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Silala: el próximo conflicto en el que se enfrentarán Chile y Bolivia

LA HAYA. El 17 de octubre fueron citados ambos países al Tribunal Internacional de Justicia para definir los pasos a seguir en esta demanda.
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Los litigios jurídicos entre Chile y Bolivia en La Haya no terminaron con la lectura del fallo que entregó el Tribunal, el pasado 1 de octubre, sobre la demanda marítima interpuesta por el país vecino.

Ambas naciones aún tienen pendiente otra discusión, respecto al río Silala que en Chile se llama Siloli.

Aquí, la controversia es si se trata de un río internacional, que cruza los dos países, que es el argumento de Chile o es un manantial ubicado en territorio boliviano y que fue intervenido y encauzado por nuestro país, para hacer uso irregular de las aguas como lo argumenta Bolivia.

Tras varias declaraciones cruzadas, el Gobierno de Chile, quien en ese período era presidido por Michelle Bachelet anunció, en 2016, que interpondría una demanda en el Tribunal de La Haya para zanjar la controversia y confirmar que el Silala es un río internacional por lo que Chile puede usufructuar de sus aguas.

Controversia

El Silala es un curso de agua que nace en los faldeos del cerro Inacaliri, a más de 4.000 metros de altura, en el departamento boliviano de Potosí. En un punto, el caudal se une con un segundo curso de agua y baja por un cañón hacia la frontera chilena para unirse con el río Cajón y dar origen al río San Pedro de Inacaliri, que desemboca en el río Loa.

El tema del Silala o Siloli no es algo que comenzara en 2016 sino que es un tema entre ambos países que viene desde hace varios años atrás.

Según el país vecino, en 1908 la empresa chilena inglesa The Antofagasta y Bolivia Railway Company Limited presentó una solicitud de concesión. Sin embargo, la compañía transfirió estos derechos al Estado Chileno

Bolivia inició, a finales de la década de los 90, varios estudios de factibilidad respecto a la proyección y desarrollo en la utilización de recursos hídricos en esa zona.

En el Departamento de Potosí, se inició el proceso de licitación para la utilización de las aguas del Silala en diferentes áreas productivas. Fue de este modo que una de las empresas que ganó la explotación del Silala en Bolivia (Ductec) inició el proceso para cobrar factura por utilización del recurso hídrico a las empresas mineras chilenas (Codelco y Antofagasta Minerals).

En 2000, la empresa Ductec decidió cortar el suministro del Silala hacia Chile. Esto debido a la negativa de las empresas chilenas a pagar por la utilización del recurso y tras las declaraciones -de apoyo a esas compañías- que hiciera la en ese entonces canciller Soledad Alvear.

De este modo ambos gobiernos iniciaron en aquella oportunidad reuniones para lograr acercamientos en el conflicto entre privados sin mayores resultados, así ocurrió con los acercamientos bilaterales y con la denominada "Agenda de los 13 puntos" que terminó sin avance.

En el punto 7 de dicha Agenda, se pedía -por parte del país altiplánico- discutir el uso de las aguas del Silala. Sin embargo Chile se negó sistemáticamente a tratar el tema, aludiendo que el río es internacional y que ellos tienen derecho a usarla en su paso por nuestro país.

La situación fue zanjada en abril de 2009 cuando la entonces presidenta Michelle Bachelet y Evo Morales anunciaron un acuerdo por el uso de las aguas, sin embargo este último decidió llamar a un referendo para aprobar este acuerdo, pero en el departamento de Potosí la rechazaron y le exigieron a Morales que reivindicara y solicitara una compensación a Chile por el uso de las aguas.

Conflicto jurídico

El inicio de esta controversia, desde el punto de vista jurídico, comenzó el 23 de marzo de 2016, en momentos en que Bolivia celebrará "El día del mar". Durante su discurso, el Presidente de Bolivia, Evo Morales anunció que estudiaría una demanda contra Chile por la utilización histórica del Silala.

Luego, el 26 de marzo de ese mismo año, Morales concretó su anuncio y señaló que demandaría a Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con sede en La Haya, con el objetivo de "sentar soberanía sobre las aguas del Silala".

En esa oportunidad la Presidenta Bachelet dijo que si Bolivia demandaba, el gobierno de Chile iba a contrademandar, argumentando que las aguas de ese río fluyen naturalmente a nuestro país por la Ley de Gravedad.

El conflicto entre ambos países fue escalando comunicacionalmente, hasta el punto en que el Presidente Morales, el 29 de marzo de 2016, llegó hasta el río Silala, en la frontera con la provincia de El Loa en Chile, para ratificar su postura respecto de que el afluente habría sido encauzado hacia nuestro país.

Paralelamente, desde Santiago el canciller chileno de la época, Heraldo Muñoz, le restó importancia a esta visita y dijo que ello no altera la realidad de que el Siloli, nombre que tiene en nuestro país, es un río internacional.

En los meses siguientes, previo al anuncio de la Presidenta Michelle Bachelet, hubo una serie de declaraciones cruzadas y críticas de ambas partes por la supuesta presencia de bases militares en las fronteras.

