Conducción con distracciones
El uso de teléfonos inteligentes se ha masificado como ningún otro producto, pero su uso al momento de conducir es peligroso y negligente. Un estudio hecho por Ford dio cuenta de lo peligroso que es distraerse. Por ejemplo, marcar un número de teléfono toma en promedio siete segundos, tiempo suficiente para avanzar 200 metros a ciegas viajando a 100 KPH.
Conducir bajo los efectos del alcohol o en estado de ebriedad, a alta velocidad o manejar un vehículo hablando por celular o escribiendo en Whatsapp, como se advierte con frecuencia en nuestras calles, es más recurrente de lo que pensamos.
Varios estudios indican que más del 90% de los accidentes ocurren por imprudencias o fallas humanas, lo que hace a los conductores en los primeros responsables para mantener la seguridad vial.
Es que muchos de éstos terminan con muertes que son evitables, por lo que el tema de la conducción responsable debe abordarse frecuentemente, para que los conductores entiendan la gran responsabilidad que asumen cuando guían un automóvil.
Mirar el celular mientras se conduce un vehículo puede provocar accidentes y pese a que actualmente la ley sanciona estas acciones, expertos en seguridad de tránsito aseguran que no es suficiente para terminar con estas prácticas. De ahí que en el Congreso Nacional se encuentra en trámite legislativo un proyecto que modifica la legislación actual, para endurecer los castigos por la manipulación simultánea del celular y otros dispositivos electrónicos.
Hace poco la iniciativa, liderada entre otros por el diputado José Miguel Castro, pasó a segundo trámite legislativo en el Senado, después de que fue aprobada en la Cámara de Diputados por 122 votos a favor y dos abstenciones. La iniciativa cambia la tipificación de "falta grave" a "falta gravísima", lo que significa que cuando se apruebe, los conductores que sean sorprendidos operando el celular se enfrentarán a una multa de 3 UTM ($ 145.000) junto a la suspensión de la licencia de conducir.
El proyecto pretende que la conducta de guiar un vehículo y simultáneamente operar o escribir en el teléfono celular u otro aparato tecnológico tendrá el mismo castigo que no detenerse en una luz roja o no respetar una señal de Pare.
No es materia de este editorial el tratar de entender una mala práctica de los conductores, pero sí de enfatizar que tal comportamiento se ha hecho cada vez más recurrente y debe ser erradicado.