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El nuevo delito de corrupción

"Dicho texto normativo, recoge aspiraciones de modernización sempiternas de la academia de penalistas".
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Un empleado de una empresa proveedora de bienes y servicios para la minería le ofrece al encargado de abastecimiento y contratación de servicios de la respectiva empresa minera un "cariñito" si éste accede a darles a ellos la respectiva orden de compra. Al revés, el encargado de abastecimiento y contratación de servicios de la empresa minera solicita una "mojada" a un proveedor para entregarles "la pega". Esta práctica, esta corruptela normalizada por "no ser delito", tiene los días contados desde que el pasado 20 de noviembre de 2018, entró en vigor una ley que marca un antes y un después en lo que se refiere a la forma de regular los delitos económicos en Chile.

Nos referimos a la Ley 21.121 que "Modifica el código penal y otras normas legales para la prevención, detección y persecución de la corrupción". La gran novedad es la introducción en el Código Penal de dos nuevos artículos (287 bis y 287 ter) que contemplan los nuevos delitos de corrupción por pago de coimas entre privados.

Ello involucra un giro copernicano respecto de la concepción tradicional de la corrupción en el contexto de la cultura latinoamericana, en la cual, ésta se considera un fenómeno asociado más bien a la función pública, entendiéndose al pago de recompensas coimeras entre particulares como una cuestión entregada a la autonomía de la voluntad ajena al interés público. Dicha perspectiva -obsoleta entre los países con altos estándares en contra de la corrupción- ha sido abandonada por nuestro legislador, lo cual es digno de aplaudir, pues la venalidad entre empresas es un hecho que afecta no sólo a la libre competencia (es una práctica desleal que la limita), sino que además eleva artificiosamente los costos finales de cualquier proceso productivo (haciéndolo más ineficiente), lo cual en definitiva involucra una afectación patrimonial contra los consumidores finales.

En cuanto a las conductas penadas, estas son dos: en primer lugar, el cohecho respecto del "empleado o mandatario que solicitare o aceptare recibir un beneficio económico o de otra naturaleza, para sí o un tercero, para favorecer o por haber favorecido en el ejercicio de sus labores la contratación con un oferente" (art. 287 bis Código Penal) y el soborno, respecto del "que diere, ofreciere o consintiere en dar a un empleado o mandatario un beneficio económico o de otra naturaleza, para sí o un tercero, para que favorezca o por haber favorecido la contratación con un oferente por sobre otro" (art. 287 ter Código Penal), ambos comportamiento son castigados con penas privativas de la libertad de hasta de tres años y con multas referidas al valor de la coima. Además de esto, la ley ha contemplado que las propias personas jurídicas (las empresas) respondan también penalmente por la comisión de estos delitos, en el caso que no hayan introducido un modelo de prevención efectivo contra los mismos. Es evidente que, en el tráfico jurídico-económico de nuestra Región -industrial por excelencia-, con un ecosistema de grandes empresas mineras y una red de empresas proveedoras locales y nacionales de todo tamaño, la aplicación práctica de estos delitos será de suma importancia y permitirá fomentar una libre competencia robusta, abaratar costos innecesarios y volver más eficiente nuestra economía local.

Luis Varela Ventura

Prof. Derecho penal económico Universidad de Antofagasta

Geometrías perversas

"La solución no es simple, pero ojalá cada uno de nosotros cada vez que necesite contratar capacidad opte por lo local".
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Decía Mario Benedetti que "en la vida hay que evitar tres figuras geométricas; los círculos viciosos, los triángulos amorosos y las mentes cuadradas". Esta vez yo quiero solo referirme a los círculos viciosos, ya habrá tiempo y oportunidad para los otros.

Estos círculos son en términos simples una suerte de callejón sin salida, un círculo en donde todo conduce a un mismo punto. Una situación que no sabemos cómo romper cuyo mejor ejemplo lo constituye, quizás, la viejísima pregunta de ¿qué es primero el huevo o la gallina? Y ya todos hemos pasado por arduos y apasionados debates en torno a la respuesta.

Estos últimos días nos hemos enterado de noticias que deberían ser buenas y otras no tanto que dejan en evidencia uno de esos círculos que nos afecta en particular. Está en proceso una indagatoria en torno a la contratación de un asesor, de Santiago, en el área político-comunicacional, de acuerdo con lo conocido, con procedimientos inadecuados, la vinculada al proceso en calidad de inculpada contrata para su defensa a un abogado de Santiago. ¿En Antofagasta no existen asesores comunicacionales y abogados?