Desde el punto de vista diplomático, Chile anuncia la creación de una Agenda de Soberanía para defender los intereses nacionales.

En tanto Bolivia creó el Consejo de Defensa de los manantiales del Silala, anuncio realizado por el excanciller boliviano, David Choquehuanca, quien dijo que el objetivo era "recuperar los recursos naturales". También se designó al secretario de dicho consejo, el exsenador René Martínez.

Fue el 6 de junio de 2016, cuando Chile se adelantó al anuncio del Presidente Morales, puesto que el canciller Heraldo Muñoz anunció que será nuestro país el que demandará a Bolivia en el Tribunal de La Haya, para ratificar que el Silala es un río internacional y que Chile tiene derechos sobre sus aguas.

Este anuncio no se hizo esperar en Bolivia e inmediatamente el Presidente Evo Morales confirmó que su país presentará una contrademanda.

En julio de ese mismo año, la Corte Internacional de Justicia, entregó un año de plazo a Chile para que presentará la memoria sobre esta demanda, mismo plazo que dio a Bolivia para la contramemoria, a quien además le notificó oficialmente la acción interpuesta por nuestro país.

Chile entonces entregó a la CIJ la memoria de la demanda en julio de 2017. En tanto, cuando estaba por cumplirse el plazo, Bolivia solicitó a la Corte una prórroga para entregarla, la que venció en agosto de 2018.

Durante esta última fecha, junto con la entrega de la contramemoria, el Presidente boliviano anunció que interpondrán una demanda en contra de Chile por las aguas del Silala, desdiciendo lo manifestado por Morales en los años anteriores respecto a que no iba a realizar esa demanda.

En esta acción ante la Corte, Morales está exigiendo una compensación económica por el supuesto usufructo de las aguas de dicho río.

Según comenta Luis Artigue, profesor de Historia y magíster en Ciencia Política, Seguridad y Defensa de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos del Ministerio de Defensa, el problema está centrado, básicamente, en que hay una disparidad de conceptos y que está basado en la propiedad del río y también en el origen del río.

"Si uno se centra en el tema de la propiedad, hoy día (por el lado chileno) está en manos del Ferrocarril de Antofagasta- Bolivia y es por una continuidad desde que el ferrocarril era inglés, desde ese tiempo se traspasó la propiedad. Ahora, el tema central a parte de la propiedad, está en términos de la aplicación del derecho internacional, para poder dirimir si es un río o es una surgencia de agua o es simplemente un río internacional", explica al respecto Artigue.

Lo que se viene

Durante esta semana, El Tribunal de Justicia citó a los agentes de Chile y Bolivia a La Haya, en Holanda, para definir los pasos a seguir en el marco de esta demanda.

Yamil Musa, director de la Escuela de Gobierno de la Universidad San Sebastián y magíster en Ciencias Políticas explica que en este encuentro lo que se va a determinar es si los países, tras los alegatos realizados por ambas naciones, deberán generar una réplica y una dúplica de la demanda, para adjuntar más antecedentes o por el contrario, informarán que ya poseen los argumentos y antecedentes necesarios para que los jueces del Tribunal inicien el análisis, para posteriormente emitir el fallo.

Si se opta por la segunda alternativa, es decir que no se necesitarán réplicas, ni dúplicas, Musa señala que el proceso jurídico se podría acortar, aún cuando los tiempos en La Haya para entregar el fallo, suelen ser bastante extensos.

"Si en el encuentro del 17 de octubre, alguno de los países dice que debe entregar más evidencia, que vendría siendo la réplica y la dúplica, son un par de meses más para generar cada uno de los antecedentes. Si es que los países dicen que lo que tienen basta y sobra, porque está claro el punto, eso claramente acorta el proceso, porque ya no van a estar los meses de esperar la réplica y la duplica", explicó Yamil Musa.

Respecto a si el fallo que se entregó en La Haya, el lunes 1 de octubre, sobre la posibilidad de negociar una salida al mar para Bolivia, podría influir en la estrategia que ambos países tienen en torno a la demanda del Silala, existen diversas opiniones.

Luis Artigue dice que esa es la pregunta "interesante" en este proceso. "Tras el contundente resultado con el tema de la salida al mar a favor de Chile, hay bastantes expectativas de si van a cambiar la estrategia los bolivianos, porque ha sido muy contundente la derrota tanto diplomática, como política", dijo el cientista político.

Por el contrario, para Yamil Musa el fallo por la demanda marítima no tendría porque afectar la estrategia ni Chile ni de Bolivia. "La influencia es absolutamente menor, por los tiempos de ambos litigios, no va a haber, para mi gusto, mayor relación, entendiendo que ambos juicios son completamente distintos", puntualizó la académica.

Uso del agua del Silala en Chile

Actualmente dos empresas chilenas usan las aguas del disputado curso del Silala o Siloli, se trata del Ferrocarril Antofagasta Bolivia (FCAB), propiedad de Antofagasta PLC del Grupo Luksic; y la División Codelco Chuquicamata.

La primera capta un total de 120 litros por segundo en promedio, mientras que la estatal 150 litros por segundo en promedio.