conforma un solo espejo de aproximadamente 25 metros de diámetro. La luz que se refleje en este gran espejo se reflejará, a su vez, en 7 espejos secundarios, permitiendo estudiar algunas de las interrogantes que los telescopios actuales, dado su notable menor tamaño, no pueden. "Se podrán observar objetos mucho más débiles y con una resolución mucho mayor. Por ejemplo, planetas extrasolares cuyas atmósferas se podrán estudiar para tratar de detectar actividad biológica. También permitirá acercarnos cada vez más hacia los orígenes del Universo, es decir, el Big Bang", señala el astrónomo Miguel Roth, representante de este telescopio en nuestro país.

Gran Telescopio para Rastreos Sinópticos

El LSST observará varias veces por semana todo el cielo visible de la Región de Coquimbo, es decir, el cielo sur, y producirá un conjunto de imágenes o un "video" en base a diez años de observaciones. Contará con una cámara de 3 billones de pixeles -la más grande jamás construida-, un telescopio óptico de imágenes de gran apertura y campo amplio, y un sistema que entregará datos de gran tamaño y precisión directamente a los científicos, sin necesidad de que estos se trasladen hasta el lugar donde estará ubicado el telescopio, en el Cerro Pachón de Coquimbo. Robert Blum, su director de operaciones, explica que este telescopio contempla el estudio del sistema solar, las estrellas, la estructura de nuestra galaxia, el cielo transitorio y la energía oscura. "Son casi infinitas las posibilidades de descubrimiento. Al final, el LSST nos ayudará a entender nuestro lugar en el Universo. De dónde venimos y hacia dónde vamos", cierra.

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