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Antofagasta es la ciudad que más toma agua embotellada en Chile

DIFERENCIAS. ¿De dónde procede, principalmente, al agua que consumen en el hogar para beber? Esa fue la pregunta contenida en el estudio de percepción realizado por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS).
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Alejandro Ahumada Rojo

El último informe de percepción de clientes elaborado por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) del 2018 ubica a Antofagasta como la ciudad donde más se consume agua embotellada del país. La gran demanda ha estimulado un crecimiento exponencial de empresas en la última década.

"Para nosotros, que tenemos 30 años de funcionamiento, vemos que hoy es un producto de primera necesidad. Es parte de la canasta familiar, no se puede pensar en no tenerla. A estas alturas, no creo que en Antofagasta exista una casa que no tenga un bidón de agua purificada. Es parte de nuestra realidad", comenta Héctor Concha, gerente de Pronor Ltda la primera empresa regional que comenzó con la producción de agua envasada en la ciudad en 1990.

Tras casi tres décadas, ya forma parte del paisaje antofagastino observar camiones de reparto que recorren la ciudad distribuyendo agua envasada. En razón del alto consumo, en diciembre del año 2018 , el Sernac de Antofagasta realizó un estudio que comparó precios y rotulado en 13 empresas establecidas.

Estudio SERNAC

Al revisar los costos de los bidones de 20 litros con despacho a domicilio, concluyó que existía una diferencia de hasta un 47,06% entre el producto más barato y el más caro. El precio mínimo alcanzó los $1.700, mientras que el máximo llegó a los $2.500. Asimismo, en materia de rotulado de envases, el estudio confirmó que los niveles de cumplimiento llegaban en promedio al 80.77%.

"Existen brechas que es necesario que sean abordadas por las empresas, pues además de ser exigencias de la legislación vigente, afectan a los usuarios al impedirles conocer toda la información relevante del producto y tomar decisiones de consumo informadas", comentó Marcelo Miranda, director regional del Sernac

Fiscalización

Precisamente la calidad de los productos ofertados es parte de la preocupación de diversos productores locales. A modo de ejemplo, desde el 2010 en adelante la seremi de Salud entregó 31 autorizaciones sanitarias a empresas del sector, en cambio, en la década anterior (2001-2010) otorgó sólo 10.

"Muchas empresas tienen bajo control de calidad y poco análisis de laboratorio. Son sancionados, pero vuelven a operar porque la autoridad sanitaria no da abasto para la fiscalización. El consumidor final debería exigir mejores estándares que garanticen la calidad del producto", enfatiza Félix Arancibia, dueño de Aguafresh una empresa con más de 20 años en el mercado.

El acceso a tecnologías domésticas, el bajo precio de producción y la alta demanda alientan a productores informales a comercializar agua embotellada en la ciudad.

Así al menos lo percibe, Tomás Cifuentes, gerente de operaciones de LifePac, una de las primeras empresas de la región en purificar agua en base a ozono.

"Lamentablemente la gente compra precios, no compra calidad. Hay muchos ilegales que venden en la calle y la gente cree que el agua es purificada. Obviamente no sabe igual que la de la llave porque la pasan por un par de filtros en su casa, pero eso está lejos de ser agua purificada. Eso es una estafa", puntualiza.

Visión de la sanitaria Aguas Antofagasta

En el estudio de percepción realizado por la SISS, el 78% de los encuestados afirmó consumir agua embotellada, filtrada o hervida. Al respecto, la directora de asuntos corporativos de Aguas Antofagasta, Paula Carrasco comentó que "el sabor es más bien un tema subjetivo de gustos. Es probable que la temperatura propia del agua en el norte influya en la sensación. A algunos, el agua de más al sur les puede parecer más "agradable" porque es más fría, pero tengan la certeza que el agua que distribuimos a nuestros clientes es sana, de calidad". La ejecutiva reiteró el llamado a la población a confiar en la calidad de la producción de agua potable por cuanto la sanitaria cumple con los estándares que dicta la norma sanitaria, además de ser significativamente más económica que el uso embotellado ($1,8 por litro). "Si a eso sumamos la contaminación que provocan los envases plásticos que se desechan luego de su uso, tenemos como resultado que es más conveniente por precio, calidad e impacto ambiental el agua potable por sobre las aguas envasadas", precisó.