Secciones

El año para la certeza entre Chile y Bolivia

E-mail Compartir

Facultad de Ciencias Jurídicas UCN.

Este año se ha estado conmemorando los 40 años del conflicto con Argentina -1978- que nos llevó casi a la guerra. Y se celebra que la paz haya predominado ante la retórica bélica que provino desde el país trasandino. Se ha enfatizado los esfuerzos diplomáticos por sobre los contactos directos castrenses.

Raymond Aron, el intelectual francés, sostuvo que en las relaciones internacionales, bajo la égida del realismo, corriente interpretativa que apela a la primacía de los estados como actores del escenario internacional, cabían dos figuras, el diplomático o el militar. Si bien en nuestra historia del siglo XX han sido los militares los que han zanjado los temas más complejos con Perú y Argentina, detrás estaba el afán silencioso de la diplomacia que, comúnmente, logra los cimientos más duraderos en las relaciones internacionales.

El asunto presentado ante la Corte Internacional de La Haya por Bolivia buscando transformar las diversas tratativas chilenas por mejorar su situación de acceso al Pacífico- demostración clara de buena voluntad, espíritu de integración, aunque agregaríamos de cierta ingenuidad inexcusable en algunos momentos- planteó la sentencia de La Haya el tema más profundo: las conversaciones o diligencias a nivel diplomático bajo cualquier modalidad, pública, confidencial, etc., no constituían obligaciones que se mutaran en negociaciones que fueran acumulándose en el tiempo hasta transformarse en una exigencia de llegar a algún resultado. Ni negociación ni certeza de finalidades.

Aquello fue lo que se dirimió de modo rotundo en favor de Chile en este diferendo interpretativo con Bolivia. No por ello, se deja de conversar, de dialogar, de buscar acercamientos. Los países vecinos son siempre, se quiera o no, naciones hermanas unidas por múltiples factores.

En nuestra política de Estado sobre las relaciones internacionales ha sido invariable no usar este ámbito como excusa o evasión de algún problema mayor en la contingencia interna. Aquello da consistencia y una agenda segura de actuación en nuestras acciones exteriores viendo como horizonte el interés de Chile.

José Antonio González,

Corte Internacional de Justicia rechaza la demanda boliviana

DIFERENDO. Tribunal de La Haya determinó que Chile no tiene ninguna obligación de negociar una salida soberana al mar para Bolivia.
E-mail Compartir

El 1 de octubre de 2018 y después de cinco años de litigio, la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) dictó sentencia y falló a favor de Chile en el diferendo marítimo, en el que se solicitaba que el Estado chileno estuviera obligado a negociar una salida soberana al mar para Bolivia.

Todos los argumentos presentados por el país demandante fueron rechazados de forma categórica por la CIJ, descartándose cualquier obligación de negociar. La Corte Internacional desestimó por 12 votos a favor y tres en contra los argumentos presentados por La Paz, hecho que fue catalogado por el Presidente Piñera como un "triunfo histórico".

En Antofagasta, el dictamen fue seguido por las autoridades desde dos puntos: el intendente Marco Antonio Díaz -con parte de su gabinete y consejeros regionales- desde el segundo piso de la Intendencia; mientras que la alcaldesa Karen Rojo convocó a más de 500 personas y medios de comunicación de todo el país para esperar el veredicto.

El lugar elegido por Rojo fue estratégico, la multitud se reunió en el punto entre la bandera nacional del Bicentenario de 42 metros de altura y el muelle histórico Melbourne & Clark, donde habrían desembarcado las tropas chilenas durante la Guerra del Pacífico en 1879.

Reacciones

Tras el fallo, desde La Haya en Holanda, el Presidente de Bolivia, Evo Morales, sostuvo que "Bolivia nunca va a renunciar, su enclaustramiento, el pueblo boliviano, el pueblo del mundo sabe que mediante una invasión se nos ha arrebatado el acceso soberano al Océano Pacífico".

Más tarde, desde La Paz, el vicepresidente Álvaro García hizo una interpretación similar, asegurando que "si bien no hay obligatoriedad de negociar por parte de Chile con Bolivia, ha abierto las puertas de las vías del diálogo".

El 2 de octubre, 24 horas después, el Presidente Piñera en un acto público -en el mismo lugar donde la alcaldesa esperó el veredicto- llamó a Bolivia a acatar la resolución de la CIJ, a la que su par boliviano se refería en los medios de su país como un "informe".

Debido a las reiteradas declaraciones de Morales, en las que esquivaba reconocer de manera categórica la determinación de la Corte Internacional, Piñera se refirió a estos comentarios expresando que "en la medida que Bolivia respete los tratados que libre y soberanamente firmó, que reconozca y acate el fallo de la CIJ, que no persevere en esta infundada pretensión sobre el mar, territorio y soberanía chilena, nuestro país siempre va a tener las puertas abiertas a un diálogo constructivo, de buena fe para enfrentar esos problemas y oportunidades".

En su discurso en Antofagasta, el Presidente agregó que "si Bolivia insiste en un camino equivocado como el que yo creo ha seguido en los últimos años, sin duda el diálogo se hace difícil, sino imposible".