Secciones

Catastro advierte deterioro de archivos patrimoniales

MEMORIA. Investigadores apuntan a que documentos de la ciudad están almacenados en bodegas, expuestos a factores ambientales que terminan por dañarlos.
E-mail Compartir

Cristian Castro Orozco

Libros y archivos de índole patrimonial, jurídica, administrativa, educativa e histórica de Antofagasta permanecen almacenados en bodegas y cuartos de edificios y unidades educativas, acumulando el tiempo entre sus delicadas hojas, sin una digitalización o estudio que permita determinar si alguno de estos documentos, constituye un material relevante para la ciudad.

Este es uno de los resultados preliminares del catastro realizado por el Proyecto Censo Guía, impulsado por el Archivo Nacional de Chile, dependiente del nuevo Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio.

Los primeros datos de esta evaluación, que involucra en Antofagasta a 50 instituciones, concluye que "la mayor parte de los depósitos se encuentran expuestos a la acción de agentes biológicos que facilitan su deterioro o destrucción (condiciones ambientales, nula higiene, humedad, presencia de elementos orgánicos en descomposición), además de factores humanos (eliminación, robo o comercialización)".

Instituciones

Algunas de las instituciones catastradas son el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad de Antofagasta (UA), la Intendencia, el Cementerio Municipal, el archivo histórico de la Municipalidad de Antofagasta, el Archivo Judicial, Corporación Proa, la Primera Compañía de Bomberos, Seremi de Bienes Nacionales y algunos establecimientos educativos de la Corporación Municipal de Desarrollo Social (Cmds).

El coordinador regional del proyecto Censo Guía del Archivo Nacional en Antofagasta, Camilo Araya, realiza este trabajo desde el 2017 y planea terminarlo en diciembre. Cuenta que aún debe oficiar a algunas instituciones, dando énfasis a que éstas no eliminen sus archivos, ni siquiera esos que están considerados como "papelería" sin clasificar.

"Yo diría que se ha avanzado en lo que es el catastro, pero lo importante es que las instituciones no eliminen sus archivos, hay algunos establecimientos en donde se realizan intervenciones a la infraestructura y se botan antiguos documentos porque interpretan mal la ley de eliminación de documentos, y esos documentos podrían servir para reconstruir la historia de la región y la ciudad en particular", dice.

Agrega que también visitó las instalaciones de la escuela pública Huanchaca, y que se le informó que ésta, al ser sometida a una restauración durante el 2017, desechó gran cantidad de libros escolares que databan de la fundación de la escuela, en 1908.

"La instituciones no toman el peso al resguardo de un archivo, que no solo tiene un fin investigativo, sino que también tiene un fin en temas de transparencia y es un ejercicio de la democracia, porque las personas pueden fiscalizar a las instituciones", indica Araya.

Por su parte para Ana Olivares, perteneciente al Consejo de la Sociedad Civil en la categoría de archivos, "aquí no existe la cultura o alfabetización archivística, porque como todos los archivos se guardan en Santiago, acá no hay o no se tiene idea sobre la conservación del documento en papel", advierte.

La propuesta después de concluido el catastro, es realizar una digitalización y conservación de los documentos más relevantes.

establecimientos públicos y privados ya fueron catastrados para verificar estado de sus archivos. 50

Denuncian indiscriminada tala de bosque submarino en Morro Moreno

PARQUE NACIONAL. Autoridades explican que está permitida la recolección de algas. Sin embargo, la extracción está en veda, se concreta a través de varios métodos para disimular el origen del producto. Conaf confirmó esta irregularidad, afirmando que es una práctica constante en el litoral. Agregan que no tienen atribuciones para fiscalizar los sectores costeros ni marinos.
E-mail Compartir

En el límite costero oeste del parque nacional Morro Moreno, en los rincones más escondidos del litoral en la Región de Antofagasta, deportistas y visitantes advierten una lamentable realidad: la sustracción irregular del bosque marino, específicamente del alga parda o mejor conocida como huiro, situación que ocurre a pesar de que su extracción está en veda, no a sí su recolección.

Carlos Álvarez, dueño e instructor de la agencia de buceo Oceano, es testigo a diario de este problema, debido a que realizan exploraciones submarinas en la zona de la Isla Santa María y la bahía que está bajo del parque Morro Moreno.

"Extraen las algas con barretas, se amarran y se meten, las cortan y las tiran hacia arriba de las piedras para que se sequen, hecho que a simple vista se ve que no es una recolección por varamiento que es lo que está permitido", aseguró Álvarez.

Este hecho es difícil de aprciar desde tierra, pero desde el mar puede verse a simple vista, tal como lo confirma Paulo Goncalvez, buzo profesional, que también advirtió está situación, puntualizando que es más recurrente la extracción irregular entre Mejillones y Punta Tetas (Morro Moreno), ya que es terreno propicio para la clandestinidad.

