"Tenemos que dar el debate de la edad de la jubilación"
Fernando Larraín Aninat lleva poco más de tres años como gerente general de la Asociación de AFP, el gremio que reúne a las administradoras de fondos de pensiones. Asumió en un momento complejo, cuando la jubilación otorgada por Gendarmería a Miriam Olate abrió la frustración de miles de personas que, por contrapartida, recibían pequeñas retribuciones por décadas de trabajo.
Larraín venía del mundo académico y con experiencia en el mundo público, pero su trabajo no ha sido sencillo. En este período apareció la "Coordinadora No + AFP", cuestionamientos a las administradoras y dos proyectos de reforma al sistema.
"Aquí hay que juntarse con todos, nadie tiene mejores ideas que el de al lado y eso lo hemos conversado con gente del Frente Amplio, con Luis Messina (líder de "No + AFP"), porque aquí no hay antagonistas, lo que nos tiene que convocar es ver cómo mejoramos las pensiones y en esa línea, no he visto nunca un cierre de puertas. Las personas quieren dialogar", apuntó.
El problema
Hace varios años el tema pensiones, con toda justicia, ha estado en la palestra. Me gustaría que comentara cómo ha visto esta discusión.
-Esto ha sido un proceso, que partió en la Comisión Bravo, son más de cuatro años, y se vivió un punto de inflexión a fines del gobierno anterior cuando la exPresidenta Michelle Bachelet envió un proyecto. En esa discusión se fueron reconociendo las fortalezas del sistema previsional chileno. Luego, el proyecto que envió el Presidente Sebastián Piñera recogió ese aprendizaje y desde entonces, el nivel de debate ha pasado a ser muy profundo, enfocado en cómo mejorar las pensiones.
También ha estado el tema de quién administra, pero en general, el mundo legislativo, el técnico y político se han concentrado en lo que quieren los chilenos. El nivel de efervescencia y de ideología en el debate, para lado y lado, se ha ido apartando.
El problema es que las pensiones son objetivamente bajas. Ustedes, cuando se envió el último proyecto, manifestaron que les parecía bien, pero que no era suficiente para resolver el desafío. ¿Mantiene la misma impresión?
-La realidad de las pensiones se da por varios indicadores, pero en lo fundamental por cuánto ahorramos y por cuánto tiempo. Si se aumenta la tasa de cotización va en la línea correcta, en términos del cuánto ahorramos, pero la verdad es que la mediana del salario en Chile está en torno a los $380 mil a $400 mil y el promedio de los salarios en torno a los $450 mil a $500 mil, llegar y decirle a una persona que ahorre más, para esa persona no es nada de fácil.
Y hay otro tema de fondo en el mercado laboral y es que apenas el 30% de las personas es capaz de cotizar por más de 30 años. La mayoría transita entre la formalidad y la informalidad y como la cotización no es obligatoria para los trabajadores por cuenta propia e independientes y otros, eso hace que las personas tengan importantes lagunas previsionales. Entre un 35% y un 40% de las pensiones pagadas consideran a personas que no tuvieron 10 años de cotización.
Y lo otro relevante son las expectativas. Algunos han escuchado que por el aumento de la cotización la pensión aumentará un 40% y la verdad es que a la gran mayoría de los trabajadores activos, de entre 45 y 60 años, este aumento no implicará un 40% más de pensión, será mucho menos.
Lo mismo pasa con los actores que entrarán al sistema y que se supone cobrarán mucho menos. Primero, lo importante no es tener más actores, sino buenos elementos de competencia. Entonces hay que tener cuidado con la generación de expectativas.
LA JUBILACIÓN
Larraín dice que si no queremos cambiar el parámetro de la edad de jubilación, al menos el incentivo para postergar el retiro -idea presentada en la reforma- parece correcto.
Ningún gobierno ha querido extender la edad laboral o posponer la edad de jubilación, y esto en un contexto donde las personas vivimos más, es algo que puede molestar a más de alguien, pero es una realidad.
-Es una realidad y por eso en muchos países se ha ido ajustando la edad de jubilación. Este es un debate que en Chile tenemos que dar. Es cierto que la edad de jubilación es voluntaria y también es cierto que hombres y mujeres trabajan un poco más que su edad de retiro (dos años más en promedio), pero la realidad nos muestra que las condiciones en las que uno llega a los 60 o 65 años son mejores y, por lo tanto, tenemos que tener políticas que reconozcan esta realidad.
Hay que cambiar los parámetros, pero sacamos poco con modificarlos, si es que no pasa nada en el mercado laboral, entonces tenemos que generar políticas para el trabajo de los adultos mayores.
Al mismo tiempo, la gente de 25 años, que está entrando al mercado laboral, va a tener que cambiar sus expectativas y saber que deberán trabajar más allá de los 60 años, para el caso de las mujeres y 65, para los hombres. Esto no es cambiar la edad de jubilación de un día para otro, sino que debe ser para las nuevas generaciones.
¿Qué problema pudiera presentar el sistema con esta realidad, que es como un tsunami social?
-Más que para las AFP, es para las personas, el país y la política pública. Lo que pasará es que las pensiones serán más bajas porque vivimos más años, porque las tasas de rentabilidad de los fondos han caído en el mundo y si no hacemos nada, en el tiempo serán más bajas de lo que son hoy.
Otro asunto es explorar cambios en la administración de los fondos. Ustedes están muy regulados respecto de dónde invertir, en qué países, empresas. ¿Hay espacio para ese debate?
-Un 1% más de rentabilidad se traduce en 25% más de pensión. Hoy tenemos un régimen de inversiones que está anclado a estándares antiguos y es muy importante tener una discusión en este punto. Estamos en un momento de poder revisarlo. O sea, el último cambio sustantivo fue la Ley de Multifondos del año 2002 y los cambios han andado muy rápido.
Las bases comparadas ayudan mucho. ¿Qué modelos le han llamado la atención en el mundo?
-Muchos países tienen cosas relevantes. Si miras países como Dinamarca, que es el número 1 del mundo, es muy parecido al sistema chileno. ¿Qué es lo diferente? Tiene un pilar solidario que es universal para todos, entonces el estado garantiza un piso mínimo. Otro caso es el de la participación de los afiliados. Nosotros tenemos que pensar en una comisión de usuarios, que hay que fortalecerla para que los afiliados participen mejor del sistema.
Asimismo, en Australia o la parte privada de Suecia, te das cuenta que no por tener más actores los sistemas son más baratos, lo que hay que resguardar es el dinero de los trabajadores. Si miras el sistema canadiense, el holandés, el australiano hay distintas cosas que se podrían ir tomando para mejorar el nuestro y esta reforma algo de eso recoge.
"Cualquier persona podría decir, si los fondos son míos, yo hago lo que quiero con ellos, pero no: estos son fondos para las pensiones". "Las visiones de largo plazo que se van madurando terminan siendo mejores que otras optadas de un momento a otro"."