Campaña de detección del VIH
De acuerdo con los datos oficiales, el 50% de la población portadora del VIH no sabe que tiene la enfermedad, lo que es una situación absolutamente crítica. Las personas contagiadas pueden convivir con la enfermedad, en la medida en que la diagnostiquen en forma temprana y se realicen con rigurosidad los tratamientos.
Un total de 253 contagiados registró la comuna de Antofagasta, 57 más que en 2016, un número preocupante que ya tiene a la región en el top 3 del país en cifra de enfermos.
El Instituto de Salud Pública (ISP) reveló recientemente que en 2018 se presentaron 6.948 nuevos casos de Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) en Chile, con un aumento de 19% respecto de 2017, lo que representa la mayor variación desde que se tiene registro en el país. Desde hace tiempo que se viene señalando que hay un aumento persistente de las notificaciones de pacientes portadores del VIH, etapa previa a la fase de desarrollo del Sida, cuando el organismo colapsa por la falta de defensas.
Si en 2010 hubo 2.968 nuevos diagnosticados, en 2016 los casos fueron 4.927, en 2017 fueron 5.800, para cerrar 2018 con los 6.948 ya mencionados, lo que revela que las campañas de prevención que se han realizado no están dando todos los resultados esperados.
Lo cierto es que hay más personas contagiadas y, lo que es más preocupantes, en los segmentos cada vez más jóvenes, entre 15 y 29 años.
Ya el año 2016, en el informe de VIH de las Naciones Unidas, Chile se destacaba como el país en Latinoamérica con la mayor alza en el número de casos confirmados. Las causas parecieran no ser una sola, pero confluyen en que había pasado a ser un tema olvidado para aquellos que creen no ser portadores de la enfermedad, a que existe mayor liberalidad sexual y a la vez un rechazo a adoptar medidas preventivas. Pasó el tiempo y los objetivos estratégicos del Ministerio de Salud, de disminuir la transmisión y las cifras de enfermedad están lejos de ser cumplidos, por lo que surge la necesidad de actualizar las estrategias de prevención y tratamiento.
Se trata de un mal que se puede prevenir si se toman los resguardos necesarios, por lo que hay que ser persistentes con las campañas educativas y preventivas, que se orienten especialmente a los jóvenes, que es el segmento que presenta la mayor tasa de contagio.
Afortunadamente el VIH hoy no es sinónimo de muerte, pero el deterioro de la calidad de vida existe y eso es lo que debe evitarse.