Redacción
Angélica Acevedo es una vecina que vive en la población René Schneider. Actualmente no solo cuida de su nieto, sino también a su hijo y la pareja de éste, quienes son menores de edad con problemas de adicción a las drogas.
"Para mí, ellos tres son mis hijos y hago lo que sea porque estén bien. Por eso fue necesario realizar estos talleres, ya que así sé mejor cómo piensan las personas adictas y de esa manera, puedo contribuir mejor a su rehabilitación", dijo.
La historia de Angélica no es única, son cientos los casos de madres con sus hijos adictos a las drogas. Por ello el Programa de Orientación Familiar que imparte la 'Fundación En los ojos de mi Madre' les entrega las herramientas necesarias para ayudar en el proceso de rehabilitación.
Fue en ese contexto que el pasado viernes se realizó la ceremonia de cierre y de reconocimiento de la segunda etapa del programa que impulsa Creo Antofagasta, a través de su iniciativa Paseo Cerro a Mar, y que está dedicado a ayudar a mujeres, vecinos y dirigentes sindicales para advertir y subsanar los problemas de adicción en las familias.
experiencia
Otra de las vecinas que participó en el taller y estuvo en la ceremonia de clausura fue Claudia Henríquez, quien vive en la población Juan Papic y que tomó los talleres (que se imparten de forma gratuita) y que fueron iniciativa de un joven que también fue consumidor.
"En esos talleres tomamos las herramientas necesarias para saber los comportamientos de los niños en el consumo de drogas. Fue muy positivo porque puedo ver desde otra perspectiva a nuestros hijos. Quiero decir, sé por lo que pasan, pero también sé como frenarlos. Creo que eso nos pasa a todas las madres, que en un principio sufrimos, pero no vemos la solución al problema que lo genera", contó Claudia.
Iniciativa
La 'Fundación en los ojos de mi Madre' fue un proyecto ideado por un exadicto, Elías Jara, quien sostuvo que, al estar sumergido en el consumo de drogas, comprende por las etapas que atraviesa un drogadicto y a la vez, el comportamiento de sus familiares.
Por ello inició el proyecto con el fin de ayudar a los adictos a través del apoyo de sus propios familiares.
"Cuando yo me recupero de las drogas, me di cuenta de muchas cosas. Primero me perdoné por el daño que me hice a mi mismo y a mi familia. Ahora, mi mayor etapa de drogadicción fue cuando vivía en Santiago, con mi familia. Pero estando en Antofagasta viviendo solo se me hizo más fácil la rehabilitación. Entonces pensé, ¿por qué me costó tan poco y mis amigos de esta ciudad les cuesta salir, siendo que ellos tienen el apoyo familiar?".
Metodología
Con esta pregunta, Jara concluyó que la familia también entraba al círculo de la adicción de una manera indirecta.
"La madre, la esposa o los familiares comienzan a tener actitudes de codependencia que van aportillando la recuperación del adicto. Muchas veces estas actitudes incentivan al consumo en vez de frenarlas. Uno dice ¿cómo una madre fomenta eso? Porque se comienzan a sentir culpables porque creen que criaron muy mal y, de alguna manera, comienzan a mantener al hijo drogadicto desde la culpa. Por eso me rehabilité estando solo, porque solo nadie, salvo tú, te puede ayudar. Ahí tocas fondo y decides por tu vida", explicó Jara.
Elías, Jara,, director
fundación"
"Las madres se van sintiendo culpables por la drogadicción de sus hijos y comienzan a ser codependientes"."
De adicto a rehabilitador
La historia de Elías Jara y su fundación fue postulada al programa 'Camiseteados' de TVN, siendo representante de Antofagasta junto con la historia de Pedro Ziede (quien finalmente ganó el programa que premió a iniciativas sociales). Jara es de Santiago y fue drogadicto desde joven. Llegó a Antofagasta en 2009 y comenzó a trabajar en una empresa minera que lo envió a rehabilitación. Una vez rehabilitado, postuló a fondos concursables y fundó la organización que ahora ayuda a familiares de personas drogadictas.