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Buenos Aires reinauguró la biblioteca donde trabajó Borges

LITERATURA. El autor clasificó cientos de libros. "Yo era un escritor conocido, excepto en esa biblioteca", anotó.
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El escritor argentino Jorge Luis Borges, recordado por sus cuentos "El Aleph" e "Historia universal de la infamia", entre otros, fue homenajeado en su ciudad natal, Buenos Aires, con la reapertura de la Biblioteca Miguel Cané donde por casi una década trabajó clasificando libros y, en sus horas libres, creando los propios antes de obtener el reconocimiento mundial.

"Los años que he vivido en Europa son ilusorios, yo he estado siempre (y estaré) en Buenos Aires", escribió Borges en el poemario "Fervor de Buenos Aires", y la ciudad lo festejó con la inauguración del Espacio Borges en la reapertura de la Biblioteca Miguel Cané, donde el escritor trabajó entre 1937 y 1946.

El eterno candidato al Premio Nobel de Literatura fue un anónimo empleado municipal: "Los demás no se interesaban sino por las carreras de caballos, los partidos de fútbol y los chistes obscenos. (...) Irónicamente, por ese entonces, yo era un escritor conocido, excepto en la biblioteca", escribió en su autobiografía.

"No es exagerado decir que aquí, invisible, casi clandestinamente, nació ese Borges que cambió la literatura del siglo XX", agregó el curador de la muestra, Pablo Gianera, en entrevista con la agencia DPA.

"leer y sentir"

El centro de la biblioteca es una recreación del espacio en el que Borges (1899-1986) se recluía tras su trabajo catalogando libros, ambientado con una silla, lámpara y escritorio antiguos, mientras se oye el rasgueo incansable de una estilográfica sobre el papel. "Es un escritorio de época", explicó el coordinador de la Dirección del Libro, Bibliotecas y Promoción de la Lectura, Ezequiel Martínez. "Quizás lo utilizó, no lo sabemos. Pero lo que sí sabemos es que se refugiaba en el sótano y en este lugar a leer y a escribir. Él contaba que en una hora y media, dos, cerraba todo el trabajo que tenía que hacer y después el resto de las horas leía. Acá leyó a Vicente Fidel López, a Paul Groussac".

La viuda de Borges, María Kodama, recordó que el cuento "Las ruinas circulares" fue escrito en esa biblioteca y llegó a sus manos cuando ella tenía unos 10 años, relato con que el autor la impactó, por lo cual pidió a los visitantes "leer y sentir".

ENTREVISTA. Cecilia Bolocco, animadora y exmiss Universo:

"Tener la libertad de escoger qué hago con mi tiempo es increíble"

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La vida de Cecilia Bolocco Fonck no tiene pausas. Llegó a Antofagasta la tarde del último sábado, para almorzar rápido y después entrar a reunión de pauta.

Su visita a nuestra ciudad tuvo por objetivo animar la tradicional Cena de Pan y Vino, organizada por el Hogar de Cristo y realizada en el Colegio San Luis.

En el backstage, mientras fumaba un cigarrillo sentada en un sillón, la exmiss Universo se preparaba para salir a escena.

"Es un compromiso desde el corazón", confiesa.

Su vínculo con la entidad benéfica empezó hace 23 años. Desde hace una década, se encarga de animar el mismo evento en Santiago y en regiones, cada vez que su agenda lo permite.

Bolocco está alejada de las pantallas, pero eso no desocupa completamente su agenda. Comenta que va de un lado a otro, con mucho trabajo, dedicada al diseño y actividades sociales. Hace un mes, por ejemplo, visitó Arica, donde dictó una charla motiviacional sobre el cáncer de mama.

Después de la corona

"Fue muy complejo", recuerda la exreina de belleza, tras ser elegida Miss Universo en 1987.

Explica que fue difícil entender, aun tan joven que, de la noche a la mañana, pasaba a convertirse en una personalidad pública.

"Cuando quise volver a la normalidad, me di cuenta que no era posible".

"Me sentía igual. Pero el entorno me veía distinta", añade.

¿Fue estresante?

