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Cambio climático y la minería del futuro

"Combatir el cambio climático es una prioridad a la que todos podemos y debemos contribuir".
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Hace unas semanas concluyó la 10° versión de la Semana del Clima en Nueva York, organizada por el colectivo internacional sin fines de lucro The Climate Group, que reunió a líderes mundiales del ámbito público y privado para discutir sobre la acción climática global.

En la inauguración de la cumbre, Bill de Blasio, alcalde de Nueva York, explicó las estrategias de la ciudad para alcanzar los objetivos del acuerdo climático de París. Entre ellas, la metrópoli se está deshaciendo de combustibles fósiles y exigiendo que sus edificios más prominentes reduzcan sus emisiones, aparte de incentivar la inversión en vehículos eléctricos.

En este marco, me parece pertinente revisar qué estamos haciendo en Chile para reducir nuestra huella de carbono y, en particular, en el caso de Antofagasta, cómo las mineras nos estamos haciendo cargo.

Las empresas de Antofagasta Minerals, tenemos el convencimiento de que la minería del cobre es clave para que todos vivamos en un mundo más sustentable, con un mayor uso de tecnologías limpias para el transporte o la generación de energía. Este espíritu nos obliga a mejorar nuestros procesos productivos, para hacerlos cada vez menos contaminantes. Por ello, tenemos metas concretas de reducción de nuestras emisiones de CO2. Una de ellas es reducir la emisión de gases con efecto invernadero (GEI) en 300 mil toneladas por año antes de 2022, lo que equivale a sacar de circulación a unos 80 mil vehículos de forma anual.

Adicionalmente, y tal como destacó el medio internacional Financial Times el 3 de octubre en una nota sobre minería y uso de energías verdes, Minera Zaldívar firmó un contrato de suministro eléctrico con Colbún por 550 GWh/año a partir de julio de 2020. Con ello, se convertirá en la primera compañía chilena que utilizará exclusivamente fuentes de energía renovables para producir cobre. El acuerdo contempla que esté certificado que la energía utilizada por Zaldívar proviene de fuentes que no generan emisiones.

A esto se suman las investigaciones realizadas en plena faena de Zaldívar con el Centro Agrícola de Desierto en Altura (Ceada), donde científicos de la Universidad de Chile efectúan estudios con plantas que se han adaptado a las condiciones hostiles del desierto, con el fin de producir bioenergía (biomasa y biodiesel), lo que también permite reducir la huella de carbono de nuestra operación.

Combatir el cambio climático es una prioridad a la que todos podemos y debemos contribuir. Como compañía, estamos potenciando todas las iniciativas que nos ayuden a reducir la huella de carbono de nuestros procesos productivos, para de ese modo ser aún más responsables con la sustentabilidad del territorio, entendiendo que el cuidado y preservación del medio ambiente, junto con el desarrollo de políticas para combatir el cambio climático, son parte de cómo se debe hacer la minería del futuro.

Luis Sánchez

Gerente general de Minera Zaldívar

Corporación Proa Antofagasta

Muchos de los integrantes de la entidad privada no nacieron en la ciudad, sin embargo la han abrazado como propia. Eso es genuino amor y ciudadanía. Proa ha demostrado que hace un trabajo fenomenal que ha sido sencillamente notable. Todos podemos ayudar, con dinero, no importa cuánto, con acciones, para seguir mejorando Antofagasta.
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Hace unas semanas Carlos Tarragó, presidente de Corporación Proa manifestó su pesar por el escaso apoyo que la comunidad le está entregando a esta instancia que tanto ha hecho por la identidad local en 26 años de labor.

El ejecutivo citó que, a pesar de todo lo realizado, el número de asociados ha decrecido a la mitad en los últimos años, cuestión que también es posible de observar en otras organizaciones de bien común.

"Lo cierto es que no podemos sentirnos satisfechos con la respuesta comunitaria. Quienes estamos detrás de esta organización, nos motiva, de alguna forma, devolverle la mano a la ciudad que nos vio nacer o nos acogió. Qué lástima que esta razón no sea suficientemente compartida por tantas empresas e instituciones locales o foráneas que generan importantes utilidades localmente, así también como exitosos profesionales que desarrollan lucrativas carreras", dijo Tarragó.

Tiene razón el profesional. Si se suman la cantidad de acciones que Proa ha realizado, con muy pocos recursos, el saldo es absolutamente a favor.

