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Juan Castillo: el artista antofagastino que usará la pampa como lienzo

ARTE. Junto al Instituto Superior Latinoamericano de Arte y una taza de café, el artista radicado en Suecia prepara un nuevo proyecto que lo trae de vuelta al Desierto de Atacama.
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En las oficinas del Instituto Superior Latinoamericano de Arte (ISLA) no se descansa. Luego de una exitosa versión de SACO 7, hoy se encuentran preparando su próximo proyecto. Juan Castillo Díaz, el antofagastino que ganó un Altazor en 2014, está trabajando codo a codo con ellos. "Desierto Intervenido", así se llama el nuevo evento.

El artista visual regresa a su tierra para mostrar una vez más su trabajo basado en intervenciones a espacios, ya sean urbanos o naturales. En la misma tónica de SACO, Castillo busca proponer al país como el museo en sí. Su arte va más allá de los cuatro muros de un edificio.

Aun cuando vive hace más de 31 años en Suecia, no olvida que sus raíces están en Pedro de Valdivia, la salitrera ubicada en medio de la pampa del Norte Grande. "Mi vida allá, el paisaje de la zona, me marcó para siempre. Para mí es como la patria. Cuando me fui a Santiago, era como otro país", recuerda el artista.

Esto se debe a que Antofagasta lo vio comenzar su carrera. Con solo 12 años, empezó a codearse con el vasto movimiento artístico que se vivía en esa época. Con dos escuelas de arte, el Teatro Pedro de la Barra en su apogeo y la literatura con grandes referentes como Mario Bahamonde, el ambiente artístico se enriqueció. Ellos invitaban a Castillo a participar de diversas actividades.

Estocolmo

Cuando fue a Europa en 1982, nunca pensó que sería para siempre. Cuatro años después, llegó a Estocolmo, Suecia. "Me encantó. Llegué en verano. París no le hace ni la sombra", enfatiza. Hoy, vive en una zona que es el contraste a su desierto querido. Su casa está rodeada de no más de 20 residencias. No hay ningún almacén cerca, solo bosque. Tiene un taller grande, donde invita artistas jóvenes a colaborar. Dice que "es una suerte de monasterio".

Desierto intervenido

Su desierto artístico cambió por el golpe militar. Se eliminaron las escuelas de arte y los profesores se fueron al exilio. Estas razones devuelven a Juan Castillo a sus tierras. Para él, organizaciones como ISLA colaboran aceleradamente al desarrollo de un nuevo ambiente artístico. Ejemplifica esto con la visita del reconocido artista uruguayo Luis Camnitzer, quien arribó a Chile para dar una sola conferencia en el país. Y la cita se realizó en Antofagasta.

Estos eventos podrían traer un cambio en la identidad de la ciudad. Incluso, económica. Exposiciones como SACO, generan un microturismo en la zona. Este año, relata Castillo, fueron cerca de 30 mil visitantes.

Y asi, el trabajo no se detiene. Castillo regresó al ser convocado por ISLA, para participar en "Desierto Intervenido". Junto a otros artistas locales y nacionales realizarán diversos trabajos al interior del desierto por cuatro días. El lugar donde él estará es María Elena y su cuna, Pedro de Valdivia.

Ollagüe y Taltal son las otras zonas que serán intervenidas. La primera, estará a cargo de Catalina González. La artista enfatizará la fuerte presencia étnica y la situación fronteriza. El segundo punto será el espacio donde Alejandra Prieto mostrará su arte. El lugar que se dice es la mina más antigua de Latinoamérica, tendrá un realce de sus restos arqueológicos.

"Estamos elaborando lo que haremos allá. Como toda intervención, será efímera. Hay que respetar que ese lugar es un monumento nacional. No podemos remover cosas". Para Castillo, realizar su arte en el lugar donde nació, es una alegría inmensa.

Aun cuando es complejo entrar a Pedro de Valdivia por ser de privados (SQM), lograron el permiso especial para realizar su proyecto ahí. El trabajo será registrado en fotos y videos que serán distribuidos por las redes. El mismo Castillo expondrá los resultados el 10 de octubre en Santiago, en la galería Isabel Aninat.

Castillo entra nuevamente a las oficinas de ISLA. El trabajo que lo llevará a usar su pampa querida como lienzo blanco ya está en curso. Una vez termine sus compromisos en Chile, volverá a internarse en los bosques suecos. Pero ya no será lo mismo. La razón es simple: Pedro de Valdivia, aquel lugar del que estuvo alejado por más de 17 años desde que partió a Europa, se habrá convertido, aun cuando sea por un corto momento, en el cuadro que contendrá su arte.