"Las están soltando de las rocas para que después las boten las olas", aseveró Goncalvez, quien manifestó que el daño es gigante y que está todo mal, porque las algas son la guardería de los peces más pequeños y también son el alimento para otras especies.

Respecto a esta denuncia en las costas del parque nacional Morro Moreno, el director regional de Conaf, Cristián Salas, declaró que están en conocimiento de está situación que no es nueva y que es muy grave para el ecosistema del parque. Pero lamentablemente no tienen atribuciones en el borde costero, ni en el sector marino.

"Hemos visualizado este hecho, por lo que constantemente estamos realizando acciones para mitigar esta falta, como cerrar accesos a ciertas playas donde es más habitual esta práctica y junto con la ejecución de fiscalizaciones conjuntas con otras instituciones, como Sernapesca y la PDI, entre otros", detalló Salas.

El director (s) de Sernapesca, Luis Llancamil, explicó que las algas pardas están con veda extractiva en la región y solo se permite la recolección de lo que se vara naturalmente.

Desembarque

"En la región se procesan sobre las 80 mil toneladas anuales de alga, lo que comprende el 95% del total local de desembarque bentónico (especies apoyadas en el sustrato marino)", indicó Llancamil.

Según Sernapesca ha sido muy escasa la varazón de algas en el último periodo, lo que obligaría a las personas que trabajan este recurso a destroncar.

"La gente vive de eso y para muchos es lo único que han hecho en su vida", manifestó Llancamil.

El académico del departamento de Ciencias Acuáticas y Ambientales de la Universidad de Antofagasta, Luis Tapia, sostuvo que ha notado que están sucediendo cosas en el mar que pueden ser producto del calentamiento global.

"Se aprecia que ya no existen las bravezas que había antes. Hay lugares en donde siempre se encontraban algas de diferentes tipos y ahora no nada", afirmó Tapia.

"Modus operandi"

Algunos entrevistados precisan que las personas realizan un "truco" para simular que las algas fueron varadas de forma natural, ya que está permitida su recolección por la norma, soltando el huiro de la piedra con un fierro para que la misma marea los bote, para luego recolectar.

Los infractores son citados por tenencia, ya que es muy difícil detectarlos al momento de la extracción, ya que son lugares de difícil acceso y los vehículos de Serenapesca son divisados desde lejos.

Respecto a esta irregularidad, el jefe (s) de la Brigada de Delitos contra el Medio Ambiente y el Patrimonio de la PDI, subcomisario Marco León, explicó que esta situación no constituye un delito, sino una falta, por lo que es Sernapesca quien debe fiscalizar y cursar las multas respectivas. La PDI sólo investigaría casos que consideran extracción con elementos explosivos, ya que eso generaría un daño ambiental.

Regulación

Con el objetivo de regular la recolección desde hace un año existe un plan de manejo en la región que fija una cuota máxima de cinco toneladas mensuales para los cerca de 800 inscritos, sin posibilidad de aumentar los algueros autorizados, ya que están cerradas las inscripciones.

Gracias al instrumento de regulación, Sernapesca controla la producción máxima que las plantas procesan y han podido determinar que solo el 40% de los algueros opera activamente, y que si existen recolectores irregulares.

Sernapesca realiza fiscalizaciones mensuales a las plantas procesadores, y si bien, la extracción total no supera lo máximo autorizado según los registros, aúnpersiste la extracción las algas.

Repoblación

El académico del departamento de Ciencias Acuáticas y Ambientales de la Universidad de Antofagasta, tras 30 años de observación, describe que las algas han demostrado ser capaces de masificar su reproducción, repoblando los sectores vacíos.

"Tras el fenómeno del niño desaparecieron todas las algas y en el periodo de un año lograron recuperar su masividad. A pesar de que es muy difícil que se extinga el alga por efecto de la extracción irregular, de igual forma hay que mantener los resguardos de las autoridades para proteger el sistema", afirmó Tapia.

60 varaderos aproximadamente reconocidos de algas y 23 caletas pesqueras, existen a lo largo de todo el litoral de la Región de Antofagasta.

800 algueros están inscritos en los registros de Sernapesca, que los habilita para la recolección de algas en Antofagasta. En la región, ya no existe la posibilidad de realizar más inscripciones.

5 toneladas mensuales es la cuota máxima de recolección permitada en Antofagasta. La extracción es la actividad prohibida, aunque legalmente se considera falta y no delito.

BAJA en la EXPORTACIÓN

E-mail Compartir

Producción de Alginato

El mercado de las algas está dirigido hacia China, donde son utilizadas para la producción de alginato, que es una sustancia química con diversas aplicaciones industriales y odontológicas. Según el gerente general de Prodalmar S.A., René Piantini, desde marzo ha caído el mercado internacional de las algas en China, tanto en volúmenes como en precios y que la firma sería una de las pocas empresas que continúa con el poder de compra, para mantener a los recolectores que han quedado bastante deprimidos económicamente. En temporadas buenas el kilo alcanzó los $600, mientras que ahora se está pagando solo $150.