- (Cecilia toma su tiempo para responder). "Fue estresante, claro que sí". Recalca que siempre se preguntó por qué le había sucedido eso en realidad. Más allá de haber ganado un título de belleza, que no tiene ninguna relevancia, sí hubo un trasfondo más profundo".

"Mi triunfo irrumpió en Chile de una forma muy potente. No estábamos acostumbrados a logros internacionales. Ser mujer y joven hizo que la juventud y las mujeres me miraran, se detuvieran en mí. Había ahí una gran carga y una gran responsabilidad", recuerda.

Ser reina de belleza también repercute en su hijo Máximo Menem Bolocco, quien además carga con el apellido del expresidente de Argentina.

"Llevar los apellidos que Máximo lleva a veces puede ser un peso bastante grande. Pero lo ha sabido llevar muy bien. También ha tenido una vida muy expuesta, bastante más compleja que otro niño. Pero esto lo ha hecho desarrollarse y crecer de forma más intensa. Es un niño muy maduro para su edad", explica su madre.

Pero precisamente por esto, la celebridad decidió alejarse de las pantallas. Aun cuando su vida era la televisión, decidió dejarla para procurar que el adolescente tuviera una vida más íntima y protegida.

¿Volvería a la televisión?

- No volvería a la televisión. No me hace falta. Tuve la suerte de incursionar en todos los planos. Desde las noticias hasta las teleseries. No me quedó nada por experimentar.

Bolocco recalca que esta decisión no cambiará. Hoy, ella decide qué hacer con su tiempo. "Yo escojo adónde voy, con quién voy. A quién entrevisto y a quién no. Poder elegir es una sensación fantástica".

También enfatiza que en el presente es más fácil compartir con Máximo y José Patricio Daire. "Lo más lindo es poder compartir. Que me acompañen y tener la libertad de decidir me encanta".

¿Volvería a ser Miss Universo?

- Por supuesto que sí. No imagino mi vida de otra forma.

Cultura & Espectáculos

"El Paita"

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Los antofagastinos más longevos, recordamos la "Boya del Paita", como un símbolo de nuestras aguas interiores. Con esa boya se señalaba una rompiente (roca insidiosa) que se constituía en una seria amenaza para las embarcaciones que se aproximaban a la costa, en su track para ingresar a la poza del puerto. Está ubicada frente al Hotel Antofagasta y en esos fondos duermen el sueño eterno los restos del ballenero "Indus 5" y el "María Elizabeth", de trágicos recuerdos.

La boya fue instalada como una manera de advertir a los pilotos de ese promontorio, que en el mes de febrero del año 1872, cuando Antofagasta no era más que un incipiente puerto salitrero, estuvo a punto de provocar una tragedia de proporciones. El vapor "Paita", de bandera inglesa, al mando del capitán Wittingham, rompió sus fondos en dicha roca y el naufragio era cosa de horas. Pero fue auxiliado por chalupas y embarcaciones menores, que se acoderaron al casco y rescataron el pasaje. En una maniobra desesperada para salvar su embarcación, el capitán metió el vaporcito en la poza del salitre y lo varó en un banco de arena, donde el buzo alemán Peter Seen reparó la avería. Con esa reparación zarpó a El Callao, en cuyos diques se reemplazaron las planchas deterioradas por el incidente.

Diez años más tarde, en 1882, el "Paita" navegaba frente a caleta Sarco (Al sur de Huasco, frente a la isla Chañaral) cuando encalló en esa restringa. Fue imposible desvararlo y fue abandonado por el capitán Tusche y su tripulación. Hasta la década del 60 del siglo pasado, podían verse los hierros retorcidos de sus restos en dicho lugar.

Lo curioso es que en Antofagasta se creía que el "Paita" se había hundido en estas aguas, lo que despertó la avidez de muchos. Y hubo quienes solicitaron permisos para bucear y recuperar restos náufragos de dicho pecio. Más curioso aún: los permisos les fueron concedidos: pero nada habrían de encontrar: los restos del "Paita" están a 300 millas de este puerto.

Andrés Sabella

Jaime N. Alvarado García, Profesor y Periodista