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Aumento de los conflictos urbanos

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Cristian

Rodríguez,

director de Políticas

Públicas UCN

En la actualidad, las comunidades de Antofagasta se enfrentan a diferentes iniciativas o actividades cuyas externalidades negativas han detonado conflictos socioambientales. Movilizaciones, que tienen como actor a comunidades organizadas que defienden el derecho a la calidad de vida y la seguridad de sus respectivos hábitats, ya sea por contaminación, ruidos molestos o riesgo de accidentes. Las estrategias comunitarias son variables, van desde la acción directa sobre las fuentes específicas de peligro, o a través de respuestas organizadas que escalan hasta el ámbito público, judicial y político.

En un caso, solo se aspira a neutralizar actividades que ponen en riesgo la calidad de vida de aquellos barrios, mientras que los movimientos organizados aspiran a una respuesta integral que institucionalice el reconocimiento al derecho colectivo a vivir en un ambiente libre de externalidades negativas. Antofagasta ha sido escenario de ambos tipos de conflictos, movilizaciones y estrategias con resultados y éxitos variables.

Los resultados, han sido exitosos frente a actividades generadoras de externalidades negativas impulsadas por actores de baja capacidad de articulación, en aquellos casos las iniciativas han sido paralizadas o prohibidas. Diferente suerte han corrido aquellas movilizaciones, que pese a su legitimidad han adolecido de una organización, alianzas, y estrategias de mayor complejidad para avanzar en sus demandas frente a actores de mayor envergadura.

La multiplicación de los conflictos tiene dos lecturas. En el primer caso, el conflicto visibiliza la emergencia de una comunidad cada vez más sensible y consciente de derechos. Sin embargo, la otra cara de la moneda de la multiplicación de luchas urbanas es un indicador del aumento del déficit de la institucionalidad pública, o de su asimetría de respuestas en los ámbitos de la planificación, la regulación y la fiscalización, que asegure el derecho de las comunidades a vivir en un ambiente libre del riesgo.

Capacidad actual de tratamiento de aguas servidas se proyecta hasta el año 2024

COMPAÑÍA. Para cubrir la demanda posterior, Econssa debe realizar una ampliación de la planta.
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Hasta el 2024 la planta de tratamiento de aguas servidas de Econssa, tendrá capacidad para tratar las aguas de la capital regional.

Esto según las proyecciones de demanda que analiza la misma empresa. Según sus datos, la instalación tiene una capacidad de demanda de 1.628 litros por segundo.

Dicha demanda deberá ser ampliada al año 2024, considerando que en un día peak, puede llegar a los 1.300 l/s (muy cerca del límite), por lo que se necesita, a fin de poder cumplir con la demanda futura, hacer una ampliación de infraestructura de la planta.

Las obras de ampliación consisten en la construcción de un segundo emisario (que ya cuenta con Resolución de Calificación Ambiental), una descarga de emergencia y un tercer desarenador.

"Con la capacidad que nosotros tenemos hoy, de acuerdo a la proyección de demanda, deberíamos poder dar cobertura eficiente a la ciudad hasta el año 2024, pero a contar del 2019 iniciaremos inversiones que nos permitirán cubrir la futura demanda hasta el año 2040", comentó la subgerente de sustentabilidad y asuntos corporativos, Andrea Aranda.

Aranda explicó que otro de los proyectos que estudia la empresa es la construcción de una nueva planta de tratamiento de aguas servidas para reutilización de agua industrial, la que se ubicaría fuera de la ciudad, y permitiría tratar hasta 900 l/s.

Ya no basta con reclamar: Vecinos se organizan frente a problemáticas de barrio

CIUDAD. Habitantes de diferentes sectores de Antofagasta, en algunos casos sin pertenecer a juntas vecinales, se organizaron en las últimas semanas frente a situaciones que afectan a sus barrios, como el ruido o la inseguridad. Las redes sociales cumplieron un rol fundamental en la formación de estos movimientos.
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Cristian Castro Orozco

En la población Playa Blanca ubicada en el sector costero sur de Antofagasta, la mayoría de sus habitantes son personas de la tercera edad, quienes cada noche soportan ensordecedores ruidos que provienen de los pubs y restaurantes que funcionan casi a diario en Avenida Grecia.

Las contantes denuncias que los afectados realizan a Carabineros, y el incesante envío de mail y cartas a los medios de comunicación, municipalidad, Superintendencia de Medioambiente y Salud, parecían ser semillas arrojadas en tierra infértil. Más allá de un par de sanciones a estos locales, el ruido persiste hasta hoy.