Se iniciará la convocatoria del, por nosotros conocido, centro del litio y allí las universidades locales deberán competir con universidades nacionales e internacionales que cuentan con infinitos más recursos de todo orden en una competencia desnivelada.

Nuestros proveedores locales en todas las áreas, pero particularmente en la minería, deben competir con proveedores nacionales e internacionales para lograr adjudicarse un contrato y así poder sobrevivir. Y así suma y sigue.

El sentido común dirá que es lo correcto y allí en su base está la condición de vicioso del círculo. ¿Cuándo y cómo? Un proveedor alcanza contratos si cada vez que va a licitaciones hay otros que, por adjudicarse permanentemente contratos, han alcanzado un tamaño y eficiencia que se adjudica todo y los chicos que pierden permanentemente continuarán en esa situación.

¿Cómo con menos recursos y apoyos las universidades locales alcanzan desarrollo si cada vez que se compite las universidades nuestras están en inferioridad de condiciones por una cuestión histórica con relación a las de Santiago y siempre quedamos sin recursos?

¿Cómo nuestros asesores y abogados alcanzan experiencia competitiva que les permita adjudicarse contratos que les prestigie en el largo plazo?

La solución no es simple, pero ojalá cada uno de nosotros cada vez que necesite contratar capacidad opte por lo local, vía discriminación positiva, para así empezar a romper el vicio y darnos un plazo razonable para alcanzar los estándares que nos permitan competir de igual a igual sobre todo ahora que se nos viene la cuasi descentralización. De seguir así esta ciudad será una oda a la conmutación.

César Trabucco

Sociólogo y académico Universidad de Antofagasta

Son 112 años

Agradecemos esa confianza de ustedes. Eso nos ha permitido ser el medio más relevante de todo el Norte Grande y seguir proyectados al futuro. Antofagasta se ha consolidado en un siglo y medio, junto a sus instituciones, como la ciudad y región más relevante de esta parte del continente. Actuemos en consecuencia con ese desarrollo.
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En medio de una pesadumbre por el complejo fenómeno de la desconfianza, los medios de comunicación deben cumplir un rol fundamental en el cuidado de la democracia, las libertades, las instituciones y el ciudadano… las personas, en definitiva.

Diario El Mercurio de Antofagasta tiene aquí uno de sus ejes fundamentales, toda vez que entendemos que cuando la persona está en primer lugar, las posibilidades de desarrollo son mayores.

No son tiempos sencillos para la industria de medios que vive una transformación propia del cambio de era que tiene el país y el planeta. Las redes digitales han sacudido la forma de comunicarnos, la manera en la que la sociedad se intermedia, se han abierto muchísimos canales, la información abunda, pero también el engaño, las verdades a medias y los juicios interesados disfrazados de interés público.

El ejercicio periodístico es más necesario que nunca en estos días. Las verdades incómodas, el atropello a los DD.HH., los actos de corrupción, o los discursos de odio parecen multiplicarse. Deben ser denunciados, pero también ser explicados. Esa es labor de la prensa libre que debe dar espacio a una gran variedad de opiniones siempre, en el objetivo de cuidar la democracia, alentar el debate con altura y entender los nuevos paradigmas de una sociedad en metamorfosis.

El periodismo debe ser una de las actividades más sensibles a los devenires de países y grupos humanos. Crea estados de ánimo y se empapa de ellos en un doble vínculo siempre muy efectivo. Se desarrolla en libertad y se cohíbe con las restricciones de los regímenes autoritarios o ante las amenazas de quienes tienen el poder político o económico.

Y es obviamente cierto que para el país los avances en tales ámbitos son sencillamente notables. El hoy es mejor que el ayer, respecto a las garantías para las personas y los medios de comunicación. Sin embargo, aún quedan ripios y situaciones por resolver.

¿Cuál será el futuro de los medios? ¿Cuál será el modelo en el que la sociedad se interpretará a sí misma? Interrogantes que debiéramos considerar.

Para nosotros los desafíos son claros y estamos comprometidos en continuar mejorando nuestros procesos, acercarnos más y seguir comprometidos con el desarrollo de Antofagasta, característica que nos ha permitido llegar hasta aquí y proyectarnos al futuro.