Constanza Caldera Pfeiffer
A una semana de que el gobierno del Presidente Sebastián Piñera comunicara que Chile no adherirá al Pacto Migratorio de la ONU, suscrito el lunes pasado por otras 150 naciones, chilenos residentes en el extranjero compartieron su opinión respecto a la decisión del Ejecutivo.
Así, de siete consultados, la mayoría cree que la determinación del gobierno es una mala señal, sobre todo considerando que el fenómeno migratorio va en aumento y muchos chilenos también viven fuera.
Dentro de las razones entregadas por el Ejecutivo para no sumarse a este acuerdo, figura que el texto no establece una diferencia clara entre la migración regular e irregular.
Además, se puso en duda que migrar sea un derecho humano, postura que fue planteada por el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, y luego corregida por el canciller Roberto Ampuero, quien días después señaló que migrar sí es un derecho humano.
Opiniones
El ingeniero industrial Waldo Ramos vive en Irlanda, y no está de acuerdo con la posición planteada por el subsecretario Ubilla, asegurando que tal afirmación fue realizada desde la ignorancia.
"Se trata sólo de investigar un poco la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que en su artículo 13 dice que toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado", declaró.
El sicólogo Ismael Navarro, vive en Río de Janeiro, Brasil, y considera que la decisión tomada por Chile es un retroceso en materia de derechos humanos, porque migrar sí es un derecho humano.
"Creo que estamos perdiendo una tremenda oportunidad de crecer inmensamente como país, de poder crear una ley de migración acorde a los tiempos que vivimos y de, a su vez, ser solidarios con nuestros países hermanos", indicó.
La periodista María José Alanis, quien vive en Toronto, Canadá, asegura que la migración es un derecho humano que se remonta a los inicios de la humanidad.
"Donde vivo puedo observar cómo la llegada de migrantes al país ha llevado (en conjunto con políticas impulsadas por el gobierno canadiense) a una sostenida modernización de la ciudad, que ha enriquecido la cultura y economía, dejando de manifiesto que son más los beneficios que los daños que puede dejar el proceso migratorio", declaró.
La también periodista antofagastina Claudia Sepúlveda, vive en Brisbane, Australia, y destaca que ese país se ha formado gracias a los inmigrantes. Por ello, todos los años renueva las políticas y leyes migratorias para adecuarse a la realidad mundial.
Sepúlveda agrega que Australia, al igual que Chile, se restó del pacto por considerar que debilita las leyes y prácticas de protección fronteriza del país.
"Me gustaría pensar que no firmar el pacto no significa que Chile no recibirá inmigrantes, sino que lo hará de acuerdo a una política migratoria nacional en concordancia con la realidad actual política y social del país y de los países vecinos", indicó.
El consultor Francisco Daniels, quien vive en Besanzón, Francia, declaró que no firmar el acuerdo es una decisión política ideológica que denota una "visión trumpista", donde sólo circulan los capitales y los bienes con un sentido unilateral, pero no las personas.
"Estas políticas producen desórdenes sociales, económicos , políticos y militares que terminan siempre en periodos cíclicos de migraciones masivas de alta intensidad, y esto se agravará con la crisis climática y los desastres naturales", explicó.
Finalmente, el estudiante de ingeniería comercial de la UCN, Jahen Garay, quien vive en Cádiz, España, destacó que si muchos chilenos han buscado en otros países, caminos que no se abrieron en Chile, ¿por qué ahora no se puede devolver la mano?".
150 naciones firmaron esta semana en Marruecos el Pacto Migratorio de la ONU. Chile informó que no suscribiría el documento, aduciendo poca claridad en lo planteado por éste.
13 países no firmaron el Pacto Migratorio de la ONU, entre ellos están Australia, República Dominicana, Polonia, República Checa, Austria, Italia, Hungría e Israel.
62.660 inmigrantes viven en la Región de Antofagasta según el último Censo, cifra que representa el 11% de la población local. De este número, el 77% ingresó en los últimos siete años.