Fue precisamente por este motivo que un grupo de habitantes se comenzó a organizar a través de whatsapp.

Poco a poco la organización fue tomando un cariz más ciudadano, llegando a constituirse en un movimiento bajo la consigna "No más Ruidos" (detalle en la siguiente página).

"Cada vez se está uniendo más gente y estamos analizando cuáles serán las acciones a seguir, porque queremos una solución efectiva a este problema. Tenemos muchas personas mayores y niños que no están durmiendo y sufren dolores de cabeza por estos hechos", manifestó Alicia Brito, una de las dirigentas.

Experiencia

Pero no son los únicos que han debido recurrir a una acción mancomunada para enfrentar ciertos problemas que, de forma individual, es mucho más difícil resolver.

No tan lejos de Playa Blanca, otro grupo de vecinos persigue como objetivos comunes en dos puntos; mayor seguridad para el sector del Parque Brasil y que no se instalen más pubs en ese barrio.

Y el movimiento comenzó por un caso particular: la inminente apertura de un night club llamado "Palomino", el cual despertó preocupación y rechazo entre los habitantes del sector debido al tipo de clientela que traería el local a este barrio residencial.

Inclusive, el mismo día que se conoció la noticia, los vecinos organizaron asambleas para abordar el tema.

A una de éstas llegaron algunos concejales (Luis Aguilera, Doris Navarro, Roberto Soto, Gonzalo Dantagnan y Jonathan Velásquez), asegurando que el local ya no se instalaría en ese sector.

Johan Villegas es vecino del inmueble en donde se instalaría el polémico local. El hombre cuenta que en la casona siempre funcionaron establecimientos habilitados para la venta del alcohol, no obstante los habitantes toleraban la situación. Pero ya con un cabaret, "la cosa es distinta".

"Nuestra reticencia es que la autoridad no da respaldo oficial de que no se vaya a instalar este local. Supuestamente el dueño comentó que no se iba abrir y eso se lo dijo a la alcaldesa Karen Rojo, pero legalmente no hay nada que lo impide, pues cuenta con las patentes autorizadas y vemos cada día que se sigue avanzando en obras", comentó.

Redes sociales

El común denominador de estas nuevas agrupaciones es que han articulado su organización gracias a las redes sociales como Facebook, Twitter y Whatsapp.

En ese sentido uno de los primeros movimientos vecinales que instaló su sello ante la opinión pública fue No Más Quemas, el cual agrupaba a habitantes del sector La Chimba cansados de las quemas clandestinas.

Su iniciador, Víctor Silva, manifestó que en un principio se comenzó publicando videos de focos de incendios en los alrededores del vertedero de La Chimba en una página de facebook. Con el paso de los días, se fueron sumando nuevos usuarios y así el movimiento tomó forma hasta constituirse formalmente en 2015.

Organizaciones vecinales de los últimos años: No más ruidos (Playa Blanca) No Más Quemas (La Chimba)

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Fue a través de Facebook en abril del 2013 que usuarios anónimos comenzaron a subir videos de quemas clandestinas en el vertedero de La Chimba. Víctor Silva, vocero del que luego sería conocido como movimiento "No Más Quemas", cuenta que " No era solo mostrar la quema de basura, sino también instalar una conversación más profunda, tanto que el Colegio Médico y la Academia se fueron sumando. Al final nos transformamos en una ONG con contenido técnico hacia una demanda social. Nos institucionalizamos con personalidad jurídica en 2015".

Debido a los fuertes ruidos que se registran hasta altas horas de la noche en el sector de Playa Blanca, ocasionados por una gran cantidad de pubs, esta semana se comenzó a conformar el movimiento "No más ruidos". Su fundador, Alejandro Norambuena dijo que "de forma individual realizábamos acciones en paralelo. En eso nos fuimos encontrando con los vecinos también afectados, así que formamos un grupo de Whatsapp, comenzamos a interactuar y de ahí nos comenzamos a conformar".

La organización "Juntos Salvemos Nuestro Barrio" nació en octubre dada la inquietud de los vecinos ante la instalación de un cabaret . Si bien aún se encuentran realizando los trámites para su constitución formal, uno de sus representantes, Rolando Lorca, dijo que "lamentablemente no está frenada la instalación del local y se está en pleno proceso de habilitarlo como cabaret. Aquí quien tiene la última palabra es la alcaldesa y a nosotros nos interesa que ella no lo autorice. Hace seis años que se ha venido deteriorando la calidad del barrio por los pubs".

Juntos salvemos nuestro barrio (Parque Brasil)