Desde hace más de medio siglo, Antofagasta ha tenido propuestas que dan cuenta de las posibilidades de reutilizar las aguas servidas, incluso como agua potable, pero, hasta ahora, no hay proyectos para beneficio específico de la comunidad.
La ciudad está inserta en un desierto, de modo que la consecución de agua es un asunto crítico, tanto por su escasez, como por el costo que implica potabilizarla. Afortunadamente los avances tecnológicos han permitido que Antofagasta consolide su actual desarrollo, gracias al avance de la desalación a gran escala.
Sin embargo, cada hora, miles de litros de las aguas producidas son desaprovechadas y van directamente al mar. Son millones de litros cada año que podrían ser reutilizados, purificándolos como corresponde, bajo las normas técnicas ad-hoc, para distintos objetivos, ya sean industriales, riego o el citado consumo humano.
Solo se trata de tener la tecnología para ello.
Israel es un caso paradigmático. Allí se reutiliza el 86% de las aguas, las que en su mayoría provienen de las saladas aguas del Mediterráneo. Es decir, el grueso del consumo se sustenta en la desalación y en el nuevo filtrado del elemento.
En Antofagasta, apenas el 10% de las aguas negras son reutilizadas y solo para venderse a industrias del sector alto de la ciudad. Todo lo demás se pierde.
En este plano asoma el Creo Antofagasta, que hace años trabaja en un proyecto que pretende reutilizar parte de las aguas y limpiarlas para ocuparlas en la gestación de nuevas áreas verdes. En concreto se busca, a través de la instalación de plantas de tratamiento de última generación, recuperar, tratar y reusar las aguas para el riego de espacios públicos.
De esta manera, se aumenta la cobertura vegetal de la ciudad, se rebajan los costos de regadío para la comuna al disminuir la utilización de agua potable para dicho uso. En efecto, el ayuntamiento tiene ya un enorme gasto en esta parte del presupuesto.
Pero la tecnología, que ya está disponible, hace posible soñar en una ciudad más verde, sin que los costos se disparen. Es de esperar que los organismos ligados a este desarrollo concreten la idea lo antes posible.