Recordando Tebaida
Casi un pecado: encontrarme con una de las revistas Tebaida y volver a leer las hermosas expresiones de los amigos, disfrutando además de los bellos dibujos de Guillermo Deisler. Eliana Navarro presenta: "Aquí están los poetas. han venido a decir cosas sencillas. A decir: 'Este es el rostro de mi amor, Aquí está mi agonía cotidiana".
Andrés recuerda a Huasco Alto: "Cabecea el domingo en las flacuras de un burro. ¡Oh, burrito mordisqueador del tedio! Algunos hombres apozan el tiempo en las esquinas. Los niños huelen a barro. Hay un letrero casi en las nubes: CORREO. Sonrío: Aquí solo escribe cartas la soledad… "
Floridor Pérez, romántico, escribe un Discurso de Boda: "Yo no soy la semilla. No quiero/ser "tronco familiar", "raíz" de nada. /Soy únicamente el salteador que rasga tus vestidos/ para que no seas "flor", ni ellos "fruto"/y no se hable de nuestro amor en los discursos"
¿Dónde estará Oliver Welden? Leo en Tebaida unas letras que me cuentan que estaba enamorado: "El Dorso de la Mano/ Me das y yo te cojo en movimiento/redondas, suaves, balanceándose como un columpio/ blanco, todo lleno de misterio, en tanto/ que la partitura se convierte en ángulo profundo/ y yo comienzo a cavar mi sueño". Alicia Galaz le responde: "Aquí está tu afán. Está tu vanidad: Porque te aproblemas te emproblemas y ya no sacas cabeza, con las algas que acostumbrabas ponerte resbalando por tus hombros y verticalmente hacia el cielo…"
Guillermo Ross-Murray no se contiene, emplaza duramente en su poema a los "Catedráticos de papel quienes proliferan, devastan sueños, y dejan el pestilente grito de sus maletines negros", Mientras Ariel Santibáñez, como si estuviera aquí, critica la corbata: La Corbata del Cuello/ La corbata se enreda se enreda/ y de repente yo soy el que se enreda/ soy corbata soy corbata soy corbata/ y sin darme cuenta soy cuello soy/ vida propia soy y siento la corbata/ que aprieta aprieta aprie……"
Me quedo pensando en tiempos que no volverán, pero agradeciendo a quienes dejaron tareas hechas para disfrutarlas nosotros…
Cecilia Castillo, escritora, académica UNAP, Iquique