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El Banco Mundial aprobó un préstamo de US$950 millones para Argentina

MERCADO. El dinero apunta a reforzar sistema de cobertura social.
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El Banco Mundial aprobó ayer dos préstamos para Argentina por US$950 millones, para ayudar a Buenos Aires a afrontar sus dificultades financieras y apoyar a la gente más vulnerable. El banco dijo en un comunicado que el primer préstamo de US$500 millones será para cubrir necesidades presupuestarias y el segundo de US$450 millones para proteger a 250.000 niños para 2020.

"Este apoyo a la Argentina, enfocado en los sectores más vulnerables, viene en un momento crucial para nuestro país y es una señal clara de confianza", dijo el ministro de Hacienda argentino Nicolás Dujovne. Hace una semana, el Fondo Monetario Internacional incrementó un préstamo otorgado al país en junio pasado a US$56.300 millones.

Argentina padece una fuerte desvalorización del peso e inflación de dos dígitos.

"En estos tiempos difíciles, el Grupo del Banco Mundial está ofreciendo nuestro firme apoyo y solidaridad a Argentina, especialmente a las personas más vulnerables", dijo Jorge Familiar, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

"Este financiamiento ayudará a proteger a las familias más necesitadas de caer en la pobreza, al tiempo que sienta las bases para impulsar un crecimiento económico inclusivo y sostenible", apuntó.

La crisis interna

Argentina, tercera economía de América Latina, atraviesa una crisis económica que llevó al Gobierno del Presidente Mauricio Macri a pedir auxilio a organismos multilaterales.

El país ha sufrido una pérdida de confianza en su moneda a partir de abril, lo que exacerbó la desaceleración de su economía ya en curso debido a una grave sequía.

El peso ha perdido alrededor del 50% de su valor frente al dólar desde inicio del año, lo que elevó la proyección de inflación por encima del 40% al cierre de 2018 y redujo los pronósticos de crecimiento a una contracción del 2,6%.

Se espera que la recesión continúe en 2019, con una contracción esperada de 1,6% del Producto Interno Bruto (PIB).

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) comunicó ayer que aprobó un crédito de US$900 millones para apoyar programas de protección social de Argentina.

mil millones será el monto final con el que el FMI apoyará a Argentina para dejar atrás la crisis. US$56,3

ENTREVISTA. verónica vilches, coordinadora de MOVI:

"La asociatividad es definitivamente lo más importante en el negocio del vino"

PROYECCIÓN. La entidad recalca su carácter de "complemento" a la labor de organismos sectoriales más grandes.
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De Atacama hasta Osorno, 37 productores dan forma al Movimiento de Viñateros Independientes (MOVI). Si bien equivalen apenas al 0,1% de la producción interna, la agrupación busca resaltar su rol "complementario" en la industria y a "escala humana", lejos de la industrialización que ha caracterizado a parte de la industria local. Verónica Vilches, coordinadora del movimiento, reveló la fuerza que ha ido tomando el colectivo, especialmente en el exterior, el apoyo gubernamental que han conseguido y la estrategia con que esperan seguir aportando a la consolidación de la industria junto a los demás actores.

¿De qué manera pueden ayudar a generar en el público más joven un acercamiento al vino?

-El público joven no solo quiere tomar vino, sino que quiere hacer algo más. Es difícil y cuesta. Vinos de Chile lleva años tratando de llegar al millennial y no hay cómo. El joven en Chile toma pisco y juntos, el pisco y el vino, compiten como productos nacionales. Eso no pasa en los países productores de vino, ni a Argentina ni a Francia tienen un destilado competidor.

¿Qué buscan expresar cuando ustedes argumentan que trabajan por "una nueva manera de ver el vino". ¿Hay una vieja manera de ver el vino?

-Lo que pasa es que existe la forma más tradicional de hacer el vino. Nosotros apostamos por los vinos que nosotros queremos hacer, y luego de eso salimos a buscar nuestro nicho. Usamos una frase "una nueva cara" del vino chileno, porque por muchos años la cara fue tradicional, con cepas tradicionales y estilos tradicionales. Nuestros viñateros tienen estilos distintos, lo que aporta mucho a la diversidad de la imagen del vino chileno.

Si ese es el camino, la industrialización entonces no es algo que los motive.

-Claro, acá no hay nada muy industrializado. Salvo tres o cuatro viñas, la mayoría de las 37 que forman parte de MOVI tienen a muy pocas personas trabajando. Nos gusta pensar que es producción a escala humana, y es el modelo que se sigue en Europa. Allá no existen las grandes viñas como Concha y Toro, San Pedro o Santa Rita. Por eso cuando vas a una feria en otro país siempre te vas a encontrar con el dueño. Eso de encontrarse con promotoras de Miguel Torres es algo que sucede acá, en Argentina o en países que tienen grandes viñas. La asociatividad es definitivamente lo más importante en el negocio del vino. Por ejemplo, la feria más importante de vinos, en Alemania, cuesta US$20 mil por stand. Un viñatero chico no tiene cómo hacerlo y como MOVI compramos un lugar para exponer lo que hacemos todos.

¿Qué opina del camino que han trazado Vinos de Chile y el Gobierno en cuanto a difusión exterior?

-Ellos llenan otro espacio en el mercado. Por ejemplo, hay clientes o países que compran grandes volúmenes de vino, por lo que no podemos llegar a ellos. Agradecemos un montón el hecho de que, por ejemplo, haya países como Suecia, en donde el Gobierno compra el vino y luego lo distribuye. Ahí entra Vinos de Chile y después aparecemos nosotros como productores más pequeños y complementarios. Hace cinco años el Gobierno descubrió que Vinos de Chile no era todo y ahora nos ayudan a financiar proyectos a través de Corfo y ProChile. Lo interesante es que el Gobierno hoy apoya a seis o siete agrupaciones. Vinos de Chile contribuye a entrar en los mercados de manera más agresiva por su volumen, pero a precios más bajos. Nosotros en cambio tenemos precios por botella de US$ 20, por lo que subimos el valor promedio y hacemos un trabajo de complementariedad.

¿Quieren posicionarse en el mercado interno?

-Nos encantaría. El tema es que somos vinos de precio promedio más alto de lo que el chileno está acostumbrado a comprar. El cliente no gasta más de $ 4 mil por botella. Y eso porque en Chile un vino barato es muy bueno. Y nuestros vinos son, en promedio, de $ 12 mil.

¿Cuáles son sus mercados objetos en el exterior?

-Estamos alineados con la estrategia país. Brasil, pese a que es muy difícil y caro para llevar vinos, es un buen mercado por su magnitud y porque les gusta mucho el vino chileno. También está Estados Unidos, Reino Unido y Asia, aunque no todos los socios pueden llegar a Asia, porque hay que tener experiencia exportadora.

productores forman parte del Movimiento de Viñateros Independientes (MOVI). 37

regiones del país abarca la producción y operación de los miembros de MOVI, entre Atacama y Osorno. 10