La Mano del Desierto, obra de Mario Irarrázabal, por ejemplo, se ha convertido en una de las imágenes locales más potentes en el mundo, tanto como La Portada.

Lo último fue la entrega de la estatua del Doctor Antonio Rendic, instalada en el Paseo Prat. Se suman están los murales de Luis Núñez, lo mismo que las Ruinas de Huanchaca y la Plaza Colón: fue la intervención y gestión de Proa, el detonante inicial, que posibilitó el rescate y mejoramiento de ambas instancias.

Se suman a lo menos 10 textos relacionados con nuestras raíces, patrimonio e historia, desarrollados voluntariamente por profesionales antofagastinos.

Últimamente destacan los recorridos patrimoniales, con foco en el mundo estudiantil.

Proa es un orgullo de la ciudad, no hay otro caso en Chile que se le asemeje y todo ha sido posible por el empuje de ciudadanos que aspiran a vivir en una mejor ciudad. El reconocimiento para ellos es transversal, pero se requiere ayuda, compromiso y aportes concretos. Proa ha demostrado que hace un trabajo fenomenal que ha sido sencillamente notable.

Patrimonio y Nueva Ley de Archivos

"La pregunta que subyace finalmente es ¿cuál es la realidad de los registros históricos de nuestra ciudad?".
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En sociedades contemporáneas el conocimiento y la información (Drucker, 1969) están a la vanguardia de la política global contemporánea. El conocimiento debe ser la base sobre la cual las sociedades se fusionan y las economías prosperan, la competencia por el conocimiento impulsa la carrera mundial por el talento (Chou, 2016). La información es vista en la actualidad como el "petróleo" del mundo globalizado. Conocimiento e información constituyen instrumentos de poder diría Michel Foucault para fortalecer la democracia y la protección de los derechos humanos.

Siguiendo la lógica de gobernanza inteligente de ciudades frágiles como la nuestra, conocimiento e información se dan como prácticas sociales discursivas que se fundamentan en el registro histórico de nuestro territorio. Ya decían los/as autores/as postcoloniales que el éxito de los imperios se basó en tradiciones escritas más que orales. Hoy en día, los archivos históricos no sólo dan cuenta de nuestro pasado, sino que constituye un elemento fundamental para la mantención de prácticas democráticas de transparencia. Es decir, se hace política pública cosechando información del pasado y (re) construyendo nuestra historia.

En el tema recién acaecido por la demanda a Chile de un acceso soberano al mar, un caso que la defensa boliviana recogió para dar cuenta de la importancia de la historia como acto vinculante (estoppel) fue el del templo de Preah Vihear. Éste fue construido a principios del siglo IX por el Imperio Jemer y se sitúa en los límites fronterizos entre Camboya y Tailandia (Siam en esos tiempos). En 1954, Tailandia reclamó soberanía sobre este monumento sagrado, pero la Corte Internacional de Justicia (CIJ) se inclinó por Camboya (1962), pues el límite había sido descrito en unas cartas hechas en 1907 por una comisión francesa y enviadas al Gobierno de Siam, detallando en un mapa que los restos arqueológicos estaban situados en territorio camboyano. Por ende, las escrituras patrimoniales también pueden contribuir a generar identidades sobre la base de hacer política doméstica e internacional.

La jornada de trabajo y reflexión: "una mirada regional para una ley de archivos en Chile" convocada por el Consejo de la Sociedad Civil del Servicio Nacional del Patrimonio, el Archivo de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile y el Consejo Patrimonial de Mejillones fue una fructífera instancia de vinculación de actores y de participación ciudadana activa en torno a la temática. Es que el post paradigma custodial profesionaliza nuestra acción como sociedad civil empoderada.

La pregunta que subyace finalmente es ¿cuál es la realidad de los registros históricos de nuestra ciudad?: En este mismo evento, el sociólogo Camilo Araya se refirió a la carencia de fuentes documentales y a la necesidad de creación de un archivo regional. Su proyecto Censo- Guía hace un catastro y un viaje por archivos municipales, instituciones de educación dependiente de la CMDS e instituciones de educación superior (UA, UCN), y sus resultados son lapidarios: documentación arrojada en bodegas, áticos y buhardillas, imposibilidad de libre acceso y descuido total. Para una gobernanza inteligente de Antofagasta como ciudad frágil debemos preservar primero nuestros archivos históricos.

Dra. Francis Espinoza F.

Académica Universidad Católica del Norte