Catastro advierte deterioro de archivos patrimoniales
MEMORIA. Investigadores apuntan a que documentos de la ciudad están almacenados en bodegas, expuestos a factores ambientales que terminan por dañarlos.
Libros y archivos de índole patrimonial, jurídica, administrativa, educativa e histórica de Antofagasta permanecen almacenados en bodegas y cuartos de edificios y unidades educativas, acumulando el tiempo entre sus delicadas hojas, sin una digitalización o estudio que permita determinar si alguno de estos documentos, constituye un material relevante para la ciudad.
Este es uno de los resultados preliminares del catastro realizado por el Proyecto Censo Guía, impulsado por el Archivo Nacional de Chile, dependiente del nuevo Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio.
Los primeros datos de esta evaluación, que involucra en Antofagasta a 50 instituciones, concluye que "la mayor parte de los depósitos se encuentran expuestos a la acción de agentes biológicos que facilitan su deterioro o destrucción (condiciones ambientales, nula higiene, humedad, presencia de elementos orgánicos en descomposición), además de factores humanos (eliminación, robo o comercialización)".
Instituciones
Algunas de las instituciones catastradas son el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad de Antofagasta (UA), la Intendencia, el Cementerio Municipal, el archivo histórico de la Municipalidad de Antofagasta, el Archivo Judicial, Corporación Proa, la Primera Compañía de Bomberos, Seremi de Bienes Nacionales y algunos establecimientos educativos de la Corporación Municipal de Desarrollo Social (Cmds).
El coordinador regional del proyecto Censo Guía del Archivo Nacional en Antofagasta, Camilo Araya, realiza este trabajo desde el 2017 y planea terminarlo en diciembre. Cuenta que aún debe oficiar a algunas instituciones, dando énfasis a que éstas no eliminen sus archivos, ni siquiera esos que están considerados como "papelería" sin clasificar.
"Yo diría que se ha avanzado en lo que es el catastro, pero lo importante es que las instituciones no eliminen sus archivos, hay algunos establecimientos en donde se realizan intervenciones a la infraestructura y se botan antiguos documentos porque interpretan mal la ley de eliminación de documentos, y esos documentos podrían servir para reconstruir la historia de la región y la ciudad en particular", dice.
Agrega que también visitó las instalaciones de la escuela pública Huanchaca, y que se le informó que ésta, al ser sometida a una restauración durante el 2017, desechó gran cantidad de libros escolares que databan de la fundación de la escuela, en 1908.
"La instituciones no toman el peso al resguardo de un archivo, que no solo tiene un fin investigativo, sino que también tiene un fin en temas de transparencia y es un ejercicio de la democracia, porque las personas pueden fiscalizar a las instituciones", indica Araya.
Por su parte para Ana Olivares, perteneciente al Consejo de la Sociedad Civil en la categoría de archivos, "aquí no existe la cultura o alfabetización archivística, porque como todos los archivos se guardan en Santiago, acá no hay o no se tiene idea sobre la conservación del documento en papel", advierte.
La propuesta después de concluido el catastro, es realizar una digitalización y conservación de los documentos más relevantes.
establecimientos públicos y privados ya fueron catastrados para verificar estado de sus archivos. 50